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Por Nuño Jiménez - Secretario Políticas Sectoriales PSOE Castellón
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Los aularios educativos duran más de una década

    El Distrito Oeste de Castellón, es un espacio donde la interinidad y la precariedad de dotaciones ha sido una constante. No ha habido un solo momento en el que centros educativos o sanitarios, no hayan sufrido un periodo más o menos prolongado de espera en su construcción o reforma integral para adaptarlo a las necesidades reales del barrio. No hablamos de parques, instalaciones deportivas, rondas de circunvalación, carriles bicicleta, accesos o saneamiento, de las que está a la cola de la ciudad si la comparamos con cualquier otro distrito de la ciudad, sino de servicios públicos básicos sanitarios y en este caso educativos.

    Hace ahora 30 años, se tuvo que habilitar un aulario, en lo que entonces eran los depósitos de CAMPSA junto a la antigua estación de trenes de la ciudad. Ese aulario, que reunía condiciones precarias e incluso uno de los dos años que perduró tuvo incluso que juntar algún curso temporalmente, tenía una caducidad marcada por la construcción en un par de años de lo que hoy conocemos como CEIP Vicente Artero.

    30 años después, un nuevo CEIP el Manel Garcia Grau, que nació pequeño, dada la desbordada matrícula y los años de espera compartiendo aularios con CEFIRE, CEIP Ripollés y Tombatossals, lleva 3 años más ocupando lo que el resto abandonó definitivamente, ahora como aulario de infantil. En un año, ese aulario se puede convertir en aulario de infantil y primaria, por los años que lleva esperando la construcción de un nuevo centro, que no dispone de planificación, menos aún ubicación, y ni remotamente orden de construcción, tras 5 años desde que se detectó y comunicó la necesidad por parte de la AAVV Raval Universitari y que el grupo socialista trasladó en sede parlamentaria a través de una Proposición no de ley al entonces Conseller de Educación Alejandro Font de Mora, no se ha hecho nada desde Ayuntamiento, ni Conselleria, ni siquiera su titular, la Diputación, que al menos podía haberse ocupado de sanear un aulario abandonado.

    El CP Vicente Artero en el año 1983, necesitó 2 años para su construcción y segregar a parte de su alumnado procedente del CP Jaime I. El Manel García Grau, al igual que el primer centro de secundaria del Distrito el vecino IES Bovalar, va camino de más de una década de espera para atender adecuadamente a la población escolar, concretamente ambos en el barrio del Raval Universitario, a la espera también de la construcción de un centro de salud, cuyo espacio hoy sigue siendo un solar diáfano, al negarse el PP nuevamente a votar a favor de una propuesta socialista para instar a su construcción.

    Los retrasos constructivos en dotación educativa son palmarios, el déficit de plazas ofrecidas y las condiciones de las existentes son precarias, recordemos los años de lucha del CEIP Benadressa en este mismo distrito y las condiciones deplorables de años en barracones insalubres.

    Lo que ocurre hoy día en el CEIP Manel García Grau, puede convertirse en una situación rocambolesca. Un centro que no podrá soportar en breve el mantenimiento de dos espacios paralelos a la vez, que no se ha segregado de facto, la administración habilita medias unidades, que obligará a hacer agrupamientos de clases o incluso juntar más de un curso en un aula, sólo para evitar que exista un nuevo centro, con su propio equipo directivo, una segunda unidad y un funcionamiento normalizado.

    Todo esto que puede provocar, en primer lugar que no se respete la elección de los padres, de acuerdo con la nueva normativa de Distrito Único, que alumnado de primaria residente en la zona tenga que desplazarse a otras como ha ocurrido durante una década en la etapa de secundaria en el antiguo Cuartel militar habilitado y que la situación derive en la división del centro en dos espacios por etapas. Esto supondría, de facto, el aislamiento de equipos, atenciones, logística y trabajo añadido de coordinación, matrícula y comedor, por poner algunos ejemplos, y a plantearse el tránsito de alumnos de primaria de un centro a otro para asignaturas como E.F, música u otras actividades como comedor que también requieren de dotación específica, lo que sería mucho más difícil de asumir por todos aún.

    La conclusión a la que podemos llegar es que el Distrito Oeste, queda una vez más eternamente desatendido, olvidado, con el agravante de que lo que antes costaba 2 años en construirse, hoy día dura más de una década. La alternativa es seguir luchando, como siempre ha hecho, y en este caso segregar de facto, equipos directivos, AMPAS y materiales, a la espera de que la propia administración reflexione y reconozca de una vez la situación real del centro. Si nuestro futuro y el de los más pequeños es lo primero, que se demuestre andando y no se prolongue por un día más el letargo de esta administración.

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    comentarios 2 comentarios
    ElenaME
    ElenaME
    24/07/2013 12:07
    Qué es lo importante hoy en día?

    Muy acertado el artículo. Resido y trabajo en este barrio desde hace más de 10 años y es desesperante que estemos así. Entiendo que ahora la situación económica lo complica todo, pero no había crisis cuando existía la necesidad del IES Bovalar, y tardó unos 10 años en ubicarse en sus instalaciones definitivas. Tampoco hay crisis para colegios con un número de alumnos ínfimo año tras año, sin apenas demanda, pero que mantienen número de unidades y plantilla. ¿Por qué no somos una sociedad que gestione más eficientemente los recursos públicos, sin despilfarrarlos y al mismo tiempo haciendo que lleguen a donde más se demandan? Se puede hacer sin gastar más dinero, es cuestión de que la administración trabaje mejor y con criterios más justos. ¿Por qué sí se puede mantener a un maestro para 3 niños pero no hay dinero para poner uno para 30? Reparte a esos 3, no a los otros 30. Con dolor, pienso, como dice Nuño, que no contamos lo mismo que otros ciudadanos de Castellón.

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