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Por José Megias Vergés
La Columna de Jomeve - RSS

Hace muchos años (los reyes magos)

    Ya se acerca el mes de diciembre y los niños empezarán a preparar sus peticiones como cada año. Haciendo memoria de mi juventud, recuerdo que por el año 1950, era la noche de reyes y me preparaba para ir a la cama ya que mi madre me dijo que había que ir a dormir antes que de costumbre porque los reyes venían de muy lejos y tenían mucho trabajo para repartir los juguetes por todas las casas .

    Esta noche me costó mucho conciliar el sueño pensando en qué me dejarían. Recordaba que el año anterior me dejaron un fuerte de americanos e indios y un camión de madera, este recuerdo me permitió que pudiera conciliar el sueño, esperando que me traerían una bicicleta.

    Mi padre trabajaba de 10 de la noche a 6 de la mañana y sobre las cuatro de la mañana me desperté, la puerta estaba entreabierta y con una linterna enfoqué el comedor y vi que no había nada. Seguí durmiendo y sobre las seis y media me despertó un ruido y me pareció ver una sombra que estaba colocando los regalos en la mesa del comedor, con un ruido de cadena de bicicleta, no me faltaron ganas para levantarme e ir corriendo para ver lo que estaba pasando, pero no me atreví, pensé que era mejor estarse quieto, no sea que los reyes me vean y salgan corriendo y no me dejen nada.

    Me quede con los ojos abiertos como platos, hasta que se apagó la luz del comedor. Estaba tan asustado que de miedo me quedé dormido. Sobre las nueve de la mañana empecé a oír ruidos por la calle y me desperté, no recordaba si había visto a los reyes o soñado.

    Salí corriendo de mi habitación en dirección al comedor, pensaba que aunque fuera poco lo que me habían dejado los reyes cualquier cosa me haría feliz. Mi madre me explicó que los reyes eran pobres y traían lo que buenamente podían, pero lo hacían con mucha ilusión y buen corazón para hacer felices a los niños.

    Le expliqué a mi madre que estaba muy contento con la bicicleta y que había visto a los reyes. Al decirle esto se mostró sorprendida y extrañada, le dije que no se preocupase ya que ellos no me habían visto a mí y el año siguiente volverían a traerme más regalos.

    Seguramente mi padre siempre tuvo la duda si lo había visto a él a las seis y media de la mañana. De mayor me lo preguntó ¿me viste? y le dije que NO, NO, pero no sé si se lo creyó.

    Seguramente este año 2012 habrá muchos niños que no tengan regalos, los motivos, todos lo sabemos, deberíamos hacer un esfuerzo para que cuando se despierten el día de reyes aunque sean pobres, como decía mi madre, tengan alguna buena sorpresa ya que a esta edad es muy importante que nos les falte felicidad y alegría en este día tan especial.

    Es una pena ver como por los “containers” hay bicicletas, camiones, coches, muñecas y todo tipo de juguetes, y todavía haya millones de niños que no tengan nada para jugar. Sé positivamente que los alimentos y la comida del día a día son tan o más importante que los juguetes, pero este día también lo es.

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    comentarios 4 comentarios
    Juanvi
    Juanvi
    05/11/2011 12:11
    Era necesario

    Si, era mnecesario este articulo entre la euforia politica que pulula por los periodicos. De su historia se podria hacer muy bien un apelicula, es tierna y muy de esa época. Yo recuerdo que mi abuelo me dijo que iba a por hierba parta los camellos, asi que sin enconmendarme a nadie salí la tarde del dia 5 y lleve a casa "Dos Sacos" de hierba. Recuerdo que mi abuelo se partia de risa y mi abuela no sabia donde ni que hacer con los dos sacos. Todos los de nuestra edad tendrán historias paralelas, todas llenas de ternura. Y aun hay gente que no cree en los Reyer Magos... lo siento.

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