Ciudadanos Democráticos considera un despilfarro recuperar los secretarios de grupo

Ciudadanos de Centro Democrático (CCD) de Elda ha manifestado hoy que la anunciada decisión del alcalde de recuperar para el año que viene los seis secretarios de los actuales grupos políticos es un “despilfarro económico de más 150.000 euros anuales que pagaremos todos los ciudadanos para que los concejales coloquen a sus amigos en el Ayuntamiento y no tengan que hacer el trabajo para el que les han votado”.

CCD rechaza que esta medida tenga que ver con una mejora de la calidad democrática, sino con la recuperación de un “chiringuito” en el que los políticos eligen cargos de confianza “a dedo”. Según el coordinador de la formación, César González, “lo democrático y lo justo es que sean los concejales los que hagan el trabajo que les han encomendado las urnas, y no terceras personas de los que se desconocen sus méritos y su capacidad”.

Ante todo ello, el dirigente se ha preguntado si esta medida es otra de las “prebendas como pago adelantado de favores” a las que nos tiene acostumbrado el alcalde para garantizarse la gobernabilidad con el batiburrillo de partidos que necesita para aprobar cualquier decisión, utilizando para ello recursos públicos y procurándose para el futuro la devolución de favores políticos.

CCD considera que los grupos políticos tienen derecho a tener medios económicos y humanos para hacer su función, y “por eso es justo que un político electo reciba una retribución, puesto que se le ha elegido para realizar una función”, pero considera que las labores administrativas de apoyo a los grupos pueden ser desempeñada por funcionarios de carrera del propio Ayuntamiento y no por “personas puestas a dedo que no son capaces de encontrar colocación en el mercado laboral”.

Por tanto, CCD ha señalado que los 150.000 euros que se van a destinar a nuevos sueldos, debería destinarse a mejorar el mantenimiento de la ciudad y ayudar a las personas necesitas. González ha pedido a los grupos políticos que tengan criterios de coherencia y honestidad, que renuncien a este privilegio injustificado y que sean transparentes en la decisión que tomen, para que “todos podamos saber por qué una persona que no ha sido votada se pasará cuatro años a sueldo”.