elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià
Por José Manuel Puchol Ten
Crónica de l´Alcalatén - RSS

Histórico viernes santo alcorino

    Los archivos, en cuyo nomenclátor se integran las bibliotecas,  las hemerotecas, las pinacotecas, etc., son unos extraordinarios guardianes de todo aquello que hace referencia al pretérito. Nuestros orígenes, nuestra cultura, los cambios sociales y significativos eventos, quedan allí custodiados dando fe de ese pasado. Cuantiosas y valiosas referencias a la Semana Santa alcorina, y la próxima celebración por las fechas que estamos, me comprometen ha realizar el presente trabajo.

    La venida a l´Alcora del Cura Bertrán, año 1.575, imprimió velocidad y fuerza a la religiosidad local.  La labor del santo varón fue tal, que el 25 de Octubre de 1.588, el Obispo de Tortosa Ilmo. Sr. D. Juan Bautista Cardona, acompañándole su secretario el Dr. D. Jerónimo Moliner en su visita pastoral, pudo ser testigo de la  insuficiencia del Templo Parroquial, para acoger a todos los fieles que se incrementaron por la labor del Venerable y disponía su ensanche: “ Any 1588, Dr. D. Juan Bautista Cardona, Bisbe, Maná ferse mes gran la Iglesia” “Trobà que la iglesia, segons lo número de les persones es estreta y chica y manà als jurats que dins un any la amplien y estenguen y que dins buyt mesos comensen les obres”.

    El final de las obras, al menos como referencia, marca el origen de las cofradías locales (aprox. año 1.590). Tres las creó el Venerable: Santo Rosario, Dulce Nombre de Jesús, y la del Santísimo Sacramento. La primera, la del Santo Rosario (popular cofradía del Roser), ocupó la capilla adjunta a la de la Virgen de los Dolores (la que actualmente se venera a San Juan Bautista de la Salle y Santa María Rosa Molas). La segunda cofradía, Dulce Nombre de Jesús, tenía el altar frontal a la dicha del Santo Rosario, es decir, lado derecho mirando el presbiterio. Actualmente este altar es ocupado por el Santo Sepulcro, que es atendido por la citada cofradía aún vigente, desfilando en las procesiones de su cometido.


    Actual sepulcro e imagen. Escultor: Francisco Michavila Paús 1.948

    La tercera cofradía, fue la del “Santísimo Sacramento”. Preludio de la Adoración Nocturna, difundían la comunión, hacían guardia ante el Santísimo, y tenían su pequeña procesión de Minerva.

    Poco a poco, con el paso del tiempo, las cofradías perdieron fuerza. Un lento retroceso a modo de goteo, y también, la pérdida del número de cofrades inscritos,  mermaba los actos que estas realizaban. Quizás el auto sacramental, que sobre la Pasión se celebraba en los café-teatro de las calles Vall/Tradicionalistas y calle Mayor/Cosieros, fueron el último testimonio vivo vinculado  a la Semana Santa alcorina. Quedaron únicamente las tradicionales procesiones, pero  muy degradadas en cuanto a presencia de hermandades y fieles en general.

    La incivil contienda de 1.936 hizo un daño irreparable, tanto a personas, como a imágenes e iglesias (aquel año ya no se celebró la Semana Santa, lo último fue el Septenario de la Virgen de los Dolores).  Las tallas eran artísticas, de reconocidos imagineros, y de un incalculable valor espiritual y material. La primera Corporación Municipal (entonces Gestora), que recuperó su asistencia a la Semana Santa alcorina, fue la presidida por D. Juan Renau Paús, tomándose el acuerdo por unanimidad en la Sesión Ordinaria del 20 de marzo de 1.939.


    Comisión Gestora Municipal. Sesión Ordinaria 20 marzo 1.939.

    D. Guillermo Cincúnegui Chacón, Marco y Antequera, Capitán de Navío, en su declaración testimonial en la Causa General abierta en la posguerra, indica los desperfectos sufridos en su Capilla particular y en la quema y destrucción de imágenes, iglesias, objetos y utensilios religiosos, y de todas las campanas existentes. Pues bien, entre estas imágenes ya descritas en anteriores publicaciones, había dos de importante relieve local por sus connotaciones. La Dolorosa y el Santo Sepulcro, protagonistas ineludibles de la Procesión del Santo Entierro.

    ¿Por qué las connotaciones?

    - El Santo Sepulcro era precioso, de estilo del renacimiento. He aquí que Doña Modesta Puértolas Pardo (gran señora castellonense), aunque de ascendencia alcorina y sobrina del que fue alcalde de l´Alcora D. Juan Pardo, donó este Santo Sepulcro; además, el edificio para el Colegio de la Consolación, el huerto de “baix la vila”, etc.… No les hablo ya, como buenísima castellonera que era, de sus copiosos regalos a su venerada y amada Virgen del Lidón, porque necesito todo el espacio de esta crónica para su detalle.

    - La Dolorosa, otra pía donación. En este caso nos trasladamos a la calle San Fernando (mal referenciada Peiró), allí tenía su casa veraniega D. José Píscopo Gil del Castillo (Casa les Pures), licenciado en ambos derechos. Aunque era natural de Valencia, tenía ascendencia alcorina. Si su primo-hermano y cuñado, D. José Mª Gil del Castillo, construyó el Colegio de La Salle, él no quedó atrás. Donó la Dolorosa; además, solar y fuertes sumas de dinero para construir el Cuartel de la Guardia Civil; tierras para ampliar el Cementerio, etc.….Al igual que me ocurre con Dª Modesta, para hablar de   D. José Píscopo y sus donaciones en Valencia, también necesito otro tanto en cuanto a espacio. Allí en la capital del Turia, los grandes beneficiados de D. José Píscopo fueron los Salesianos.

     

    La Procesión del Santo Entierro:

     La estructura del desfile era como sigue: Salida del Templo Parroquial con final en la Iglesia de la Sangre. Estaba compuesta de: cohorte de romanos seguida de grupo de personajes bíblicos, la Verónica, las tres Marías y San Juan, portador de los clavos.

    A continuación iba la imagen de San Juan sin la palma, el lábaro, Santo Sepulcro y la Dolorosa. Al sepulcro seguía el palio de respeto.

    Cerraban las procesiones el clero, autoridades y banda de música.

    El Santo Sepulcro y el Nazareno, eran llevados a hombros por vestas encapuchadas de negro y escoltados por piquetes de la Guardia Civil. La Virgen de la Soledad y la Dolorosa, eran escoltadas por guardias rurales uniformados.

    Después de la contienda de 1.936, las Cofradías se recuperaron con fuerza de la mano de Mosén Estanislao Domenech, D. Federico Michavila Paús, y   D. Manuel Badenes Pallarés, principalmente. La actualidad de cómo se encuentran éstas y las actividades que están llevando a cabo, ya las he publicado en anteriores ocasiones.

    Elperiodic.com ofrece este espacio para que los columnistas puedan ejercer eficazmente su derecho a la libertad de expresión. En él se publicarán artículos, opiniones o críticas de los cuales son responsables los propios autores en tanto dirigen su propia línea editorial. Desde Elperiodic.com no podemos garantizar la veracidad de la información proporcionada por los autores y no nos hacemos responsables de las posibles consecuencias derivadas de su publicación, siendo exclusivamente responsabilidad de los propios columnistas.
    Subir