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Por Ángel Padilla
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La lucha animalista en España: presente y porvenir II

  • Inicios del antitaurinismo español

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La lucha animalista en España: presente y porvenir II- (foto 1)

Considero esencial hablar del antitaurinismo español, para explorar sus inicios y sus porqués de la actualidad, puesto que la lucha antitaurina siempre ha sido la icónica en este Estado, desde el inicio se ha usado como muro a abatir significativo, decíamos: "Si tumbamos una tortura pública, las invisibilizadas, maquilladas y ocultadas irán después".

Hay muchos aspectos importantes del nacimiento del animalismo español que ahora, en el presente, contemplamos, las entidades, su forma de actuar, sus protestas, que mucha gente de la actualidad de la lucha desconoce y que son de interés esencial para comprender qué ocurre hoy, y sobre todo por qué.

Expondré mi experiencia en el antitaurinismo de inicio en este país, y creo que con mi experiencia y la de otras compañeras y compañeros -vivencias que son semejantes-, iremos entendiendo no solamente por qué la situación ha devenido en lo que hoy pasa, sino que encontraremos un gran caudal de análisis sociológico, antropológico y, espero, un retrato fiel de la humanidad, de lo humano, de los errores capitales del ser humano que florecen, por igual, fuera de la actividad del compromiso o en la entraña del compromiso y las llamadas luchas sociales (que yo las entiendo como asociales, o desearía que así fuera, puesto que lo social es un orden de Poder y represión, siempre, y las luchas están abocadas a abolir todo Poder, pues en tanto exista pirámides de líderes y mandatarios, el Poder generará desigualdad, por tanto injusticia.) Muchos se preguntan: cómo en entornos donde se lucha por un bien (concreto), los actores de esta lucha pueden ser, pongamos ejemplos, egoístas, infraternos, ausentes de empatía entre los propios animales de su misma especie, e incluso malvados. Sí, ocurre. Y ese es el problema medular que afecta a la mayor lucha, el mayor elevamiento evolutivo y moral -diremos de Justicia no la de los Juzgados sino la del sentido común, la del atender a los intereses de cada individuo- que podrá haber y debe haberlo en la comunidad humana, de entre su anormal estadio en las ciudades, donde existe aturrullada por unos Poderes, unos amos y esclavistas a quienes cada reo y esclavo ha elegido, cree, voluntariamente, en un entorno asfixiante y enloquecedor adelantado ya por autores visionarios como Orwel o Huxley, entre otros y otras.

Quien crea que divago, deberá retroceder y mirar que para entender la conducta extraña, o llamativa, de alguien, hay que estudiar su entorno, sus actos pormenorizadamente, los porqués, mediante las ciencias que (más o menos ciertas, y profundamente incompletas) conocemos. La psicología, en el caso de comportamientos individuales que causan dolores y declives a la persona y, eventualmente, a su entorno, problemas que pueden paralizar a una persona de verbo, de hechos, en una cama, abocándola a turbulencias contranatura: depresiones graves, estados bipolares y distintas formas de denominar el "ser en caos" a que aboca la (in) cultura humana actual a cada vez más personas. Entendiendo incultura la visión pequeña del mundo y del nosotros y del yo que una educación alterada, sesgada, para construir autómatas enfermos y no seres libres sanos, se enseña en las escuelas hasta la actualidad y el tiempo que le queda a ese secular y apolillado conocimiento del universo, de la historia humana. Se dice que la historia la escriben siempre los vencedores. Habría que añadir que la historia humana ha sido narrada, con sesgo malvado, por los represores. El ser-represor es una forma de anormalidad, de estulticia profunda. En resumen, padres tienen hijos y conducen sus mentes a estructuras sectarias donde son convertidos en aliados de un mundo estéril de creatividad, falso desde su médula a sus cristalizaciones de la realidad que creemos ver, e inane en cuanto a lo que realmente nacimos, enemigo de nuestra animalidad real, de nuestro ser-en-el-mundo creativo y libre.

Yo quiero analizar este señor, esta señora, llamada animalismo español, que está de pie, que respira, que tose, que viste ropa y es alto y toca con su pelo las nubes. Pero no parece andar, encallado entre edificios como un gigante de humo.

Ese muñeco polichinelo es hijo de una cultura tal cual la descrita, piensa con clichés, con vicios, intoxicado de visiones del cristianismo que desde las cloacas de toda la ciudad sopla sus elevaciones de mundos hediondos, como en el teatro el apuntador, y oyendo y siguiendo, en parte o en su totalidad las principales médulas de esos pensamientos victimistas -ejemplo, es violencia la lucha animalista que se comporta agresiva si conviene, para liberar animales o hablar por ellos, cuando esos animales están siendo matados (así piensa la mayor parte del movimiento animalista, que la violencia es sólo una, y no atiende al ejercer impulso total -dicen: esto es violencia- para liberar como sea a quien es agredido); por contra la legislación humana contempla esto descrito, si los animales no humanos que están siendo matados fueran humanos, defensa propia. ¿Qué defensa propia pueden ejercer los animales atados, hacinados, enfermos? Nosotros somos ejercientes de su defensa propia y a eso lo llaman, en el mismo animalismo pacato y monjil, como decía: violencia.

"Violencia que hay que evitar". ¿Siniestro y pobre, verdad?

Examinemos todos esos vicios de mirada confusa sobre la forma de operar para ayudar y liberar a los animales. Lo que somos, dónde estamos y cómo nos ven los demás (importancia grande que le dan los animalistas a ellos y "su" lucha, cuando lo que importa es, para nuestros defendidos, el efecto de los hechos en su bien, en su sueño), en esta lucha contra el biocidio, contra la estupidez y contra la crueldad endémica que debe ser erradicada.

¿Nos acompañas?

Descendemos...

Primeras Jornadas Antitaurinas en Valencia

En esas primeras jornadas, celebradas para unir a los principales actores en la incipiente lucha antitaurina española, en el Teatro Capri de Paterna, Valencia -he de confirmar el detalle, pero creo se produjeron en 2.005-, asistieron desde el primer Pacma, o sea las primeras creadoras del Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal (así se llamaba inicialmente para cambiarse -acertadamente- el nombre, en la actualidad por «Partido Animalista Contra el Maltrato Animal»), hasta diversos ponentes y ponencias, como [ponencia] «La tortura taurina: instrumentos reglamentarios utilizados en los espectáculos taurinos»; «La Iglesia y los festejos taurinos tradicionales valencianos, Ponente: D. Josep Martínez Rondán, párroco de Faura»; «Bous al carrer: El maltrato a los animales en los festejos taurinos tradicionales valencianos, Ponente D. José Rosendo Sanz Bou, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Valencia»; «Presentación del libro «El trato a los animales en España», de D. Alfonso Lafora»; «Cataluña Antitaurina I: Las denuncias por la entrada de menores en la plaza de toros de Tarragona, Ponente: Isabel González Suárez, miembro del Partido antitaurino contra el maltrato a los animales»; «Cataluña Antitaurina II: La declaración de Barcelona como Ciudad Antitaurina, Ponente Carmen Méndez, presidenta de ADDA»; «Entrega de los premios «Antitaurinos del año»; «Los colectivos antitaurinos de Bélgica y Holanda, Ponente Isabel Gonzalez Gil, coordinadora de campañas del Anti Bullfighting Committee Belgium»; etc.

Recuerdo que estaban los Verdes de la Comunidad Valenciana, de entre quienes uno de los antiguos militantes, cuyo nombre no recuerdo pero puedo asegurar que era muy animalista y a la vez ecologista, "especie" ahora difícil de encontrar, un ecologista que sea animalista, y que esa persona me felicitó por el poema antitaurino que recité, para finalizar las charlas. En ese tiempo yo no tenía las tablas de ahora y recité con nervios, el poema asimismo era demasiado largo e inconcreto. Hoy en día lo tiraría a la papelera. De esos Verdes, también recuerdo que Enric Garriga dijo en su charla que debíamos generar red, que olvidásemos diferencias y buscásemos afinidades, insistió en la palabra tejido y red. En ese momento de mi más tierna juventud (en comparación con mi época actual mental), me llamó mucho la atención tal insistencia que aquel hombre puso en ese concepto. Hoy, entiendo por supuesto por qué lo hacía.

En dichas jornadas se buscó como fin, no sólo ilustrar quiénes éramos y hacia dónde y cómo debíamos ir para tumbar la tauromaquia, sino que se propuso en unión de todos los concurrentes declarar Paterna el primer pueblo antitaurino, empeño que se logró, mediante un Referendum. En noticia del diario "Las Provincias" de enero de 2009 se publicó que "Paterna ha dicho un no rotundo a la celebración de bous al carrer. El 68% de los votantes en la consulta popular celebrada por el Ayuntamiento se han manifestado contrarios a los actos taurinos, mientras que un 31% lo ha hecho a favor. El alcalde, Lorenzo Agustí (PP) [...] ha decidido acatar el resultado haciéndolo vinculante."

Uno de los activistas que más importancia tuvo en esas jornadas fue Antonio Moreno (no el andaluz, el valenciano), un joven al que conocí y con el que mantuve una gran amistad, y que después de ayudar con tenacidad y de preparar esas jornadas, con el apoyo de la revista que entonces editaba él sólo con ayuda de su novia, llamada "Antitauromaquia", me lo adelantó -lo que estaba determinado a hacer-, iba acabando cada vez más quemado con la lucha que se iba suscitando, con las zancadillas, con los egos, y que a partir de entonces se dedicarían a su huerto, a ser veganos -él y su pareja- y a estar en la sombra. Espero que cambiase de opinión -no sé nada de él en la actualidad- porque era un compañero inteligentísimo y un gran estratega.

Para él la coordinación de aquellas jornadas fue demoledor, no por el ingente trabajo que le supuso, sino -me lo confesó, profundamente desilusionado-, por el poco interés mostrado por la mayoría de la gente que debía acudir, por la poca seriedad de muchos de ellos, porque tenía que ir detrás de todos constantemente, y por ver, tiempo después, cómo después de no haber hecho mucho o nada por el empeño, se arrogaban el éxito del mismo. El de Antonio Moreno es de los primeros casos de animalista quemado por el vicio mayor que adolece el movimiento ya desde sus inicios, la búsqueda de notoriedad y con el menor esfuerzo, si puede ser parasitariamente del trabajo de otros, mejor.

Lo que con más claridad recuerdo, de dichas jornadas -que nombro por ser creo el acontecimiento medular que marcó la chispa inicial de todo lo que ha venido después, en materia de asociacionismo y activismo-, es la visión de las integrantes primeras del primer PACMA. Para mí fue algo de especial emoción. Por entonces yo ya era anarquista, pero aquellas mujeres se presentaron como animalistas y para nada políticas. Me gustó ese símil que hicieron en su charla de que se metían en la política como en un "Caballo de Troya", un caballo lleno de animalistas, de animalismo, el caballo con forma de política. Dejaron bien claro que ni sabían de política ni les interesaba, sólo que entendían que debía existir la voz animalista dentro del Parlamento y por tanto alguien debía sacrificarse. Esas mujeres caminaban con nobleza, eran rudas, una nobleza no nobiliaria sino animal, parecían vaqueras, realmente eran fieras, eran duras. Me gustaron.

No mintieron, inicialmente ese grupo de primeras guerreras, que me fueron altamente ejemplares, cumplieron sus promesas. El primer PACMA fue un grupo de mujeres que coordinaban acciones de protesta de mucha contundencia, era un grupo que resultaba del todo animalista y simpático a los animalistas -porque era puramente animalista- y coordinaba manifestaciones a las que todo el mundo acudía, como las primeras acciones que se realizaron en Tordesillas, donde se puede ver -creo aún quedarán registros en vídeo de aquellos primeros momentos emocionantes y tremendos, de los primeros avances dignos y sin temor de un animalismo íntegro y que causaba respeto y miedo a los agresores- a, entre otras personas valientes y que representaban por completo la dignidad animal, a aquellas que yo vi en esa charla prometiendo actuar contra ese crimen de la tauromaquia con contundencia, haciéndolo: existe un vídeo donde se ve a activistas con pancartas recorriendo Tordesillas, su calle principal, mientras a un lado y a otro de ellos tordesillanos gritándoles, escupiéndoles, arrojándoles cosas, y estos animalistas avanzando resistiendo y sosteniendo el mensaje abolicionista. Sin duda ese vídeo -esa acción- es de las más importantes que recuerdo. La situaría en su importancia histórica a las fotos que existen de la primera mujer de raza negra que acudió a la universidad, en las instantáneas de la época se la ve avanzando firme mientras estudiantes la miran unos admirándola, otros con una sonrisa burlona. Espero no equivocarme si digo que entre esas y esos valientes iba Isabel Gil y Kontxi Reyero.

Después se fue viendo que cuando se unen varias personas para un mismo propósito, ese propósito se va desdibujando, ya sea porque algunas de las personas que inicialmente se juntaron deciden virar en tales planes e iniciales fines comunes, ya sea también por problemas personales entre integrantes (como los puede haber en un grupo musical -el símil podría ser inadecuado pero se ajusta a la realidad-). Sólo sé que ese primer Pacma comandado por Kontxi Reyero lo recuerdo como el más animalista, no obstante fue -reconocido por muchas compañeras- como un Pacma que comenzaba a ser ya férreo, demasiado estructurado, pasado el tiempo, y autoritario: se habló de "purgas" -con esa palabra me denominaban los hechos, y eran muchas las personas, y creíbles por serias, que me describían con detalles que desde la directiva no había un trato considerado a gente que se dejaba la piel en el empeño, y por disentir con la dirección -por un tírame allá esas pajas-, o eran echadas u obligadas a marcharse mediante presión-, de una suerte de ordeno y mando interno que hizo que muchas de las personas que inicialmente confiaron en esa primera agrupación, se fueran marchando hasta disolverse esa primera directiva para, al tiempo conformarse, fallidamente o sólo funcionales durante un tiempo corto, hasta la actualidad unas 4 directivas. La siguiente de la de Kontxi creo fue bastante efímera y poco activa, la tercera fue consolidando el ente político que ahora es Pacma, más político que animalista -entiendo, y entienden muchos, ese es su problema que deben solucionar-. Recuerdo que en el Pacma anterior a este último en que pone cara Laura Duarte, había como directiva una agrupación de animalistas -este penúltimo grupo directivo de Pacma era animalista pero era demasiado blando, sobre todo en comparación con el primer Pacma.

Lo demás ya lo conoce todo aquel o aquella que viva el presente animalista. Pacma es un partido político animalista, en el que la presidenta era Silvia Barquero, que hace relativamente poco (hablo en abril de 2021) se marchó para ingresar en Igualdad Animal (una asociación que inicialmente era de las más coherentes y potentes y que en la actualidad vive una zozobra bienestarista -deliberada, entiendo, para lograr más seguidores con un mensaje más simpático, amable y, por tanto, del todo traicionero hacia los animales-; de la que más adelante hablaremos porque es significante en sí misma -en su deriva- de lo que ocurre, hoy, en todo el animalismo). Hoy comanda, por decirlo de alguna forma, el Pacma actual Laura Duarte.

Laura Duarte siempre me ha gustado. Sus apariciones en debates eran tremendamente potentes. No movía un labio, no temblaba, se mostraba firme como una amazona de los campos y contestaba con contundencia,  enorme cultura y admirable audacia. Laura siempre la he visto como una animal defensora de los animales, muy muy válida.

Sin embargo el Pacma desde fuera que veo ahora es un ente que tiene mucho miedo de quedar mal ante el resto de la política, ante la población. Y es un ente que se ha alejado mucho del activismo de base -a la que niega, a la acción directa-, hasta el punto de que la gente más antigua del movimiento no cree en Pacma tanto por la endeble función que ejerce en defensa de los animales (sobre todo en el ámbito de la protesta, cuyos actos parecen más celebraciones, o festividades, que protestas graves y verdaderas), y cuya praxis consiste demasiado en arrogarse "éxitos" de acciones que se pueden haber llevado a cabo entre innumerables entidades y particulares. Es una constante ver cómo si Pacma ha participado, junto a otras entidades de defensa animal y grupos de activistas, en el rescate de determinados animales o en determinada protesta o denuncia, presente al tiempo una nota de prensa en la que se entiende que sólo Pacma ha logrado lo conseguido, sin nombrar a los demás concurrentes en la acción. Estas situaciones de ausencia de honestidad, de chuleo y burla a sus pares, de Pacma, ha terminado por hacer que no confíen en ese ideal caballo de Troya que fue como querían para este empeño en el Parlamento y en las calles las creadoras iniciales.

No obstante todo lo dicho, escribo estas crónicas con el ánimo de construcción, de reparación. Ni soy perfecto ni lo deseo -la perfección sería la muerte de lo bueno humano, de la creatividad, de la espontaneidad-, mis errores son continuados. Si me examino como activista, como escritor, años atrás, me sonrojo, rechazo muchas de las cosas que hice o cómo las hice, y hoy las haría mejor, en forma -desde mi visión- muy distinta en muchos casos. Aunque reconozco que mi espíritu y el destino que me planteé nunca ha cambiado, decidí entregarme en cuerpo y alma a la lucha, a los animales para su libertad, y desde el día uno hasta ahora no he cambiado el plan, y cada día soy más salvaje, y cada día entiendo la lucha mucho más rotunda y temible (para los enemigos de los animales, que son casi todos en esta Tierra).

Entiendo por ello que diseccionando nuestro movimiento y sus partes desde su raíz hasta sus hojas más altas, entendiendo el engendro molecularmente, sus enfermedades y padecimientos, entre todas lograremos sanarlo, como poco lo intentaremos. Siempre digo que las críticas que mejor efecto me han producido han sido aquellas que, desde críticos autorizados, han destrozado alguna obra mía, inicialmente me molestan y desagradan, con el tiempo son aquellas voces que más me han ayudado a mejorar.

Y si las asociaciones-dinosaurio pretenden seguir en sus malos hábitos, buenos para quienes las conducen, una mala noticia para los animales, deberemos reforzar a los grupos de individuos libres minoritarios pero bien cohesionados, de activistas abolicionistas, que jamás han dejado de luchar coherentemente por los animales y que nunca se han doblegado a intereses económicos, del cómo serán observados por la sociedad, sino que han -hemos- obrado siempre como milicias que hacen lo que los animales, si pudieran expresarse en nuestros idiomas, nos pedirían que hiciéramos. Algo que cambie cuanto más rápido sus suplicios diarios y hasta sus muertes cruentas, y no debates, zozobras, y presuntas pedagogías cuya única aspiración es que la humanidad entera evolucione en su mentalidad. No. Los animales no pueden esperar a esto. Entre otras cosas porque el planeta no tiene tampoco tiempo.

(NOTA: en la siguiente entrega abordaré, siguiendo en la línea de la historia antitaurina en este país, los inicios de los primeros saltos al ruedo y otros hechos similares. Asimismo iré poco a poco introduciéndome en la lucha animalista que no es la antitaurina, la que atañe a la abolición del uso de los animales en circos, en zoos; hablaré del veganismo, de cómo comenzó a darse en España, y de cómo fue adentrándose, en forma de discurso y filosofía en los movimientos y entidades que iban creciendo, veremos cómo caminaba este animalismo en esos tiempos de absorber información, de estructurarse y crecer... asociacionismo por los animales y pirámides empresariales: "venderse" en parte o en la totalidad o ser enteramente fiel a Ellas/os)

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