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Por J. P. Enrique
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Un simple rapero: Pablo Hasél

    Este músico, últimamente tan citado en los medios, nunca será un gran músico, tampoco un intelectual, ni un filósofo, ni un referente de una utópica  revolución. Será un simple rapero al que se le ha dado un protagonismo y una publicidad que él no habría imaginado jamás y que  le servirá para poder  vivir bien durante muchos años. Me resulta asombroso que tantos jóvenes le hayan situado donde nunca debió estar y que haya recibido tantos gritos de apoyo, y tanto vandalismo a favor de su liberación.

    Pienso a la vez, que la censura a sus letras nunca debió ser un delito ¿cómo puede ser delito penado con cárcel hacer canciones con determinadas palabras por deleznables o soeces que sean si no lo es que un grupo de generales retirados (es decir con una formación y una larga experiencia vital y buenos sueldos) hayan firmado un manifiesto antidemocrático; si no lo es que uno de ellos escriba que  “habría que fusilar a la mitad de los españoles”; si no lo es que un juez (es decir una persona sensata, racional y justa) despotrique contra un partido político, sobre independentistas o sobre comunistas?

    Las palabras  no pueden ser motivo  de cárcel, sean las que sean y las pronuncie quien las pronuncie. En todo caso  a quienes las pronuncian  con la intención de ofender, bastaría con aplicarles una multa o un trabajo social. Es lo que yo habría aplicado al rapero y al general “fusilador”. A los elogios del rapero al terrorismo de ETA pienso  que habría sido más justo y  eficaz obligarle a aprenderse los nombres de todos los asesinados (todos, también los de Lasa y Zabala) u obligarle a permanecer dos horas cada día en algún cementerio delante de la tumba de  alguna víctima. Todos (o casi todos)  veríamos esos castigos  como  penas más justas. A sus letras contra el Emérito yo ni siquiera las anotaría como posibles delitos  ¿Cómo puede ser delito ofender a  quien nos ha ofendido a todos con sus cacerías, sus amantes, sus comisiones millonarias, sus generosos regalos y sus cuentas opacas en paraísos fiscales, mientras ha vivido a cuerpo de rey (magnificando cómo se vive a cuerpo de rey) mientras los ciudadanos, sufriendo la crisis, le hemos pagado todos sus desmanes.

    Pablo Hasél no es nadie y menos un referente revolucionario como lo fue el mayo del 68 como algunos despistados quieren evocar.

    El rapero simplemente ha sido la chispa que ha estallado tras la ansiedad, la preocupación, el miedo y la frustración escondida y latente  en muchos jóvenes (como ya sucedió en Francia con los chalecos amarillos) que no ven futuro a pesar de la formación que tienen. Una frustración en la que han caído tras creer, como les hemos inculcado los mayores,  que su futuro estaba en su formación. Se han formado y muy bien y con sus licenciaturas en la mano (a veces más de una) se han topado con la realidad de que al ir a pedir trabajo,  comprueban que sus estudios no solo no  les sirven  de nada (para trabajar repartiendo pizzas o con mucha suerte obteniendo una plaza como investigadores a cambio de un sueldo temporal de mil y pico de euros) sino que en algunos casos hasta  han tenido que ocultar su currículo para que algún empresario no le molesten sus altos conocimientos pensando que no le son útiles para el puesto que él ofrece. Unos trabajos  de autónomos (falsos empresarios) o contratos temporales y precarios sin opciones para superarse y alcanzar puestos superiores en un futuro que debiera ser ilusionante.

    La organización de la sociedad  está en crisis y  requiere de profundos cambios  para ir en busca de un orden más justo, para que no evadan impuestos “legalmente” quienes deben contribuir con ellos a mejorar la sociedad, para que los que roban y mienten desde la política no la utilicen para su enriquecimiento ilegal, para que  no haya miedo a los cambios y sean minoría quienes están aferrados al orden existente cual muro de contención  para que nada cambie. Una sociedad que debiera implicar a quienes no votan para que con sus votos ayuden a que todo sea distinto y mejor.

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