Isabel Sabater repudia el "machismo recalcitrante" y la "ética disoluta" de Carlos Fabra

La concejala socialista de Castellón y presidenta de la ejecutiva provincial del PSPV-PSOE, Isabel Sabater, repudia el “machismo recalcitrante” del presidente de la Diputación, Carlos Fabra, quien se dirigió a ella en una cena con militantes del Partido Popular como “la esposa del peor alcalde que ha tenido Castellón”.

Sabater reivindica su derecho, “y el de todas las mujeres que así lo quieran”, a mantener una trayectoria política personal propia, independiente de la de sus parejas. “Fabra no entiende que hay familias en Castellón que no son una comuna de oscuros intereses económicos y que no tienen que dar cuenta de ninguna sospecha de corrupción ante los tribunales de Justicia”, añade.

“Mientras los militantes de izquierda luchábamos por traer y consolidar la democracia a este país, los amigos de Fabra aún militaban en Falange Española y de las JONS”, afirma Sabater, que condena el “talante cero” del presidente provincial del PP. “Fabra ha perdido el último resquicio de responsabilidad política que le quedaba, si es que alguna vez tuvo alguna”, declara. Sabater censura la “ética disoluta” del que debería ser “portavoz de la decencia de la vida pública en la Administración local”.

La concejala socialista reprende también a Fabra por la “bravuconada” de decir que “se sacará la pirula y meará en la sede de IU” si le toca el número que figura en la parodia del anuncio del calvo de la lotería que protagoniza el dirigente del PP, que en el último sorteo del Niño resultó premiado con 2 millones de euros. Según Sabater, el alcalde de Castellón, Alberto Fabra, debería estar atento de las “barrabasadas” del presidente de la Diputación y “aplicarle la ordenanza de civismo”que recientemente aprobó el pleno.

“Un personaje público con el currículo judicial de Fabra debería mantener la boca cerrada y esperar a ser depurado por los tribunales, pero tenemos que aguantar las insidias y las maledicencias del mayor imputado  de este país, que cree que su elección como cargo público le da cobertura para hacer y decir lo que quiera después de una comida copiosa”, concluye.