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Por Santiago Ríos
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Robos en Burriana

    Me han vuelto a robar con fuerza, en la alquería. Ya son 11 veces. Entre el día 5 y 6, han cortado la valla que protege la vivienda, han roto el cerrojo y han sustraído lo que han querido. Desde el 22 de diciembre ya son 5 violaciones de mis derechos, sin que absolutamente nadie haga nada para impedirlo.

    En la inauguración de la nueva comisaría de los agentes policiales de Burriana, ideada para acoger a 135 funcionarios, el sub-delegado del Gobierno de la nación, se jactaba de que la delincuencia había bajado más de un 20% en la provincia. Posiblemente para ese censo estadístico debieron tomar como referencia las poblaciones de Bibioj, Jinquer y todo lo más Benitandús, pues en mi caso ha habido un incremento del 1.100%.

    No se trata de un error tipográfico, estoy diciendo un aumento del mil cien por cien (de momento, pues hoy día 7 han dado dos patadas a la puerta de hierro, han dejado sus huellas de bota y no la han podido abrir) aunque algún político no quiera entenderlo. Aunque lo ordenen los “jefes” de Castellón, para no alarmar a los futuros votantes, no se puede ocultar por más tiempo la avalancha de robos y demás actos delictivos que esta sufriendo la ciudad de Burriana y su término municipal.

    ¿Cómo no va a bajar la delincuencia en Burriana, si los datos se desvirtúan al separarse las denuncias, según zona de ocurrencia?.

    No son solo los robos en alquerías, casetas de labranza, motores de riego, cosechas y demás inmuebles rurales. Son también los robos y atracos en establecimientos, a plena luz del día; asaltos en parkings privados, intimidaciones a punta de navaja, palizas a transeúntes que se niegan a entregar sus pertenencias a los asaltantes; pisos y viviendas (una de ellas a escasos metros del ayuntamiento) ocupadas por gentes que se aprovechan de la debilidad de sus propietarios, de edad avanzada; intimidaciones en aparcamientos situados en la salida de supermercados y un largo etc.

    ¿Dónde van a parar las denuncias que formulamos ante nuestros agentes policiales?. Además, yo no quiero una comisaría para 135 agentes, lo que necesito es una cárcel (no como la de Sevilla) para 135 malhechores.

    Que dejen de mirar sus novísimas instalaciones y que empiecen por realizar controles de seguridad (no únicamente de vehículos) por la vía pública y caminos rurales. Que pidan aleatoriamente documentación a vehículos sospechosos y así no se volverán a encontrar con la sorpresa de que a la puerta de la Llar Fallera, todos los coches que habían estacionados estaban fuera de la ley.

    Los afectados por esta oleada de robos que desgraciadamente cada vez somos más, ante la pasividad de los responsables en materia de seguridad ciudadana, nos hemos puesto manos a la obra y con el asesoramiento de juristas, magistrados y gentes de bien, hemos iniciado una campaña de información ante la ciudadanía, con salidas en todos los medios de comunicación, para protestar en defensa de nuestros intereses, legalmente reconocidos por la Constitución Española de 1978 y desmentir con nuestros testimonios las manipuladas informaciones que emiten los políticos.

    También estamos recogiendo firmas, con la intención de presentarlas ante nuestro ayuntamiento, para que en su equipo de gobierno tomen, sin restricciones, las medidas necesarias y suficientes para forzar, de una vez por todas, a aquellas instituciones que tienen la facultad de poder acabar con la delincuencia y la falta de indefensión de los ciudadanos honrados de Burriana. Puede ser que algunos de los afectados, con educación, les pidamos su colaboración estampando su firma y sus datos. Ayúdenos.

    Están acabando con las alquerías rurales y ya han comenzado con inmuebles que se encuentran en zona urbana de la Serratella y Malvarrosa. El verano está cerca y ellos, los maleantes, saben que muchas de las viviendas de la ciudad van a quedar vacías. No se lo pongamos fácil, si todos nos movilizamos, podremos acabar con esta plaga, sin que nadie, excitado por la impotencia, cometa una acción de consecuencias irreparables.

    El día 4 de febrero, cuando al coger la prensa vi a nuestros dirigentes vaso en mano, degustando el delicioso caldo de la Font del vi, (que a no dudar, a mí también me hubiese gustado) yo me encontraba sufriendo las consecuencias del décimo robo. Me sentí ultrajado y profundamente humillado.

    ¿Qué ocurriría si el inmueble robado, el ciudadano asaltado o la vivienda ocupada, estuvieran vinculados a ellos?. Aunque habría que buscarlo, pues ya casi no quedan debido a los robos, otro gallo nos cantaría.

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    comentarios 12 comentarios
    makk
    makk
    05/03/2010 11:03
    que tristeza!!!

    Siento decir, que he sufrido dos robos. Ahora tengo miedo incluso de pasear. Siento mutilida mi libertad.

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