Castellón tendrá una planta de secado de lodos que costará 15 millones de euros
Según fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, el presupuesto estimado de inversión de la planta de secado de lodos es de 14.800.405,45 euros, con un coste de funcionamiento de 1,8 millones de euros anuales durante un plazo de explotación de 25 años.
El objetivo es la construcción, en régimen de concesión, de una planta de secado térmico de lodos en la provincia de Castellón, capaz de tratar lodos generados durante el proceso de depuración de aguas residuales en las EDAR y, de este modo, facilitar su reutilización y destino final, que según las mismas fuentes podría ser la valoración energética en una planta cementera.
La nueva planta de secado de lodos se ubicará en la comarca de La Plana Alta al ser la solución más adecuada tras analizar la procedencia de los lodos de las EDAR de Castellón, Benicàssim, Onda-Betxí-Vila-real, Burriana y Oropesa, entre otras, y las cantidades aportadas por cada una de ellas.
La superficie necesaria de la parcela será de unos 8.800 metros cuadrados y el uso del suelo en el que se instale deberá ser compatible con las actividades a realizar. Asimismo, la instalación se integrará en el paisaje mediante una pantalla vegetal.
Según las mismas fuentes, la capacidad aproximada de tratamiento será de 35.000 toneladas anuales, de manera que podrán obtenerse unos lodos tratados con una sequedad del 80 por ciento y la cantidad de agua a evaporar será de 3.232 kilos por hora.
La instalación de una planta de secado de lodos en la provincia de Castellón está prevista en el segundo Plan Director de Saneamiento de la Comunitat Valenciana, que establece los objetivos, criterios y directrices de actuación en materia de gestión de fangos procedentes de depuración.
Respecto a la tecnología del secador, será de tipo indirecto por convección de baja temperatura y llevará adaptado un sistema de cogeneración que proporcione el 100% de las necesidades térmicas del secado y como mínimo el 100% de las necesidades eléctricas de la planta y de autoabastecimiento de la cogeneración.
Además, el tratamiento térmico de los fangos convierte el fango húmedo (que se obtiene tras los tratamientos mecánicos de deshidratación en cada EDAR con un 20% de sequedad) en fango seco (90% de sequedad).
Con este tratamiento se consigue, según la Conselleria, estabilizar e higienizar el fango, aumentar su poder calorífico y, por tanto, posibilitar su valorización energética, además de disminuir el volumen de los fangos que se deban depositar en vertedero.
