PP: "La imposición de celebrar conciertos en el pabellón de Onda obliga a los clubes a entrenar en municipios vecinos"

La decisión del cuatripartito de Onda de ubicar en el pabellón Víctor Cabedo ha obligado a los clubes deportivos de Onda a contratar autobuses para entrenar durante esta semana en instalaciones deportivas de otras localidades vecinas.

Los clubes van a tener que trasladar en autobús a los jóvenes y niños que entrenan a otras localidades tras impedirles el cuatripartito mantener sus rutinas de entrenamiento. Un hecho que ha lamentado el edil del PP de Onda, Pepe Broch, quien considera que “es una decisión desacertada que los deportistas tengan que irse a otros lugares” cuando en Onda “existen instalaciones adecuadas”.

Broch ha lamentado que “el equipo de gobierno improvise continuamente en estos asuntos” así como “la falta de respeto hacia las instalaciones deportivas, los clubes y los deportistas”. A juicio de Broch, en sólo tres meses “han dado muestras sobradas de que no están al lado del mundo del deporte”. De hecho, recuerda que “las instalaciones deportivas son para hacer deporte, no para acoger espectáculos musicales ya que no están preparadas para ello ni acústicamente, ni por medidas de seguridad y, además, la gran cantidad de gente puede dañar las tarimas del pabellón.

El regidor recuerda que, por un lado, “han retraso las obras del campo de fútbol de la Serratella, lo que supone perjudicar directamente a más de 500 deportistas que usan las instalaciones”.

A todo ello se le suma el hecho de que el cuatripartito haya reducido drásticamente los horarios de apertura de las instalaciones deportivas. No en vano, se logró que las instalaciones abrieran más de 900 horas al mes. Broch recuerda que “durante el gobierno del PP se hizo un gran esfuerzo para que las distintas infraestructuras tuvieran un amplio horario para estar a disposición de todos los vecinos de Onda” y para ello, además, se introdujo que las personas contratadas para realizar el servicio de portería de las distintas instalaciones tuviera un grado de discapacidad, de manera que se beneficiaba a toda la sociedad: a las personas discapacitadas al lograr un empleo que reforzaba la igualdad de oportunidades y, por otro, que el horario se adaptara a las demandas de los clubes.