Marina Albiol reclama al Gobierno valenciano "firmeza y valentía" contra el CETA
La portavoz de Esquerra Unida en Bruselas Marina Albiol pide públicamente en el Gobierno valenciano que ejerza una posición de "firmeza y valentía" en el proceso que ahora empieza de ratificación del tratado de comercio UE-Canadá, conocido como CETA, en cada uno de los estados miembros de la UE.
Tal y como expresa Albiol, "el CETA tendrá consecuencias nefastas para el tejido productivo de toda Europa, y sobre todo para los sectores más desfavorecidos de la población. Pero será especialmente perjudicial para un territorio como el País Valenciano, puesto que directamente atenta contra el sector agrario y ganadero, contra la industria tradicional y contra las pymes, que conforman la columna vertebral de nuestro contexto socioeconómico. Por lo tanto, el Gobierno valenciano tiene que presionar en el Estado para hacer valer los intereses del conjunto de la ciudadanía frente a los de las grandes empresas, y hacer frente a la aprobación sin más de un convenio diseñado por las multinacionales que, como normativa superior a las leyes estatales o autonómicas, condicionará por siempre jamás las políticas locales".
La portavoz de EU a la Europarlament va más allá y hace un llamamiento a las ciudades del cambio "para que se declaran en rebeldía frente este abuso orquestado desde las altas esferas comunitarias. Hay decenas de pueblos y ciudades que se han declarado libres de TTIP, el tratado con Estados Unidos; y este convenio con Canadá se fundamenta en los mismos principios de atropello de los derechos básicos para favorecer los intereses de las multinacionales, puesto que la mayoría de empresas de los EE.UU. tienen filiales en Canadá".
Albiol explica que "a pesar de que el Consejo de la Unión Europea haya firmado ya el tratado, todavía tiene que pasar al mes de diciembre por el Parlamento Europeo, que previsiblemente lo aprobará como siempre con los votos de Populares, Socialdemócratas (PSOE) y Liberales (Ciudadanos), y empezará a aplicarse provisionalmente a falta de que lo ratifican cada uno de los 28 estados de la UE. En el caso del Estado español previsiblemente será una votación al Congreso de los Diputados. Por lo tanto, todavía queda un largo camino hasta que el tratado se haga efectivo, que tenemos que aprovechar para redoblar la presión desde la calle, pero también desde las instituciones. Queda mucha batalla y todavía se puede derrotar al CETA".
