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Farmacia de Gandia trabaja con un programa que garantiza la conservación de los fármacos en los domicilios

  • El objetivo es garantizar la cadena de frío en los medicamentos que necesitan bajas temperaturas para mantener la eficacia

  • Se utilizan unos microchips que se adhieren a la caja de la medicación y que registran las temperaturas

El Servicio de Farmacia del Hospital Francesc de Borja de Gandia trabaja con un novedoso programa para garantizar la calidad de conservación de los medicamentos termolábiles (aquellos que necesitan frío para su conservación) en los domicilios de los pacientes.

Tal y como asegura el Dr. José Luis Marco, jefe del Servicio de Farmacia, la garantía de calidad de la cadena del frío acaba cuando el medicamento es dispensado al paciente y éste se tiene que conservar en su domicilio. “Es habitual que un medicamento biológico que requiere conservación entre +2 ºC y +8 ºC permanezca en casa del paciente durante períodos largos de tiempo, como por ejemplo los utilizados en la artritis reumatoide. Una inadecuada conservación de estos puede producir una pérdida de eficacia de la medicación”.

El programa permite medir la temperatura y comprobar si se han mantenido las condiciones correctas de conservación. Para ello se utilizan unos dispositivos electrónicos, registradores de temperatura (microchips), cuya información será luego leída a través de medios informáticos. Estos dispositivos permiten registrar temperaturas entre
–25 ºC y +70 ºC, y tiene una apariencia similar a la de una pegatina. Estos registradores han sido desarrollados por la empresa local Spintronic® .

Lectura mensual de los microchips

La Dra. Cuellar, farmacéutica responsable de la dispensación a pacientes externos, explica que “los pacientes que vienen al hospital a retirar una medicación que requiere conservación en frío se les ofrece la posibilidad de verificar su capacidad para conservar el medicamento. Para ello se adhiere a la caja del medicamento el chip registrador de la temperatura, que hace hasta 600 registros durante el periodo que el medicamento permanece en el domicilio”.

Tal y como explica la Dra Cuellar, “cuando el paciente regresa al hospital a por la siguiente medicación se hace una lectura de los registros que ha tomado el microchip durante ese mes y se comprueba si las condiciones de conservación están siendo las óptimas”.

Una vez leídos los datos obtenidos del microchip se planifican los cambios necesarios en las condiciones de conservación para garantizar la calidad y eficacia del medicamento.

El programa ha contado con la Colaboración de la Dirección General de Farmacia de la Conselleria de Sanitat. Se trata de un programa único en el mundo, en el que el Hospital de Gandia es pionero. Actualmente ocho hospitales más de la Comunitat están trabajando con la implantación de este método.

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