La sanidad no es un negocio
Uno de los grandes logros de la segunda mitad del siglo XX fue conseguir el derecho a la asistencia sanitaria, básicamente a partir de la Ley General de Sanidad de 1986 que impulsó el Gobierno Socialista basándose en los principios de universalidad, igualdad, calidad, cohesión y lucha contra las desigualdades en materia de salud consiguiendo grandes avances en la calidad de vida de la ciudadanía.
Durante años, los ciudadanos hemos podido experimentar cómo nuestro país avanzaba con un importante progreso en materia sanitaria, siendo un modelo referente en todo el mundo, dando cobertura sanitaria a todos los ciudadanos y ampliando las expectativas de mejora en calidad y atención al usuario.
En la actualidad, durante este último año, tras la llegada del PP al Gobierno de la Nación, las noticias relacionadas con el tema de la sanidad son la privatización; el copago y la eliminación de medicamentos en la Seguridad Social; la reestructuración de personal y servicios; los cierres de hospitales y centros de atención primaria; el cese de servicios de urgencia; la venta de hospitales a empresas privadas; la eliminación de puestos de trabajo en el ámbito sanitario o la reestructuración de las unidades de transporte de urgencia-emergencia… entre otras.
Estos asuntos son el resultado de las acciones que han puesto en marcha los dirigentes del PP, tanto en el ámbito nacional como autonómico, puesto que no podemos olvidar que en la Comunidad Valenciana gobernada por el PP, durante casi 20 años, nos hemos convertido en la Comunidad con menos camas hospitalarias por habitante, contando además con la media más baja que el resto de España y Europa.
Se trata de una situación alarmante de precariedad sanitaria, que estamos sufriendo en la provincia de Castellón, al tener una media muy por debajo que el resto de provincias en cuanto a asistencia sanitaria según un estudio realizado por el Eurostat (Statistical Office of the European Communities).
A consecuencia de estas políticas antisociales que practican los dirigentes del PP, los ciudadanos de a pie junto con los profesionales del sector, nos movilizamos en forma de la denominada “marea blanca” con el fin de salvaguardar lo que es de todos, y lo que es de pleno derecho de los ciudadanos y evitar que dichos dirigentes vendan el sistema sanitario para hacer negocio.
Ahora la Generalitat Valenciana pretende recortar puntos de urgencia extra hospitalarios junto a sus respectivas unidades móviles, todo ello bajo el poder mayoritario que tiene el PP sobre nuestra comunidad, denegando todo tipo de diálogo, ni intentando llegar a un mínimo consenso con los agentes sociales o colectivos de profesionales, y de espaldas al Parlamento Valenciano. Y lo peor es la ignorancia a los alcaldes de las poblaciones afectadas que son los representantes políticos de los usuarios.
Ante todo esto, debemos seguir luchando con el fin de evitar que los dirigentes populares nos quiten lo que es de pleno derecho y fundamental para que los ciudadanos nos sintamos desprotegidos o indefensos ante una enfermedad, sobre todo las personas mayores y con menos recursos, que hoy por hoy, se sienten indefensos ante tales recortes y a la implantación del copago afectando a estos colectivos en mayor medida y que, principalmente, viven en poblaciones rurales alejadas de las grandes ciudades.
Debemos aunar todas las fuerzas de los representantes sociales, sindicatos, colectivos, asociaciones y ciudadanos con el fin de defender lo que es de pleno derecho y evitar así un futuro incierto con riesgos innecesarios que afectan a la calidad asistencial de nuestra sanidad pública de la que todos somos contribuyentes, los populares pueden ver como en la calle la ciudadanía manifiesta que SI SE PUEDE.
