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Alertan de que el recorte del Tajo-Segura puede acelerar la desertización de España

Alertan de que el recorte del Tajo-Segura puede acelerar la desertización de España
  • La Cámara de Comercio cree que los regadíos de Alicante son “la primera trinchera contra la desertización”

“No solo la Vega Baja, sino el levante español, son la primera trinchera contra la desertización del sur de Europa”. Así de contundente se ha mostrado el vicepresidente primero de Cámara Orihuela, Pedro Mancebo, a la hora de manifestar la postura de la institución cameral ante cualquier recorte que se realice desde el Gobierno al Trasvase Tajo-Segura.

Mancebo ha asegurado que “aunque la lectura que se hace suele ser económica, es necesario hacer hincapié en la vertiente medioambiental y en la importancia que el regadío tiene para la sostenibilidad del Medio Ambiente, tal y como demostramos desde Cámara Orihuela en el informe que presentamos hace justo un año y que se suscribió por las cámaras de Alicante, Almería, Cartagena, Lorca y Murcia”.

El vicepresidente ha asegurado que “el trasvase es fundamental para el sur de España y de Europa y sin el agua del Trasvase hoy la desertización estaría más acentuada en todo el Levante español. La Vega Baja y toda la zona del levante es la primera trinchera contra la desertización del sur de Europa”. En este sentido, Mancebo ha recalcado que “los estudios han corroborado que la desertización afecta a todos los ciudadanos por igual y es una cuestión de conciencia social y de supervivencia del sur de Europa”.

Mancebo ha anunciado que Cámara Orihuela recurrirá, por tanto, cualquier decisión que suponga una merma de los caudales de agua provenientes del acueducto que conecta las cuencas del Tajo y el Segura “y defenderemos en los juzgados los intereses de Orihuela y de la Vega Baja, que son los intereses de todos los habitantes del sur de Europa”.

‘La sostenibilidad del regadío y su implicación medioambiental como elemento clave de la lucha contra el cambio climático. El caso del Trasvase Tajo-Segura’ es la aportación de Cámara Orihuela al informe global de las cinco cámaras del levante. Su redactor es David Bernardo López Lluch, doctor Ingeniero Agrónomo y vocal asesor de Cámara Orihuela. Este documento aporta distintas claves que justifican el sostenimiento del trasvase, entre ellos, y al margen de las grandes cifras macroeconómicas, los beneficios que tiene el regadío del trasvase en la lucha contra la desertificación de nuestro territorio y el cambio climático.

Otra investigación que trata de evaluar la desertificación en España, utilizando los indicadores de la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (CNULD), identifica el 74% del territorio nacional como susceptible de desertificación.  La Comunitat Valenciana ocuparía el quinto lugar, después de Murcia, Castilla la Mancha, Extremadura y Andalucía, con una susceptibilidad de desertificación del 100% del territorio. Este problema tiene relación con la extensión del clima semiárido por el territorio. Este clima, el árido y el subhúmedo seco, son los que posibilitan el avance de la desertificación.

Sumideros de CO2

De esta manera, se pone en relieve la importancia del efecto de sumidero de CO2 que ejercen los cultivos, ya que son capaces de absorber más dióxido de carbono (a través de la fotosíntesis) del que emiten las máquinas que trabajan para sacarlos adelante. También es crítico de cara al futuro, ya que deja patente la necesidad de que los regadíos continúen el proceso de modernización, así como en la rehabilitación y consolidación de los regadíos actuales a través de la implantación de prácticas más sostenibles que optimicen el uso de agua.

Este documento incide en que el sector primario es clave en la lucha contra la desertificación y pone el foco en el hecho de que no se reconozca su multifuncionalidad. “Nadie discute la necesaria producción de bienes como alimento o materias primas, pero hay que tener en cuenta que el sector agrario también produce bienes públicos como la viabilidad de las zonas rurales, protege los valores y bienes culturales y patrimoniales del medio rural y genera beneficios ambientales”, ha afirmado Pedro Mancebo, quien ha defendido la agricultura de regadío “como una actividad que capta más CO2 que el que emite, y, por tanto, se puede considerar sostenible desde esta perspectiva”.

El suelo cultivado se convierte, además, en una herramienta fundamental para el control de la escorrentía superficial en episodios de lluvias torrenciales, dado que mientras las superficies se mantienen cultivadas reducen la erosión superficial del suelo y posibilitan la conservación de la biodiversidad que, de no ser por la alternancia de cultivos, desaparecería.

El vicepresidente de Cámara Orihuela ha concluido que, “tenemos por delante un reto gigantesco, ya que por mucho que quieran convencernos, el árbol no les deja ver el bosque, este es un tema medioambiental y volveremos a los años 30 con zonas de secano y sin una visión de futuro en todos los sentidos. Retrocederemos 100 años. Somos la primera trinchera del sur de Europa contra la desertización y tenemos que ponerlo en valor”.

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