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La huella de ETA en la Comunitat Valenciana: La banda terrorista asesinó 12 personas en seis atentados

La huella de ETA en la Comunitat Valenciana: La banda terrorista asesinó 12 personas en seis atentados
  • 73 personas resultaron heridas como consecuencia de los atentados de la banda en la región

Hace 25 años, España contenía la respiración. La banda terrorista ETA había secuestrado a Miguel Ángel Blanco, concejal del PP en Ermua, y amenazaba con matarlo si el Gobierno de España no acercaba a los presos etarras a las cárceles vascas.

Después de tres días de movilizaciones por todos los rincones del país, los terroristas apretaron el gatillo y dispararon al joven concejal de 29 años en la nuca, dejándolo herido de muerte, abandonado en el monte de Lasarte. Miguel Ángel Blanco moría poco después dejando un silencio desgarrador y dando paso al nacimiento del ‘Espíritu de Ermua’.

El terror daba paso a la pérdida de miedo. Los españoles salieron a la calle en masa, también en el País Vasco, para clamar contra la banda terrorista que entre los años 1958 y 2018 asesinó a 864 personas, entre ellas 22 niños.

En la Comunitat Valenciana, este 13 de julio de 2022 se han realizado concentraciones en ayuntamientos y diputaciones con un minuto de silencio en recuerdo de Miguel Ángel Blanco, cuando se cumplen los 25 años de su asesinato.

El terror en la Comunitat Valenciana

En la Comunitat Valenciana, ETA también dejó su huella, cometiendo 12 crímenes, doce familias destrozadas.

La provincia de Valencia con seis asesinatos es la que sufrió más la barbarie de ETA. En Alicante se cometieron 5 asesinatos y uno en Castellón.

El 4 de agosto de 2002, ETA atentaba en Santa Pola y mataba a una niña de tan solo seis años, hija de un Guardia Civil. Cinco días después, una llamada en nombre de ETA a la DYA alertó de que los terroristas habían colocado una bomba en la playa de Santa Pola. La Policía no encontró el artefacto hasta 48 horas después de la llamada. Se trataba de una bomba de ocho kilos de cloratita que estaba enterrada entre dos palmeras y que los artificieros lograron desactivar.

Crímenes de ETA

Manuel Broseta Pont

Asesinado el 15 de enero de 1992 en Valencia. Esa mañana el catedrático de Derecho Mercantil caminaba junto a una alumna en dirección a la facultad de Derecho de la Universitat de València. Cuando atravesaban los jardines del edificio, dos miembros de ETA se acercaron al profesor, le ordenaron a la alumna que se apartara con el argumento de “esto no va contigo” y uno de los terroristas disparó un tiro en la nuca a Broseta, causándole la muerte de forma inmediata.

Los terroristas huyeron en un vehículo que aparcaron en la confluencia de la avenida de Aragón y la calle Amadeo de Saboya. En su interior habían colocado un artefacto que hizo explosión cuando artificieros de la Policía Nacional inspeccionaban el coche. El agente José Vicente Marcos resultó herido grave y, como constataría una sentencia de la Audiencia Nacional, necesitó 784 días para recuperarse.

Manuel Broseta, natural de Banyeres de Mariola (Alicante), era una de las personalidades más conocidas de la Comunitat Valenciana.

José Edmundo Casañ Pérez Serrano

Asesinado el 4 de marzo de 1991 en Valencia. En 1986 se puso en marcha el proyecto para construir la Autovía del Leizarán, que debía unir Navarra y Guipúzcoa. Tanto ETA como la izquierda abertzale se opusieron desde el principio a su construcción y la banda terrorista ordenó a sus comandos practicar una “guerra sin cuartel” contra las empresas implicadas la obra.

Una de las que optó al concurso fue la constructora Ferrovial. Su responsable en la Comunitat Valenciana era José Edmundo Casañ. Sobre las 21:00 horas del 4 de marzo de 1991, dos terroristas armados entraron en las oficinas de la empresa, intimidaron a los empleados y obligaron a uno de ellos a que los llevara al despacho de Casañ. Allí, uno de ellos le disparó en la cabeza, provocándole la muerte inmediata. Quince minutos después, los etarras, que pertenecían al comando Ekaitz, colocaron un coche bomba que fue explosionado por artificieros de la Policía Nacional.

Josefina Corresa Huerta

Assinada el 16 de diciembre de 1995 en Valencia. Aquel sábado, víspera de Navidad, El Corte Inglés de la avenida Pintor Sorolla de Valencia estaba repleto de público. A las 13:40 horas, una llamada en nombre de ETA alertó a varios medios de comunicación del País Vasco de que habían colocado una bomba en un centro valenciano, sin especificar en cuál de ellos. A las 15:02 horas, un artefacto colocado en los lavabos de la cafetería, en la sexta planta, hizo explosión. No era el único: los terroristas habían repartido un total de siete bombas por todo el edificio.

Como consecuencia, Josefina Corresa, de cuarenta años, murió y otras ocho personas, heridas, entre ellas una de las hijas y el marido de la fallecida. 

Silvia Martínez Santiago

Asesinada el 4 de agosto de 2002, con seis años de edad en Santa Pola. A las 20:30 horas del 4 de agosto de 2002 una fuerte explosión sacudió las inmediaciones de la casa cuartel de la Guardia Civil en Santa Pola y retumbó en varios kilómetros a la redonda. Un coche bomba cargado con cincuenta kilos de explosivos y metralla acababa de estallar frente a la sede del Instituto Armado, en una zona cercana a varias paradas de autobuses. Como consecuencia, la niña de seis años, hija de un guardia civil, y Cecilio Gallego Alaminos, un jubilado de 57 años que esperaba en la parada del autobús, resultaron muertos. Otras treinta personas resultaron heridas, entre ellas Borja, el primo de Silvia, que tenía tres años y medio y sufrió diferentes cortes.

Cecilio Gallegos Alaminos

Asesinado el 4 de agosto de 2002 en Santa Pola. Al igual que la pequeña Silvia Martínez Santiago, este hombre de 57 años, ex empleado de Telefónica, que esperaba en la parada del autobús, falleció.

José Luis Jiménez Vargas, Víctor Manuel Puertas Viera y Francisco Cebrián

Asesinados el 16 de septiembre de 1991 en Mutxamel. A primera hora de aquella mañana, terroristas de ETA lanzaron un vehículo cargado con un artefacto explosivo, sin conductor, con la marcha puesta y con una palanca antirrobo en el volante, contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Mutxamel.

Por un error en el mecanismo, el vehículo acabó empotrado contra una oficina del Banco de Valencia, situada en la acera de enfrente. Los agentes del Instituto Armado, sin sospechar que podía tratarse de un coche bomba, llamaron a la grúa municipal que conducía Francisco Cebrián para que trasladara el coche a un depósito situado a 300 metros. En el trayecto, dejaron atrás el Colegio del Salvador, cuyos 400 alumnos acababan de entrar en clase.

Hacia las 9:40 horas, cuando el conductor acababa de estacionar el vehículo y estaba descendiendo de la grúa, el artefacto estalló. La onda expansiva causó la muerte en el acto de Francisco Cebrián y de dos policías locales que controlaban la operación, José Luis Jiménez Vargas y Víctor Manuel Puertas Viera. Cuatro personas resultaron heridas de gravedad y más de una treintena sufrieron heridas leves.

Clément Perret

Asesinado el 16 de agosto de 1985 en Castelló. En la primavera de 1985 varios medios de comunicación se hicieron eco de la conexión que fuentes judiciales francesas y medios próximos a ETA establecían entre los hermanos Gilbert y Clément Perret y la guerra sucia contra la banda terrorista. Hacia las 15:15 horas del 16 de agosto de 1985, tres miembros del comando itinerante de ETA acudieron a la pizzería que los hermanos Perret regentaban en el Aeroclub de Castellón. Localizaron a Clément, que estaba sirviendo una mesa, y descargaron sobre él 19 disparos que le causaron la muerte inmediata. Un camarero de 19 años, Miguel Palenques Sanahuja, resultó herido de bala en un pierna.

Otros asesinatos terroristas en la Comunitat Valenciana

El 29 de septiembre de 1982, los GRAPO asesinaron en Castelló de la Plana a Pedro Gabarri Gabarri. En Valencia esta organización terrorista asesinaba el 26 de enero de 1979 a Antonio Castelló Vital y el 19 de abril de 193 a Emilio García Martínez.

 

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