elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

La harina y el aceite de girasol se convierten en el nuevo papel higiénico

La harina y el aceite de girasol se convierten en el nuevo papel higiénico
  • Alertan de que la compra compulsiva podría aumentar el precio

Después de una semana en la que el aceite de girasol ha disminuido su presencia en las estanterías de los lineales, ahora es la harina la que empieza a escasear en algunos supermercados. Dos productos con los que está ocurriendo algo similar a lo que ya pasó con el papel higiénico durante el confinamiento.

Y es que ante el temor de que estos productos escaseen debido a la guerra en Ucrania, muchos consumidores han decidido comprar en grandes cantidades para acaparar estos alimentos de cara al futuro, aunque las distribuidoras explican que no hay problemas de stock.

Una actitud que las asociaciones de consumidores y las distribuidoras piden evitar, ya que constituye una espiral viciosa que agrava un problema menor y contribuye al alza de los precios. Por ello, piden hacer las compras con normalidad y no acaparar alimentos.

Resulta que el trigo con el que se producen las harinas provienen en gran parte de Ucrania, conocida como el granero de Europa, un país que lleva dos semanas en guerra tras la invasión rusa de finales de febrero.

De hecho, según datos de 2020 del Instituto de Comercio Exterior, el 42% del cereal que importa España proviene de Ucrania. Algo parecido sucede con las pipas de los girasoles ucranianos, cuyas grandes extensiones de campo se acaban convirtiendo en aceite de girasol.

Sin embargo, desde las asociaciones de consumidores recuerdan que este no es un problema de oferta sino de consumo. Así, explican que la alarma generada por la posible falta de estos productos en un futuro ha llevado a lo que califican de compra compulsiva, por lo que algunos supermercados han optado por limitar la cantidad de unidades que cada cliente puede adquirir.

Una medida que asociaciones como la OCUdenuncian que es ilegal, ya que generaría una creciente alarma entre los consumidores y favorecería la subida de los precios. Además, recuerdan que la Ley del Comercio Minorista prohíbe limitar la cantidad de artículos que pueden ser adquiridos por cada comprador.

En cualquier caso, explican que no va a haber problemas de escasez en nuestro país, ya que aunque la guerra se alargase y se produjesen problemas en la cadena de distribución, el campo español y las alternativas que ofrece con otros cereales y aceites podrían suplir sin problema la falta de estos productos.

 

Subir