Los hosteleros valencianos lamentan que el repunte de casos se podría evitar abriendo hasta más tarde
Piden mayor apertura para asumir la demanda de ocio que ahora se traduce en botellones y fiestas ilegales
El sector hostelero de la Comunitat Valenciana lamentan que no se haya convocado al sector a la Mesa de diálogo para analizar y tratar de abordar de forma conjunta esta última fase de la desescalada. Aun entendiendo que la Generalitat quiera mantener la prudencia mientras se avanza en el proceso de vacunación, desde CONHOSTUR han recalcado que el sector de la hostelería y el ocio no es el responsable de este incremento de casos “y que mantenemos las mismas medidas desde hace tiempo con un aforo del 50% en interiores y unos horarios en el ocio limitados a las dos”.
El mantenimiento de las restricciones no va a contribuir a poner freno a la movilidad que estamos viendo en las calles, denuncian, ya que desde la finalización del toque de queda está comprobado que es imposible controlar que no existan reuniones de gente cuando cierran los establecimientos, y que la población, especialmente la franja de edad más joven donde se están multiplicando los contagios, busca alternativas al ocio tanto en espacios públicos como privados (parques, playas, concentraciones y botellones, fiestas privadas, etc).
“Reiteramos la necesidad de avanzar de la mano del sector en el plan de desescalada del ocio, que permita que los locales asuman la demanda, con horarios de cierres escalonados y de forma reglada y controlada”. Además, insisten en denunciar la lacra que supone el fenómeno del botellón, que ya era ilegal y un problema de orden público antes de la pandemia “y que ahora se está viendo cómo resurge de forma generalizada y preocupante”.
Por otro lado y de cara a la próxima revisión de medidas, respecto al subsector de salones de banquetes, creen que será necesario establecer un protocolo propio de actuación para las celebraciones y eventos por la noche, tal y como se hizo en agosto de 2020. Por último, han solicitado también la utilización progresiva de las barras, con las distancias de seguridad y señalización adecuada y el incremento de los aforos al 75%, manteniendo las necesarias medidas de distanciamiento y uso correcto de la mascarilla en interiores.
