"Buñoleras Sin Fronteras" preparan comidas caseras para repartir a los pobres
La promotora de esta iniciativa ha sido Remedios Lloret, que desde el pasado 7 de enero, junto a otras voluntarias, ofrecen de manera gratuita y desde las doce de la mañana, platos de comida caliente a todo aquel que lo necesite.
Por el momento, estas mujeres, que se organizan por turnos, están ubicadas en un local prestado por el grupo de Scouts de Gandía y según han explicado, cada día es mayor el número de personas que acuden a su sede por alimentos, por lo que se sienten muy satisfechas de su labor.
Los gastos que acarrea la compra de los productos para preparar las comidas son sufragados gracias a las donaciones de alimentos o de dinero que realizan otros vecinos o a las propias aportaciones de las cocineras voluntarias.
Remedios Lloret ha comentado que cuando vio a "jóvenes y viejos escarbar en los contenedores", le comentó a unas amigas la opción de preparar comida para los pobres y "ellas aceptaron ayudarla con el proyecto".
La promotora de Buñoleras sin Fronteras ha asegurado que, desde que se dedica esta actividad, que no tiene ningún vínculo con ideologías políticas o religiosas, "duerme toda la noche de un tirón porque se siente feliz de hacer algo bueno por los demás".
Otra de las voluntarias, María Martínez, ha manifestado que "prefiere ayudar antes que estar en casa sin hacer nada, ya que el quedarse sentada no le aporta nada y no le apetece".
Ana C. es una de las personas que acude cada día a Buñoleras sin Fronteras para recoger comida, pues es viuda, cobra poco, tiene que pagar un préstamo y vive con su hijo y dos nietos que no encuentran trabajo.
Para Juan R., esta iniciativa es una "maravilla" porque ayuda a gente como él que, según indica, es jubilado y no cobra bastante, y se evita así el "tener que buscar por los contenedores".
