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Dos marineras se lanzan al mar para llevar a Santa María Magdalena hasta la ermita de Moncofa

Dos marineras se lanzan al mar para llevar a Santa María Magdalena hasta la ermita de Moncofa
  • Este año es el 600 aniversario de este acto único en la Comunitat Valenciana

El desembarco de Santa María Magdalena en Moncofa cumple este año su 600 aniversario. Esta tradición que ha pasado de generación en generación ha evolucionado dejando que el barco de la Santa también esté compuesto por mujeres.
 
Melina Aparicio nos cuenta como se inició con la propuesta: “Estaba prohibido que participaran mujeres como marineras. De pequeña sí que me dejaron, pero al hacerme mayor me dijeron que ya no podía”. Cuando las dos marineras sintieron que era el momento de proponerlo, no lo dudaron y afirma que “los marineros se dieron cuenta de que teníamos razón”.
 
El desembarco, declarado Fiesta de Interés Turístico Provincial, es para los moncoferos, vecinos, visitantes y veraneantes una cita ineludible en julio. Melina cuenta que “la experiencia es impresionante, se vive con muchos nervios y con miedo de no llegar a la orilla y no tener la fuerza suficiente, pero en el momento la fuerza sale”.
 
A las 20:00 horas llega el barco con la Santa acompañada de los marineros dispuestos a remar con ella acuestas hasta la orilla. En el momento que se tiran al agua los vecinos de la localidad se acercan a limpiarla con el agua del mar. En ese instante al grito de “Visca Santa Maria Magdalena” los marineros se disponen a levantarla sobre sus hombros y llevarla hasta la ermita donde le rinden homenaje.
 
“El momento más difícil es cuando se acerca la gente y se tira encima de los marineros, es muy peligroso porque nos podemos ahogar” declara Melina. Y, es que, los vecinos tienen tanta devoción que intentan coger las flores que lleva la Santa.
 
“Santa Maria Magdalena la portaven per la mar, la duien a Marsella i en Moncofa va parar”, este popular verso que acompaña al pueblo de Moncofa cada año se hace más efectivo. Porque como nos cuenta la marinera “todos los años, a hora de desembarco, el mar siempre está mareado”. La leyenda cuenta que cuando la escultura acompañaba Alfonso V tuvieron que parar Moncofa debido a un fuerte temporal, pero lo vecinos, al ver que esta situación se repetía durante las siguientes jornadas, entendieron que la Santa se quería quedar en Moncofa.
 
Este acontecimiento único, no se repite en ninguna localidad y por ello, Melina afirma que “para muchos marineros de Moncofa este acto es una tradición, mucha gente sale porque ha hecho una promesa”.

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