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Por Miguel Ángel Bodí
Reinventar Burriana - RSS

Recursos holgados pero mal aprovechados

    Es comúnmente conocido en nuestra ciudad que las arcas municipales tuvieron grandes problemas hace más de una década por los cerca de 18.000.000€ que costó la “desfeta” de la expropiación de la Papelera que, junto con la llegada de la crisis de 2008, provocó una reducción muy importante de los ingresos.

    Pero también es sabido que en los últimos años estos ingresos han subido de forma permanente y los gastos se han estado manteniendo, por lo que recurrentemente suele producirse un abultado superávit anual.

    Desde el año 2017 los fondos líquidos a 31 de diciembre, el dinero disponible en la cuenta municipal, fueron subiendo desde los aproximadamente 1.600.000€ a los 9.900.000€ de 2021. De hecho, los remanentes de tesorería para gastos generales, la ratio que refleja las cantidades sobrantes al cierre de cada ejercicio, han rondado los 5.000.000€ de media en estos años, con un máximo de casi 7.500.000€ en el año 2021 recientemente terminado.

    En cualquier Ayuntamiento, si se dispone de holgura en las cuentas, como es nuestro caso, se intenta avanzar con diligencia en la mejora de la ciudad, tanto en las grandes inversiones que siempre se necesitan, como en las pequeñas actuaciones que los ciudadanos demandan para un mejor mantenimiento de sus calles y plazas, así como destinar cuantiosas ayudas o subvenciones a diferentes colectivos necesitados.

    Por ello, y con los muchos recursos de que se dispone, no se puede entender como no se ha hecho caso hasta ahora a los empresarios y usuarios del Camí Vell de Valencia, que llevan muchos meses solicitando el arreglo de los innumerables baches en el camino y que han sufrido la manida respuesta del equipo de gobierno de que “no hay dinero para esto” , o que “se repararán cuando terminen las obras del Instituto Jaume I”, a pesar de que los camiones que aportan materiales que esta obra necesita no acceden por esta vía.

    Ha tenido que hacerse públicas estas quejas para que se dé una solución, y al final se ha conseguido el compromiso de efectuar la reparación en el próximo mes de octubre, lo que tampoco es muy aceptable, ya que el problema está ahora y ahora habría que solucionarlo, no cuatro meses más tarde.

    Este es solo un ejemplo de lo poco utilizados que están los recursos municipales, pero hay muchos más casos con solo pasearse por la ciudad, en que saltan a la vista los numerosos baches y desperfectos en muchas de sus calles y caminos, el abandono de los parques y jardines, o la suciedad de la vía pública, que año tras año presenta los mismos problemas sin solucionar.

    Estos abundantes recursos también podrían servir para suplir la falta de apoyo a los autónomos y pymes en estos todavía difíciles momentos, por ejemplo en cuanto a destinar ahora una cuantiosa cantidad (no una minucia, como se pretende) como apoyo al comercio local, una vez comprobado el éxito de los paquetes de bonos anteriores, de los que costó mucho convencer al equipo de gobierno de su oportunidad y rentabilidad. También podrían utilizarse para rebajar algunas tasas e impuestos a colectivos, como todavía muchas ciudades siguen aprobando, ejemplo nuestra vecina Vila-real con la hostelería, comercio y autónomos. Estas ayudas, como en anteriores escritos en este blog se ha comentado, son medidas muy importantes y necesarias para muchos ciudadanos en esta época de crisis, aunque nuestro equipo de gobierno no suele practicar demasiado.

    A este notorio margen de maniobra que tienen las finanzas municipales también ha colaborado el retraso en las inversiones que año tras año se prometen y no se ejecutan en nuestra ciudad. Este es el caso de los 250.000€ de que se dispone en las cuentas desde hace cinco años para gastar en las obras pendientes de las unidades de ejecución UE 30-31 en la Serratella, o los más de 800.000€ disponibles desde hace casi dos años en las obras de conexión y aceras entre el Puerto y el Grao, los más de 180.000€ para la apertura del Museo de la Naranja que nunca llega o los 700.000€ de la rehabilitación de la Casa de la Cultura, disponibles en su mayor parte desde hace casi dos años y en donde no se han iniciado todavía las obras. También hay que resaltar los 1.350.000€ que se aprobaron a final del año pasado para invertir en el Arenal, que, por el retraso que llevan los trámites y la falta de consenso con el resto de grupos, todo indica que van a sumarse también a estas disposiciones que quedan paralizadas por mucho tiempo en las cuentas municipales sin servir a su finalidad.

    Si a todo ello se suma la tardanza inexplicable en conseguir ciertos permisos de otras instituciones, es fácil conocer el por qué no se utilizan estos abultados recursos y se quedan parados en los bancos. Ha sido éste el caso de los dos años que se han necesitado de trámites para que se apruebe la pasarela del Clot o el futuro tornillo de Arquímedes en la Serratella, o los retrasos en los pliegos de contratación de obras o proyectos, como en el Proyecto de conexión con la CV-18 o Proyecto del Arenal comentado, que se han tenido que volver a publicar modificando los errores iniciales. Ha sucedido lo mismo con el Plan de Movilidad Sostenible, recientemente anulado por los tribunales, después de casi cuatro años de tramitación.

    Todo ello, conjuntamente con la decisión política, que se sigue aplicando, de “no gastar por si acaso y guardar para lo que pueda venir”, que instituyó este equipo de gobierno al comienzo de la crisis de la Covid en 2020, demuestra su pobre gestión y su poca talla política, así como su falta de empatía para atender las necesidades ciudadanas.

    Como prueba de todo ello, hasta la misma Intervención Municipal acaba de proponer que, ante tanto dinero parado en las cuentas, se estudie su aplicación a una mayor amortización de los pocos préstamos existentes que nos quedan, lo que puede ser adecuado técnicamente pero no políticamente. No hay que olvidar que Burriana es una de las ciudades con menos deuda por habitante de nuestro entorno.

    Los concejales del equipo de gobierno, ante las muchas peticiones que reciben, tendrían que olvidarse de responder con el latiguillo de “no hay dinero” que tanto practican, porque no es verdad, lo hay y mucho. De hecho lo gastan con facilidad en aquello que les interesa o que por el pacto político están obligados. Desde la cómoda zona de confort en la que están instalados, quizás lo que les falta son más ideas y más ganas de trabajar por la ciudad, ya que necesidades siguen habiendo muchas.

    Lo más adecuado políticamente, aunque sea ya un poco tarde porque estamos al final de otra legislatura, y donde el equipo de gobierno debería destinar su máximo esfuerzo, habría de ser centrarse en aumentar la eficiencia de la gestión municipal, poniendo todos los medios necesarios, y no en seguir manteniendo unas cuentas municipales con recursos tan holgados pero tan mal aprovechados.

    Mucho ánimo en el empeño.

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