La intrusión marina en la desembocadura del río Mijares está perjudicando a la población de galápago leproso
El galápago leproso (Mauremys leprosa) ha protagonizado en los últimos 10 años una expansión considerable en las zonas húmedas castellonenses. Antes su distribución era más abundante en los tramos fluviales medios de algunos ríos del territorio valenciano, concretamente en aquellos lugares que presentaban aguas limpias y bien oxigenadas. Desde hace unos años es fácil encontrarlas por algunas zonas húmedas de la provincia de Castellón conviviendo con los también autóctonos galápagos europeos (Emys orbicularis) y lamentablemente con las invasoras tortugas de orejas rojas (Trachemys scripta). La mejora en la calidad de los ríos puede estar detrás de este desplazamiento aguas abajo de la especie. El galápago leproso aparece como vulnerable en el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas de Fauna.
Sin rastro de la especie en la desembocadura del Mijares
La Guardería del Consorcio río Mijares colabora desde hace 5 años con la Consejería de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana en el control y seguimiento de las poblaciones de tortugas endémicas presentes en el paraje protegido: galápago europeo y galápago leproso . En el año 2011 se capturaron 14 ejemplares de galápagos leprosos en la desembocadura del Mijares. La noticia convertía esta población en una de las más importantes de la provincia de Castellón. En 2015 los datos obtenidos a finales de la campaña apuntaban cifras idénticas: 14 galápagos europeos conviviendo con los 9 ejemplares de la otra especie autóctona: el galápago europeo. Pero el 2016 ha sido diferente. De momento la guardería del Consorcio río Mijares no ha capturado ni un solo ejemplar de las dos especies. No hay que olvidar que la desembocadura del río está abierta al mar desde hace meses y se produce una constante intrusión de agua salada hacia les goles. La desaparición de los galápagos autóctonos puede estar directamente relacionada con el cambio radical de las condiciones del agua de les Goles. Lo más probable es que los galápagos hayan remontado el río Mijares para encontrar tramos con agua dulce en mejores condiciones para su supervivencia.
En la actualidad la mejor población castellonense de galápago leproso se encuentra en la marjal de Peñíscola. En 2006 se capturaron 128 ejemplares dentro del programa Life Trachemys de erradicación de tortugas invasoras. El año pasado se contabilizaron 87 tortugas. La población de la desembocadura del río Mijares era la segunda mejor antes de la conexión del mar con las gargantas.
El necesario caudal ecológico
Las tortugas autóctonas que habitan los humedales valencianos necesitan agua dulce. El Mijares no tiene un caudal ecológico constante y suficiente para mantener a la fauna que necesita agua dulce para sobrevivir sin problemas. Cabe recordar que el pasado mes de marzo se encontró en el interior de una de las gargantas de la desembocadura del Mijares una babosa marina. Este hecho ya apuntaba al elevado nivel de salinidad del ecosistema húmedo.
La campaña que realiza la Guardería del Consorcio río Mijares con las tortugas autóctonas finaliza el mes de octubre. De momento las magníficas poblaciones de galápagos que habitaban las gargantas y balsas de la desembocadura del río Mijares han preferido buscarse otros lugares más amables para vivir.
