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Se acabaron las vacaciones

    Después del necesario descanso laboral por vacaciones, a la vuelta a la vida diaria, nos hemos encontrado con Mariano Rajoy fracasado en sus intentos de investidura, y una España si cabe peor y sin Gobierno.

    Agosto ha terminado con más paro, más precariedad laboral, menos afiliación y más déficit a la Seguridad Social que nunca. De esa recuperación que según Mariano Rajoy y su Gobierno “estamos disfrutando”, que lo presume porque pretende intentar después de las dos sesiones del fracaso a su investidura, su investidura. No hay que fiarse mucho.

    Tenemos importantes retos a los que tenemos que enfrentarnos en materia de empleo y de déficit público, dos aspectos bien deteriorados como consecuencia de la desgraciada forma de gobernar de Mariano Rajoy.

    El paro registrado aumentó en agosto, como consecuencia de una importante caída del número de afiliaciones a la Seguridad Social. Porque aunque tradicionalmente al final de la temporada estival, se da una pérdida de empleo en sectores como la hostelería y el turismo, este año el deterioro del empleo ha sido algo más acusado que en años anteriores.

    Por otra parte, la evolución del déficit de las cuentas de las Administraciones Centrales, no está facilitando el cumplimiento de los objetivos. El Estado acumuló hasta julio, un déficit de más de 29,000 millones de euros, por encima del registrado durante el mismo periodo del 2015. En agosto pues, nos hemos encontrado con más paro, más precariedad laboral, menos afiliación y más déficit a la Seguridad Social.

    Nunca habían bajado tanto las afiliaciones a la Seguridad Social como este año, con casi 145,000 afiliados menos que en julio. Solo el 4,3% de todos los contratos registrados son indefinidos a tiempo completo.

    El gasto en prestaciones por desempleo ha bajado un 10% en julio y la cobertura ha caído al 57,7%. Este dato es tremendamente preocupante, y a mí me hace reafirmarme en la convicción de que el modelo de empleo precario del Gobierno del PP, solo es un “Camino a ninguna parte”.

    Y esa es una de las razones, por las que Mariano Rajoy, culpable de esta situación, ¡NO! puede ser la solución a estos y otros tantos problemas económicos que nos ha generado con la política de recortes, pensando que iban a relanzar la economía en nuestro país. Y por eso está incapacitado para seguir de inquilino en La Moncloa.

    Y a pesar de las alarmas con las que quiere asustarnos como la de que están en peligro las retribuciones de los funcionarios y el pago de las pensiones, si España continua sin Gobierno. Naturalmente el suyo, estoy convencido que ni el PSOE ni otros del hemiciclo parlamentario le van a votar –si lo intenta de nuevo- para que salga investido como Presidente.

    Las retribuciones de los funcionarios figuran en los Presupuestos Generales del Estado para el 2016, y que se aprobaron antes de las elecciones del 20-D. Amenazar está feo, pero hacerlo además con mentiras, debería figurar en el código Penal como delito.

    Y en cuanto a las pensiones y su cobro, Mariano Rajoy, no dice la verdad. Y es que, durante cuatro años de su legislatura, no ha tomado ninguna medida real para que creando empleo, no se hubiera tenido que comer el “Fondo de Reserva” que dejo el Gobierno de Zapatero, poniendo al borde de la quiebra al Sistema público de Pensiones. Otra razón por la cual no se puede poner al “Zorro al cuidado de las gallinas”.

    Por todo ello, y a pesar de la demagogia Marianista y del PP, que seguirá desarrollando, el PSOE no puede apoyarle y facilitarle, de ninguna de las maneras la investidura de Mariano Rajoy, aunque en el próximo intento, se suba a la tribuna del Congreso vestido de lagarterana.

    Y la verdad, es que la situación económica del país, es de pena, y además consecuencia precisamente de quien “Va a perseverar” como ha anunciado desde China, del mal gobierno de Mariano Rajoy. Una situación cada vez más preocupante.

    La reducción de los desequilibrios laborales y fiscales, requieren una pronta atención. Primero porque el crecimiento económico, está dando señales de desaceleración, lo que podría provocar un menor dinamismo en la creación de empleo y un nuevo deterioro en las cuentas públicas.

    El marco exterior, se ha deteriorado como consecuencia del frenazo experimentado por varias economías europeas como Francia e Italia, y las dificultades de los países emergentes como Brasil y China, a las que hay que sumar las incertidumbres generadas por el Brexit, que han venido a provocar que el FMI revise a la baja las perspectivas del crecimiento mundial.

    Por otra parte, el déficit en materia de desempleo, es más amplio de lo que indica la tasa de paro. Y para impulsar la creación de empleo, no basta con el crecimiento económico, que hay que impulsar. Se necesitan medidas especiales, como el fortalecimiento de las políticas activas del mercado laboral, nuevas iniciativas de conciliación entre la vida familiar y profesional, y un mayor apoyo al crecimiento empresarial. Porque con un solo 7,2% de los contratos firmados de carácter indefinido, es evidente que persiste la dualidad que caracteriza el mercado laboral y que se requiere de una acción más contundente.

    A mediados de octubre, los resultados en materia presupuestaria serán examinados por las autoridades europeas a la luz de los objetivos acordados recientemente, España se expone a una multa, a la congelación de fondos estructurales y a una reacción de los mercados, que podrían reflejarse en la prima de riesgo.

    Con todo, la contención del déficit, es posible sobre todo si se logra una buena marcha de la economía, que permita más ingresos. Pero para eso, hay que ponerse a trabajar, cambiando al actual Gobierno de Mariano Rajoy, que ha sido el causante de la dramática situación económica en la que nos encontramos. Y asentar un Gobierno progresista de mayoría socialista, que aún complicado el verificarlo, es la única solución para poder abordar todos los problemas económicos y sociales que nos creó el Gobierno del PP.

    Mientras el líder del PSOE, va a tratar de abrir una vía de dialogo con Ciudadanos y Podemos con el objeto de ver si es posible evitar las elecciones. Con el aval de la Comisión Ejecutiva socialista se dirigirá a las “Fuerzas del Cambio” con ese fin. Pero como anunciaba en mi último artículo, lo va a tener difícil, porque Podemos mantiene su veto a Ciudadanos, al que le pide que se abstenga. Y la formación de Rivera tampoco se baja del burro, y se niega a alcanzar ningún acuerdo con Pablo Iglesias.

    Así están las cosas. Y a mí me parece que los buenos deseos de Pedro Sánchez de evitar las elecciones, va a ser un deseo frustrado por las posiciones de Pablo Iglesias y Albert Rivera.

    Veremos a quien acusa de provocar las elecciones, Rajoy y su parafernalia de miembros de la ejecutiva popular, cuando por las posiciones de Iglesia y Rivera, las buenas intenciones del líder socialista no se puedan llevar a cabo. Y vayamos a unas nuevas elecciones. Porque lo que ha anunciado en China Mariano Rajoy de que él va a “Perseverar” en su empeño, si espera como fruto el apoyo del PSOE, me parece, me parece que ni los chinos se lo han creído.

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