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Por José Luis Ramos
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El orden divino

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    El orden divino- (foto 1)

    El próximo jueves 8 de marzo las mujeres dedicaran el día a la lucha en defensa de los derechos a la igualdad. Sería deseable que participen más mujeres que el pasado año. Aquellas mujeres que no participen en la lucha porque estiman que la lucha de las feministas no tiene nada que ver con sus derechos como mujer, les aconsejo que traten de ver la película “El orden divino”. Luego que nos digan si siguen pensando que las luchas de las feministas en favor de la igualdad de derechos, entre mujeres y hombres, tiene algo, o nada que ver con los derechos de las mujeres. Además, que nos digan si  creen que la lucha de las feministas, sirven o no, para mejorar la situación de las mujeres.

    “El orden divino”, es el título de una película de comedia dramática Suiza de 2017, dirigida por la suiza Petra Volpe. Narra la lucha de las mujeres suizas reclamando el derecho a votar, que no tenían reconocido. En el año 1963 Suiza ingresó en el Consejo de Europa. Pero no ratificó el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (CEDH), porque no tenía reconocido todavía el derecho de voto a las mujeres.  Todavía en el año 1959, con el 66,9% de los votos expresados en un referéndum se ratificó negar el derecho al voto de las mujeres. En 1969, tras las nuevas protestas del Movimiento de Liberación de la Mujer, el Gobierno se vio obligado a presentar una nueva propuesta, que dio lugar a reconocer el derecho al voto de las mujeres a nivel de país en el año 1971. El voto femenino en el 1971 fue aprobado con un 66% de sufragios, de los hombres porque las mujeres no podían votar. Sin embargo, en el Cantón de Appenzell-Ródano Interior las mujeres no pudieron ejercer el sufragio cantonal hasta 1991. Para ganar ese derecho al voto las mujeres tuvieron que llevar el tema al Tribunal Supremo. Por cierto, las votaciones que les negaban el voto eran, por medio de la llamada democracia directa, con voto a mano alzada. Ello es una prueba que el hecho de votar no da naturaleza democrática al acto, más bien depende del contenido de lo que se vota.

    El título de la cinta está sacado del discurso de la época, usado por todos los que se oponían al voto femenino alegando “la participación de las mujeres en la vida política es contraria al orden divino”. La película narra con toda claridad, no solo que no se dejaba votar a las mujeres, pues también nos recuerda, como establecían aquí las leyes, hasta la muerte del dictador, que las mujeres estaban sometidas bajo la tutela de la familia y si se casaban la del marido. De manera que no podían trabajar fuera de casa, viajar, abrir una cuenta, vender sus bienes, sin el permiso de la familia o el marido. O como nos muestra la película el padre podía decidir que se internara a un reformatorio a una hija, si él creía que llevaba una vida poco de acuerdo con los valores morales de la época.

    A quienes les haya gustado la película, aconsejo que luego procuren ver “RBG. Jueza Icono”. Se trata de un documentalque repasa la carrera profesional, como abogada y jueza de la americana Ruth Bader Gingsburg. En ese documental se puede apreciar lo mucho que las mujeres, también los hombres que están en favor de la igualdad de derecho, tienen que agradecer a mujeres como la Jueza Gingsburg de que la sociedad cada día sea un poco menos injusta. Lo curioso de este caso, es que la Jueza a sus 85 años, con un cuerpo menudo, débil y con enfermedades propias de la edad, sigue trabajando y se ha convertido en una celebrities para los jóvenes. Digamos, en un icono como si fuera una artista de moda.

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