La Diputación impulsa un estudio a nivel autonómico para mejorar la calidad de la leche de oveja y cabra
Actualmente, en España, el control de calidad es de obligado cumplimiento para la leche cruda de vaca. Para la leche de oveja y cabra se acaba de publicar un real que establece una normativa específica para estas especies. Dada la importancia que la presencia de residuos de medicamentos en la leche tiene tanto para la salud pública como para los procesos tecnológicos; entre los controles a realizar en las explotaciones ganaderas y centros lácteos, se encuentra la detección de antibióticos en la leche cruda. En el caso de que los resultados sean positivos, se debe proceder a la inmovilización de la leche y a su posterior destrucción.
Para la detección de antibióticos en la leche se dispone de métodos resultados poco comparables entre las diferentes etapas de control. Por ello, se solicito el Proyecto de investigación “Leconovica” que fue concedido por el Ministerio de Ciencia e Innovación y que se esta desarrollando en el Instituto de Ciencia Animal de la Universidad Politécnica de Valencia. Así, este proyecto permitirá estudiar la influencia de factores relacionados con la toma de muestras, así como otros aspectos relacionados con el manejo del ganado. El objetivo no es otro que evitar la llegada de residuos de medicamentos desde la producción primaria a la industria y, por tanto, al consumidor.
Este estudio se plantea a partir de uno previo realizado en ganado ovino técnicos de AGRAMA (Asociación de Ganado de Raza Manchega) e investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha, a raíz de la problemática surgida por la presencia de residuos de antibióticos en tanques de leche de explotaciones ovinas en las que los animales se habían sincronizado con esponjas pre-tratadas con antibióticos.
Uno de los emblemas del departamento agrario es la granja que la institución provincial gestiona en el término municipal de Ares del Maestrat. Un centro que se creó en 1986 y que tiene como principal cometido promocionar la mejora genética de la ganadería de Castellón, apostando por razas puras con elevada rusticidad y productividad. Situada durante años en la carretera de Borriol, la explotación se divide en tres zonas repartidas en 150 hectáreas. Una superficie en la que los ganaderos de la zona pueden adquirir animales con controles sanitarios pasados (animales limpios) y con calidad genética a precio de coste y mayor edad de la adquirida previamente por la Diputación.
Otra parte muy importante de su gestión consiste en las donaciones a organizaciones feriales ganaderas y ayuntamientos. La primera de las alquerías que conforman estas explotaciones pertenece a la Asociación Española de Criadores de Caprino de Raza Murciano-Granadina (Acrimur) y a Amurval (la misma asociación pero de la Comunidad Valenciana). Esta granja posee 200 cabezas de cabra, y se dedica a la reproducción y obtención de leche para su posterior venta. La leche de las cabras que están en la explotación se oferta anualmente a las queseras provinciales (50.000 litros de producción).
El diputado de Desarrollo Rural, Domingo Giner, ha destacado “la importancia que la granja provincial haya sido seleccionada para este estudio por un centro universitario del prestigio de la Universidad de Valencia. Estamos realmente satisfechos al poder colaborar con la puesta en marcha de un proyecto que va a incidir directamente en la mejora de la calidad de uno de los productos más consumidor por los castellonenses. La institución provincial tiene experiencia en el fomento iniciativas de mejora e innovación de las explotaciones ganaderas de la provincia de Castellón y, es por ello, está interesada en la colaboración con la UPV en proyectos de investigación que permitan la difusión de resultados que beneficien la producción y comercialización de las mismas”.
