Otoño extremo en la Comunitat Valenciana: máximas de récord y sequía histórica para despedir 2023
El año que acaba se ha situado como el segundo más cálido desde 1950, sólo detrás del año anterior
El otoño climático del 2023 ha dejado una huella imborrable en la Comunitat Valenciana, batiendo récords de calor y enfrentándose a una sequía histórica, según los datos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) para el tercer trimestre del año.
Los registros indican que el último trimestre del año fue excepcionalmente seco y cálido en la región. La temperatura media se elevó a 18.3 ºC, superando en 2.0 ºC el promedio normal y colocándose como el segundo otoño más cálido desde 1950, solo superado por el año anterior.
La escasez de lluvias ha sido aún más notoria, con una precipitación acumulada de 97.1 l/m2, un 43 % por debajo del promedio climático del periodo 1991-2020. La mayoría de la lluvia se concentró en los primeros 19 días de septiembre, con tormentas intensas que provocaron granizo y reventones húmedos. Desde entonces, la Comunitat Valenciana ha atravesado uno de los trimestres más secos en al menos el último siglo y medio.
Balance anual del 2023: Cálido y seco de récord
Con datos provisionales hasta el 19 de diciembre, el año 2023 se consolida como un período excepcionalmente cálido y seco en la Comunitat Valenciana. La temperatura media proyectada será probablemente 1.4 ºC superior al promedio climático normal, posicionándose como el año más cálido registrado junto con el 2022. En cuanto a la precipitación, se espera un déficit del 33 %, marcando el año más seco de las últimas cuatro décadas, desde 1983.
Este año ha sido testigo de temperaturas extremas, destacando el 10 de agosto, cuando el viento de poniente elevó las temperaturas por encima de los 40 ºC en más del 50 % del territorio. Además, se ha registrado un verano con noches excepcionalmente cálidas, sin precedentes en los registros históricos.
Desde el punto de vista pluviométrico, la irregularidad ha sido la tónica del año, con largos periodos de sequía, eventos torrenciales esporádicos y un único periodo largo de lluvias que se presentó muy tardío en primavera, entre mediados de mayo y principios de julio. Este 2023 deja una marca climática que desafía las estadísticas tradicionales y plantea desafíos en términos de gestión del agua y adaptación a las condiciones extremas.
