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Por Ángel Padilla
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La lucha animalista en España: presente y porvenir XIV

  • Los intrusos son rápidos: "aprovechan" vivotecnia

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La lucha animalista en España: presente y porvenir XIV- (foto 7)

Volvemos al "caso Vivotecnia". Para quien no lo sepa Vivotecnia es el nombre de un laboratorio donde se practica el horror y la estafa de la experimentación con animales, sita en Madrid. Se filtraron a prensa unas grabaciones audiovisuales que se hicieron sobre el trato que los operarios dan a los animales, que conmocionaron al mundo. En los vídeos se veía operarios tratando a los animales mal, y riéndose. En resumidas cuentas, lo que ocurre en todos los laboratorios del mundo donde se tortura animales, a la postre para nada (la investigación con animales no sirve para la especie humana, es obvio en medicina histológica, es obvio se mire por donde se mire).

Lo demás aparece en prensa, días y días de animalistas apostados a las puertas de los laboratorios Vivotecnia, reclamando, inocentes ellos con decenas de transportines en el suelo, uno para cada animal, creyendo que el gobierno de Madrid iba a ceder a terceros (que no sean la mafia vivisectora, o al matadero, a la picadora) a los animales de laboratorio.

Como traté en artículos anteriores, donde hablo de los intrusos en el animalismo y cuán grave problema resultan para cualquier tipo de avance con ellos por en medio [se encuentra toda la información en los anteriores capítulos de esta historia del animalismo, en los anteriores artículos, en esta misma sección Yo: animal], los intrusos olfatean con rapidez dónde hay un conflicto entre animalistas e instituciones. Lo analizan. Lo estudian. Y si ven posibilidades para sus fines, que no son ni los de la lucha animalista ni para nada favorecen a los animales, sino todo lo contrario, allí que se meten de cabeza.

Es lo que ha ocurrido con el tema Vivotecnia.

Ya metieron sus narices en el viviseccionismo Weber y Libera!

¿En qué forma? En la habitual a la que nos tienen acostumbrados. Tomemos de ejemplo el caso de la TAS de Argentina, de la que ya hablamos, Libera! logró introducirse en mitad (siempre se meten en mitad del activismo, del verdadero animalismo, y de los opresores) del conflicto, donde se pedía la prohibición de los caballos arrastrando carros cargados de basuras en Argentina, allí Libera! fue poblado a poblado ofreciendo un plan de reconversión (lo llamaban) donde proponían sustituir caballos por motocicletas, cosa que se hizo en algunos lugares, pero en forma tramposa, aparecían carreros encima de las motos para la foto del periódico del municipio correspondiente, quedaba bien el alcalde o el gobernador de turno, como a la altura consciente de la sensibilidad animal de los tiempos, quedaba bien Libera! (con cierto sector del animalismo que todavía cree que sus intenciones son beneficiar a los animales), a la par que Libera! queda siempre satisfecha con estos business por lo que en lo personal les reporta -nunca reporta nada a los animales ningún paso dado por Libera! o Weber-, y como aquí se narró, nada ha cambiado; las motos, que sepa, han desaparecido, se debieron haber vendido, y los carreros siguen usando caballos para arrastrar sus pesados carros, maltratando a los animales, cuestión que parece no importar en absoluto a Libera! porque en sus alegatos pone énfasis en la No prohibición de la Tracción a Sangre porque "criminaliza la pobreza (de los carreros)". En fin.

Y en el Congreso de la Nación Argentina lograron que para nada prosperase la prohibición de la TAS, por supuesto.

Pasemos a analizar ahora la intrusión de Weber y Libera! en el tema de la vivisección en la actualidad en España.

En las noticias de Google, pude hallar una cuyo titular poco menos que decía que por fin se iba a sustituir en España la experimentación con animales por otras alternativas, y el logro se produjo por Weber.

Entré en la nota, me topé con "los amigos": "la noticia" era un artículo escrito en blog "El caballo de Nietzsche", desde donde la escritora Ruth Toledano da cuenta puntualmente de "las buenas nuevas" de Libera! y Weber y ya desde hace muchos años.

En dicho artículo pone de subtítulo, o de nota explicativa al artículo: "En la misma semana en que el CNIO ha firmado con la Fundación Franz Weber un convenio para la investigación contra el cáncer sin usar animales, hablamos con las doctoras Emily Trunell y Frances Cheng -dos de las protagonistas del documental 'Test Subjects'"

O sea, quien lea esto (que, por cierto, en lo visible de la nota en Google referida antes, lo que se veía era ni más ni menos que el bulto de lo que se ha mostrado: "el CNIO ha firmado con la Fundación Franz Weber un convenio para la investigación contra el cáncer sin usar animales"), cree inmediatamente que estamos en la recta final para por fin erradicar la experimentación con animales.

Si seguimos leyendo el artículo nos encontraremos con testimonios  de vivisectoras presuntamente arrepentidas, presuntamente estresadas de torturar animales. Pueden leerse cosas tales como esta: "Emily Trunell también realizó su doctorado en neurociencia haciendo pruebas en animales, a costa de "desconectar la parte compasiva" de su cerebro, que sabía que los sujetos de sus investigaciones sufrían y sentían dolor, igual que ella. "Algunas personas, incluyéndome a mí misma, nos disociamos de la situación para manejar los impactos negativos en nuestra salud mental", señala Trunell. [Muy "creíble" su humanidad, cuando narra la importancia de su experiencia situándose por delante de los sujetos agredidos]. Todavía recuerda perfectamente los días en que le tocaba sacrificar a los animales o cuando tenía que inyectarles un compuesto que les provocaba gran dolor. "Estaba tan estresada que al final del día tenía una enorme tensión muscular y migrañas, pero en aquel momento no entendía por qué". [Uno no puede entender que la gente lea esto y no se ofenda enormemente, es una patraña, una mentira monumental. Los nazis que operaban en los barracones donde se gaseaban a los judíos, o se les fusilaba, estaban allí porque eran los que podían hacerlo, sin más. Y querían. Nadie lleva a un lugar donde se mata como Alicia que cae por el hueco del campo.]

Para colmo, se nos cuenta que: "Emily pensó en abandonar pero decidió seguir adelante, creyendo que ella sería la única persona en el laboratorio que iba a cuidar a los animales de forma adecuada y con la esperanza de poder hacer algunos cambios positivos."

¿Nos quedan dudas después de esa relación de hechos de que todo esto es una bufonada, una invención total y completa? ¿Cómo decidió Emily seguir adelante bajo la premisa de que "ella sería la única persona en el laboratorio que iba a cuidar a los animales de forma adecuada"? ¿De verdad creen que todos somos tontos? ¿Tratar animales en un laboratorio de vivisección de forma adecuada?

Pues bien, toda esta intro farragosa y nada creíble, es para blanquear el mundo de los laboratorios de vivisección, como si en ellos pudiera haber "personas", y no carniceros, como expresa el experto antivivisector Javier Burgos, quien sitúa la mayor tesis en contra de la vivisección en que quien trabaje todos los días, bajo el nombre de algo llamado ciencia, realizando esas escabechinas en animales (entre las que se encuentran, por ejemplo, para ver los efectos de las quemaduras, abrasar el cuerpo de un perro beagle con un soplete de fuego), sólo pueden ser sádicos. 

Y ¿por qué se busca "humanizar" a los vivisectores?

Ya vamos llegando.

Porque, como dije al principio, en nota anterior de prensa se anuncia el "convenio entre el CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas) y la Fundación Franz Weber para llevar a cabo proyectos de investigación empleando técnicas alternativas al uso de animales.

La noticia se titula así: "El CNIO colabora con la Fundación Franz Weber para fomentar alternativas al uso de animales en investigación", es de fecha 15 de julio de 2021. La de El caballo de Nietzsche, se publica al día siguiente.

En esta noticia que leemos en el portal de CNIO, aparece una fotografía con las siguientes personas "De izquierda a derecha: Ruth Toledano, María A. Blasco, Rafael Rodrigo y Leonardo Anselmi, durante la firma."

En el arranque de la nota de prensa se narra lo que pretenden hacer:

"El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha firmado esta mañana un convenio de colaboración con la Fundación Franz Weber para la puesta en marcha del programa de ayudas posdoctorales ‘Amigos del CNIO-Fundación Franz Weber’, con la finalidad de ofrecer a jóvenes doctores/as la oportunidad de desarrollar proyectos de investigación de excelencia que empleen técnicas alternativas a la experimentación animal, como el uso de organoides humanos, la biología computacional, o la tecnología de edición genómica CRISPR-Cas en células, entre otras."

¿Ante qué estamos entonces? Ante nada relevante, en principio; estudiantes que en prácticas de fin de carrera experimentan, en lugar de con animales, con otros métodos. ¿Es eso bueno? Maravilloso, desde luego.

Pero ¿qué hay detrás? Porque siempre que hablemos de un paso dado por Weber en cualquier estrato o contexto del animalismo, debemos ver la letra pequeña o la trampa a los animales, el dique a la lucha, que ya tienen puesto en casi todos los terrenos; les faltaba entre algunos otros que todavía les quedan (el uso de animales se da en tantas facetas de la vida social del humano que es como un abanico con todo el arco cromático completo, pormenorizado), esta cuña en la lucha que busca prohibir la experimentación con animales, por grotesca, horrorosa y, para colmo, ¡inservible! ¡Una farsa de siglos!

Si seguimos leyendo la nota, veremos que se va desinflando el discurso que presentan como animalista -como siempre ocurre-, pone: "El CNIO, en su compromiso con las buenas prácticas para reducir [reducir, ¡reducir! ¡¿cómo se computa eso?! ¡De ninguna forma!] el uso de animales de experimentación, buscar fomentar con la Fundación Franz Weber el uso de métodos alternativos al de los animales en investigación. Esta colaboración es pionera en centros de investigación españoles, y una de las primeras en el mundo con esta finalidad."

Para no aburrir al lector, finalizo con la punta de lanza de la trampa a los animales: encontramos este párrafo en el artículo tratado:

“Con este acuerdo con la Fundación Franz Weber el CNIO quiere mostrar su más firme apoyo a las buenas practicas en la experimentación animal, que incluyen la sustitución de animales de experimentación por métodos alternativos en aquellos casos que sea posible”, explica María A. Blasco, directora del CNIO."

Cito: que quieren mostrar su firme apoyo "a las buenas prácticas en la experimentación animal". Pero ¿no hablábamos de sustituir los animales por otras cosas? ¿Nos encontramos ahora con unas buenas prácticas, no detalladas antes en ningún momento, en la experimentación animal? Puede leer el lector cuantas veces quiera esta incongruencia, en realidad toda la verdad de sus fines, que no buscan erradicar ni mucho menos la experimentación con animales, porque concluyen que esas tales buenas prácticas en la experimentación animal que "incluyen la sustitución de animales de experimentación por métodos alternativos en aquellos casos que sea posible". ¿Leyeron? ¡En aquellos casos en que sea posible! Y ¿cuáles son tales casos? ¿Al arbitrio del investigador? ¿De un tribunal médico? ¿Del Papa?

Humo.

Humo que logra lo siguiente, absolutamente letal para los animales:

Con estas acciones se plantea una realidad irreal, los animalistas, leyendo estas noticias creen que ya se está trabajando seriamente en la eliminación de la presencia de animales en los experimentos médicos, cuando hemos visto que no es así para nada. Creyendo la lucha que el tema ya está cogido por manos serias, se relajan y trabajan en otros terrenos. Quedando desamparados, en lo cierto, los animales torturados en los laboratorios para una medicina genocida y biocida.

Y, por supuesto, llevándose un nuevo tanto para sus intereses particulares los intrusos de la lucha, haciendo un mal enorme a la lucha y a nuestros defendidos.

Hasta que no se tome consciencia de que los enemigos de los animales no son únicamente sus maltratadores y quienes los esclavizan y torturan sino que dentro de esta lucha hay actores que son incluso más enemigos que aquellos porque apuntalan humos de falsa acción, el animalismo español estará perdido.

JAVIER BURGOS, LA LUCIDEZ Y EL SENTIDO COMÚN

El experto antivivisección Javier Burgos, con el que he tenido amplias conversaciones sobre la vivisección, que él considera la estafa y la mentira más grandes que se han mantenido en el tiempo, generadas por la humanidad (en tanto a que confluye la ciencia -presuntos científicos- por medio, concuerdo con él en que se trata de un pensamiento mágico creído por millones, en forma incomprensible), insiste en sus prédicas respecto a que quienes actúan contra la experimentación con animales han de ser contundentes. Es común observar posiciones, hablamos de entes animalistas, que piden, compasión y ética, que se deje de usar animales en los laboratorios por amor a ellos, respeto, blabla; además incluyen en sus discursos, sorprendentemente, la superstición, la creencia, de que en esos laboratorios algo bueno sale, que vale de algo aquello. Esa idea ha venido trayéndose hasta la actualidad intacta: la de que aunque sea en un diez por ciento de los casos, ciertas investigaciones con animales han servido para la medicina humana y el bienestar humano. Y es falso. Nada de lo que se hace con animales en laboratorios sirve para la especie humana. Eso es lo que hay que decir, lo que hay que expresar con contundencia. Que estamos ante una abominación, además de ante una vasta y honda mentira. No sirve experimentar en una especie enfermedades de otra especie. Esto tan básico, en histología médica, en biología básica, es incuestionable. Además, Burgos insiste en que el método que con tanta ligereza los vivisectores denominan científico, no lo es para nada. Emplean términos como "similar". Dicho término no vale en ciencia, no vale en matemáticas, donde dos más dos son cuatro. No vale decir que dos más tres es similar a dos más dos, porque da como resultado un número cercano en ambos casos, no. La ciencia emplea, además, el empirismo. Por eso no acepta ningún fenómeno de los llamados parapsicológicos, porque no pueden ser reproducidos en laboratorio, reproducidos y tratados (empirismo). Por tanto, para la ciencia, que según el humano es el sumun del pensamiento razonado, para nada existen las psicofonías, las psicoimágenes, las teleplastias, los fantasmas, los fenómenos poltergeist, la telepatía, las visiones de acontecimientos futuros, etc. Porque dichos sucesos narrados en igual forma (elementos estéticos, sonoros y orden en la manifestación) en todo el mundo y en toda época, no existen. Sin más. Para la ciencia. Porque la ciencia no puede obtener un fantasma en un laboratorio y pesarlo, hablar con él, replicarlo, etc. Evidentemente, no puede hacer eso. Por tanto no existen, para la ciencia, los fantasmas.

Pero sí existen ideas que no son razonadas, para cubrir de seriedad un acto tan aborrecible como el de la vivisección, y son aceptadas, y son incluidas en el lenguaje vivisector y aceptadas por la ciencia y como científicas. Es asumido como científico que en el metabolismo de un perro se pruebe el efecto del humo del tabaco en los pulmones caninos, para evaluar el impacto de dicho humo en el perro: con respecto al ser humano. ¿No estamos ante una afirmación así como ante un fantasma siendo pesado y con el que se habla  en un laboratorio? La ciencia, como vemos, usa manga ancha para adentrar certezas irracionales, estúpidas mejor dicho, con el único fin de perpetuar la mafia del trasiego de animales por los laboratorios, a fin de que miles de sádicos vivisectores quemando, envenenando, mutilando, congelando, destrozando los huesos de animales conscientes, flagelando, electrocutando, humillando, generando estrés continuado, miedo profundo, derramando los más diversos líquidos para probarse estos en los ojos abiertos de conejos, perros, gatos, con sus actos, sus "trabajos" diarios, confirmen que "la ciencia persiste y avanza" y que debemos seguir confiando en los nuevos medicamentos inservibles que salen a la venta, en los nuevos métodos de adelgazamiento, en las nuevas cremas "antivejez", etc. La "ilustrada" ciencia, la que denunció Javier Burgos en las manos del cirujano Leonard Bailey, quien trasplantó un corazón de mandril a una niña norteamericana que acabó muriendo pocos días después. Burgos, desde SUPRESS (asociación antiviviseccionista, Students United Protesting Research on Sentient Subjects), constituida por miles de miembros, fundada en Los Ángeles, California). denunció aquel horror, por completo estulto e indecente, que define todo lo realizado con animales en los ocultos laboratorios vivisectores.

POR QUÉ LOS VIVISECTORES OCULTAN SUS "HECHOS"

A continuación expongo algunos (son infinitos, tanto como la imaginación dé) de los "experimentos" realizados en distintos laboratorios vivisectores con animales:

  1. Cada año, decenas de miles de monos son sometidos a experimentos donde les hacen pasar hambre, los inmovilizan, los infectan con enfermedades, los saturan con químicos y drogas. Los investigadores les perforan agujeros y les atornillan objetos en sus cabezas. Finalmente, los animales son asesinados. Miles de estos monos son importados, capturados en la selva, arrancados de sus familias y metidos en jaulas diminutas. Algunos son los bebés de monos capturados, criados en granjas decrépitas en África y Asia. Nunca les es permitido experimentar la libertad.

Los monos son encerrados en pequeñas cajas de carga y montados en aviones. Por supuesto, la alimentación, hidratación (de atención veterinaria ni hablemos) necesarias son cuestiones que no se tienen en cuenta y muchos animales mueren en el viaje. Viajes agotadores que pueden tener múltiples paradas y durar más de 30 horas. Los que sobreviven son cargados en camiones y deben soportar días de traslado hacia los laboratorios, donde vivirán una «vida» de tortura sistemática.

  1. Se cría a miles de monos cada año para hacerlos propensos a enfermedades mentales. La mitad de los bebés son arrancados de sus madres con el fin de causarles traumas mentales y nunca se les permite verse nuevamente. Estos bebés sufren de miedo, ansiedad y depresión graves, que les ocasionan pérdidas de cabello, diarrea e incluso los lleva a auto-mutilarse.

En uno de tantos experimentos, los bebés son enjaulados junto con sus madres sedadas. Los bebés aterrorizados intentan frenéticamente revivir a sus madres. En uno de estos experimentos, que se logró grabar, se puede escuchar a los investigadores riendo mientras una madre sedada lucha para mantenerse despierta para poder consolar a su hijo.

A algunos de los jóvenes los hacen adictos al alcohol, lo que hace que su depresión empeore. En un experimento de este cariz, quedó registrado que los investigadores admitieron que aquello no es aplicable al tratamiento del trauma psicológico ni a los trastornos cerebrales en humanos.

  1. También se realizan experimentos sobre la sexualidad. A los animales les dañan el área del cerebro vinculada (en los humanos) con el placer sexual y les mutilan los genitales. En un experimento, a ratones y ratas les amputan toda la piel de sus penes. Sus genitales fueron estimulados eléctricamente con electrodos e inyectados con productos químicos. Luego fueron asesinados y sus penes, diseccionados. En otros experimentos, los investigadores encerraron a ratones hembra en dispositivos para inmovilizarlos, les perforaron agujeros en el cráneo y les causaron lesiones con quemaduras en el cerebro. Luego les presentaron muestras de orina de machos castrados y de machos no intervenidos, y se registró la cantidad de tiempo que pasaban olfateando cada muestra de orina. Todos los ratones fueron matados y diseccionados.
  1. En un experimento en la Universidad de Wisconsin-Madison (UW-Madison), a los gatos les perforaron orificios en sus cráneos, implantaron bobinas de metal en los ojos y los privaron de comida y de agua. A algunos incluso los incapacitaron del sentido del oído. Los gatos fueron encerrados en dispositivos para inmovilizarlos y fueron obligados a escuchar sonidos procedentes de diferentes direcciones a cambio de un pequeño bocado de comida. Algunos gatos, en el laboratorio donde esta estúpida abominación se perpetró, soportaron tal maltrato por más de 10 años.

5 Cada año, se dispara, apuñala, mutila y mata a miles de animales vivos durante crueles ejercicios de entrenamiento militar. Existen vídeos donde se ven militares fracturando y amputando las extremidades de cabras vivas con podadoras de árboles, apuñalando a los animales y sacando sus órganos internos.

UNA FOTO PARA LA HISTORIA

Tanto Leonardo Anselmi (Libera! Weber), como Sergio García Torres (Dirección General de Derechos de los animales), como Ismael López (Santuario Gaia), se hicieron una foto a las puertas de Vivotecnia (cuando comenzaron las protestas contra ese laboratorio de vivisección), sonrientes, unidos, el primero ya sabemos que asociado a la Weber, que como único modelo de solución para la vivisección -ya se ha dicho antes-, plantea unas clasecitas con métodos sin animales para estudiantes, eso sí, dejando claro en el temario que estudiarán "las buenas practicas en la experimentación animal, que incluyen la sustitución de animales de experimentación por métodos alternativos en aquellos casos que sea posible"; de Sergio García Torres sabemos que lo aupó un partido político a la recientemente creada  Dirección General de Derechos de los animales, para crear una ley estatal de protección animal, que por lo que va adelantando el susodicho en su página de facebook  y en el portal de la Dirección General de Derechos de los animales, va a empeorar la que ya había; siempre habla de que se abordará sólo el "mascoterismo" y será una ley "de mínimos", con toda la cara lo dice. Sergio García se ha reunido para saber, según él, la opinión "de todas las partes" en el maltrato animal, con cazadores, ganaderos, matarifes, gente del mundo de la tortura taurina... Y el tercero que aparece junto a estos, tan feliz, es uno de los directores y fundadores del Santuario Gaia. ¿Intrusos en la lucha unidos (tan amiguetes) a un vegano que rescata animales? Este es el nivel.

Esta, en resumidas cuentas, es la ignominia que hay que reparar con urgencia por el bien de la auténtica lucha por la liberación animal y su respeto verdadero. (La foto comentada aparece en la galería de fotos que se ofrece con este artículo.)

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