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Domingo García Marzá: “El poder que tiene la sociedad civil es mucho más grande que el de los Estados o los ejércitos”

Domingo García Marzá: “El poder que tiene la sociedad civil es mucho más grande que el de los Estados o los ejércitos”
    El catedrático de Filosofía Moral de la Universitat Jaume I, Domingo García Marzá, ha defendido el poder de la sociedad civil que en los últimos años se ha visto reforzado por la capacidad de monitorización que ofrecen las nuevas tecnologías. De este modo, el profesor ha afirmado que “la monitorización se ha convertido en uno de los elementos más sólidos de la democracia” durante la conferencia titulada “¿Transparencia total? El principio de la publicidad aplicado al caso de WikiLeaks” que ha ofrecido durante la segunda jornada del curso de verano de la UJI “WikiLeaks: periodismo, transparencia y democracia” celebrada hoy martes 12 de julio de 2011.

    El profesor ha recordado que John Keane ya introdujo hace una década el concepto de democracia monitorizada, en la que “ningún actor con poder está libre del escrutinio público y esto cambia profundamente las cosas ya que ahora cualquiera puede controlar a un Estado”, como se ha demostrado con WiliLeaks. Se trata de un nuevo tipo de democracia en la que lo más importante es poder controlar a los que tienen poder y no tanto la participación a través de las urnas ya que aquellos a los que la ciudadanía puede votar no son ya los que realmente tienen el poder en un mundo globalizado.

    “A partir de los años 90 el mundo de la sociedad civil se ha vuelto mucho más potente, no solo tiene influencia, también tiene poder y un poder real. Hasta entonces parecía en el campo de la filosofía política que el poder solo lo tenían los estados y el ejercito”, ha explicado García Marzá. El catedrático ha hecho referencia a la pérdida de legitimación de la democracia por factores como la globalización, la pérdida de la soberanía estatal, la servidumbre de la economía, el individualismo, la apatía política y la desconexión entre gobernantes y gobernados. “Es en este caldo de cultivo en el que aparece un portal dedicado a la revelación de secretos y filtraciones de estados, empresas, particulares” que el profesor considera “moral y políticamente correcto”, a pesar de aquellos que argumentan que la transparencia total deja en desventaja a las democracias al considerar que los estados para funcionar requieren secretismo y confidencialidad.

    El catedrático ve loable el hecho de hacer públicas informaciones sobre los estados que permitan, por ejemplo, “remover las diplomacias”. Respecto al periodismo, señala que WikiLeaks “tiene su espacio y los medios de comunicación también han de tener el suyo. Creo que son dos caminos diferentes ya que un periodista es un profesional con unos valores codificados”. Por ello entiende que el promotor de WikiLeaks Julian Assange es “un activista no un periodista”. García Marzá considera que “el ciudadano tiene también la obligación de controlar el poder sea generando información o leyéndola” ya que “el poder cuando es injusto se esconde”.

    Montse Fernández destaca la interrelación entre WikiLeks y el 15M
    Por su parte, la profesora del Máster en Comunicación Política e Institucional del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, Montse Fernández, ha destacado la relación entre fenómenos como WikiLeaks, Anonymous o el 15M que tienen como precedentes aspectos como el asociacionismo y el activismo digital; el acceso a la cultura abierta; la demanda de una mayor transparencia corporativa y política “sobre todo a raíz de la crisis”; el denominado open government, es decir, un gobierno que haga accesibles sus informes, datos, etc.; la demanda de libertad de expresión y los movimientos hackers de activistas de la información.

    La autora del libro Internet, Blogs y Política 2.0 ha destacado que estos movimientos se han visto además impulsados por una serie de sinergias como las ganas de cambio del statu quo establecido, la existencia de grupos con una misma sensación de malestar, la capacidad de conexión que dan las redes sociales unida a la reducción de la brecha digital y la democratización de la cultura. Para Montse Fernández estos fenómenos suponen “un gran cambio social, ya no está en manos de los gobiernos lo que cuentan o lo que no, ni siquiera depende ya de los periodistas”. En este sentido, la profesora coincide en señalar que “el hecho de saber que están auditados puede ayudar a que trabajen con un mayor grado de ética”.

     

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