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La investidura del fracaso

    En la primera sesión de investidura de Mariano Rajoy, como estaba anunciado, por la incapacidad del aspirante, de concitar la mayoría necesaria para ello, ha sido un fracaso más a acumular al historial político de este personaje.

    Ahora tendrá que acudir a la segunda sesión del 2 de septiembre. Y aunque en ella solo necesita alcanzar el ¡Sí!, por mayoría simple. El fracaso de la investidura, va a ser todas luces, inevitable, total y absoluto.

    Si a las sesiones de investidura, para ser Presidente, hubiera que ponerles nombre, gracias a Mariano Rajoy, a esta suya, habría que denominarla “Investidura para el fracaso”.

    Por sus propios medios, labrando cada día de su legislatura con su abrumadora mayoría, Leyes, Decretos y medidas que nos han conducido a España y los españoles a la catastrófica situación en la que nos encontramos, Mariano Rajoy ha cosechado en función de las semillas que él y su Gobierno plantaron durante cuatro años: El fruto merecido, cuyo nombre no podía ser otro que el ¡NO! a su investidura.

    Dicho más claramente, la corrupción y el mal gobierno, han sido los factores decisivos, y si se quieren buscar culpables, pues eso, ellos han sido los culpables, de los resultados obtenidos en la citada investidura. Y si queremos personalizar la culpabilidad, no hay que buscar mucho, el gran culpable es Mariano Rajoy.

    Ahora, desde ayer 31 de agosto, se ha abierto un periodo de dos meses para que los partidos puedan alcanzar algún acuerdo. Pero visto lo visto ayer, no parece que ese logro vaya a materializarse. Porque a pesar de la “operación exigencias” al PSOE, para que no se opusiese, quienes han votado NO a la investidura han sido además 95 diputados de muy diversa procedencia y que por sus legítimas razones, han venido a sumarse a los 85 socialistas, dio como resultado los 180 Noes.

    Por lo tanto vamos a asistir a una mayor agudización de la campaña anti-PSOE para hacerle cambiar su legítima actitud. Una campaña que orquestada desde El País y otros medios, va a acompañar las intenciones de Mariano Rajoy de intentar en ese tiempo, de alcanzar algún acuerdo, pero que va a estar caracterizada por la continuidad de las exigencias, amenazas y chantajes para doblegar a Pedro Sánchez y al PSOE para lograr que faciliten su investidura.

    Estos dos meses es lo que vamos a constatar. Y en mi opinión, como no va ser posible, ningún acuerdo ni favorable a Rajoy y ni a otra alternativa. El camino hacia unas nuevas elecciones será el que habrá que iniciar.

    Y de la primera sesión, creo que hay que extraer algunas conclusiones. En mi opinión, la intervención principal de Mariano Rajoy daba la impresión, o al menos a mí me pareció, triste, apagada sin ninguna apariencia de querer convencer. Y las contestaciones a los portavoces de los partidos, brillaron por su defensa de la unidad de la patria. Vamos lo de siempre.

    Solo pareció animado con la contestación a Pablo Iglesias, cuando le dijo: “Usted es estupendo, a veces me gustaría ser como usted”, quizá le faltó decirle al líder de Podemos cuando este con su bla, bla, bla, le dijese “Somos sus antagonistas señor Rajoy, y orgullosos de serlo” que esa izquierda es la que le vendría bien al Gobierno de Mariano Rajoy. Claro ese populismo de Podemos, que mucho bla, bla, bla, pero a la hora de la verdad voto contra la investidura de Pedro Sánchez coincidiendo con el No de Mariano Rajoy.

    A mí me pareció sinceramente magistral la intervención de Pedro Sánchez, y para quien no se había enterado aún, dejó bien claro varias cosas. En un repaso a las actuaciones del Gobierno de Mariano Rajoy afirmo que este aspirante a Presidente, “No es de fiar”, y siguiendo el recorrido de la gestión del líder del PP, señalo los recortes y la corrupción. La relación de 17 delitos – contados por mí – relacionados con el PP y que está imputado, fue el colofón de esa intervención del líder socialista. Rematando con claridad que “España necesita un Gobierno limpio, justo y social”. Y eso no puede ser la continuidad del Gobierno de Mariano Rajoy.

    Por otro lado, las aspiraciones de Albert Rivera deben estar sometidas a una revisión en su partido, desde mi punto de vista. Porque no se puede pactar con el PSOE para acabar con el gobierno de Mariano Rajoy, y luego pactar con el PP para mantenerlo en el gobierno. Las diferencias son bien notables. Y apelar al espíritu de Adolfo Suarez y Felipe González, está muy bien para un discurso, pero al final es por los hechos: “Que se conocen los partidos”. Y por ellos serán juzgados en las elecciones.

    Y esa es la opinión que me merece los debates de la primera sesión. Con la posición de Pedro Sánchez, creo que se deberían acallar las voces en el interior del PSOE, que rayan el ridículo, García Page y otros, deberían atenerse a la decisión y el acuerdo tomado por el Comité Federal del PSOE de NO facilitar de ningún modo el Gobierno del PP.

    Porque la estrategia del “mareo” que no de la “Marea” que pretende Pablo Iglesias de elaborar una alternativa tras el fracaso de Mariano Rajoy, NO ES POSIBLE POR LA ARITMETICA PARLAMENTARIA, PORQUE SUMAR LOS VOTOS DE PODEMOS, Y LOS QUE ESTAN MARCHANDOSE DE ESPAÑA, A LOS DEL PSOE. SOLO ESTA SIRVIENDO COMO VEHICULO A PODEMOS PARA INCREMENTAR LA CAMPAÑA ANTI-PSOE.

    Y si tenemos que ir a unas elecciones, creo que es la única vía para que los españoles resolvamos decididamente con nuestro voto, que el Gobierno que España y los españoles necesitamos es un Gobierno socialista con Pedro Sánchez de Presidente.

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