Educación pondrá en marcha la asignatura de religión islámica en algunos colegios de Valencia y Alicante

La Conselleria de Educación de la Generalitat Valenciana pondrá en marcha el proyecto piloto de introducción de la asignatura de religión islámica en la escuela pública valenciana. De esta manera, la valenciana será otra de las comunidades junto con Navarra, La Rioja y Extremadura que estrenará el islam como asignatura en algunos de sus centros educativos públicos. Actualmente Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla y León, Euskadi, Madrid y Ceuta y Melilla tienen profesorado trabajando en esta área. El anuncio, que desde el departamento que dirige Vicent Marzà (Compromís) aseguran que no hace más que dar cumplimiento a los acuerdos firmados por el Gobierno de España y la CIE (Confederación Islámica de España) en el año 1992, ha generado no pocas polémicas, encontronazos y hasta una manifestación en Altura (Castellón).

Precisamente fue esta localidad, junto con Segorbe y Almassora las primeras en recibir el anuncio de haber sido seleccionadas para este proyecto. La falta de transparencia y el no haber contado con la comunidad educativa desde un primer momento, han condenado el proyecto al fracaso. Por el camino ha quedado una fuerte polémica que ha tenido hasta una llamada del alcalde socialista de Altura al President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, para dar salida a la situación. Así, tras haber descartado las tres localidades castellonenses, el foco se pone ahora sobre las provincia de Valencia y Alicante ya que desde la Conselleria se ha anunciado que cerca de una decena de colegios de estas dos provincias participarán, de manera piloto, en la introducción de esta asignatura. 

Para que un centro sea apto para impartir esta nueva asignatura debe haber un número suficiente de padres y madres que lo pidan. No obstante, al tratarse de un programa piloto, no se sabe a día de hoy que municipios verán nacer esta controvertida nueva área docente. Por el momento la propuesta de Marzà cuenta con el rechazo de gran parte de las asociaciones de padres y la sorpresa de algunas direcciones de colegios que piden más información y transparencia en este proceso de selección de centros. 

Igualmente, no son pocos los partidos y personas que recriminan al gobierno valenciano que facilite la llegada de una nueva religión a la escuela pública en un momento en el que se debate sobre su retirada definitiva del sistema público educativo español o, al menos, su no evaluación como una materia más.