El conflicto en el mundo

Los conflictos pueden ser muy creativos en el sentido que nos pueden forzar a establecer soluciones.

En cualquier “ranquing” de las empresas más importantes del año, las primeras suelen desaparecer al año siguiente. Esto se denomina morir de éxito. Están conformes como están, y cuando uno se conforma con lo que está consiguiendo deja de mejorar y de crecer. Por lo que se deduce que el conflicto es enormemente creativo, pero siempre depende de cómo se gestione.

De pequeños crecemos con el conflicto: cuando no tenemos confortabilidad chillamos y lloramos hasta que viene alguien y lo soluciona. A lo largo de nuestra existencia convivimos de tú a tú con el conflicto y los vamos resolviendo relativamente bien. El problema es cuando el conflicto nos supera y no porque sea imposible de gestionar sino porque no tenemos la capacidad de gestionarlo.

En Occidente estamos muy mal preparados para los conflictos .Las religiones monoteístas, el judaísmo, el islamismo y el cristianismo nos prepara muy mal para los conflictos, porque hemos estado educados en la certeza que la verdad es única, cuando la realidad es que depende de cada uno de nosotros .Por lo tanto, es normal que se nos haga difícil entender las personas que opinan de manera diferente.

En Oriente se concentran mucho en la compasión pero aquí nos recreamos en el antagonismo de la lucha. La solución ha de empezar por uno mismo, hemos de cambiar de actitud ya que es la única posibilidad que cambiemos nosotros mismos.

En cualquier conflicto es posible que dos personas acaben peleándose por el 3% que les separa, en lugar de ceñirse en el 97 % que les une, que es lo que realmente les puede hacer más felices.

Hemos de aprender a quedarnos con lo que nos une más que en lo que nos separa, pero muchas veces el orgullo de cada uno impide ceder en las pretensiones del otro.

Con el tiempo hay que aprender que cuando uno se carga al otro el siguiente en caer es el “botxi”. El habla nos permite disimular nuestros pensamientos, pero el lenguaje corporal nos delata porque no sabe mentir. El problema real de los conflictos es que siempre esperamos que cambie el otro Y para terminar este tema: La posición en un conflicto... Muchas veces no se limita a la decisión que se toma, sino a sus consecuencias.