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La economía valenciana crece un 2% aunque perderá fuelle en el tercer trimestre

La economía valenciana crece  un 2% aunque perderá fuelle en el tercer trimestre
  • La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) anticipa que el crecimiento será similar a la media nacional y superior a la zona euro

Según estima la AIReF, la economía valenciana creció en el primer trimestre de 2023 hasta el 0,4 %. Este dinamismo se mantendrá durante el segundo y parte del tercer trimestre, pero perderá fuelle desde mediados del tercero. Así se recoge en el informe de coyuntura y perspectivas económicas del primer trimestre de 2023 presentado por la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) que, además anticipa que, de confirmarse esta trayectoria, la Comunitat podría alcanzar en el conjunto del año un avance en el entorno del 2 %; muy similar al de la media nacional y cerca de un punto por encima de la media de la zona euro y la UE.

Esta es la conclusión a la que llega la CEV tras analizar los datos más recientes sobre la demanda, la oferta, la coyuntura de los sectores productivos y el sector exterior, la evolución del mercado laboral, la tendencia inflacionaria, la política monetaria y los elementos y variables que pueden impulsar o contener la evolución de la economía de la Comunitat Valenciana.

Al respecto la CEV apunta a la propia inercia de la economía nacional, superior a la de otros enclaves de nuestro entorno; los niveles de inflación inferiores a los registrados en la zona euro — en parte afianzados por la firma entre los agentes sociales del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva —; la mayor resiliencia del mercado laboral, tras la reforma pactada por los agentes sociales; el dinamismo del sector exterior y de las empresas que operan en él, tanto en bienes como en servicios (sobre todo turísticos), y el mayor despliegue esperado para este ejercicio de las ayudas y créditos asociados a los Fondos Next Generation EU, como las variables que impulsarán la economía.

Por contra, podrían frenarla los siguientes elementos: la propia ralentización de las economías de nuestro entorno, que son receptoras de nuestros bienes y servicios y emisoras de turismo internacional; las expectativas de una inflación más prolongada en la zona euro, con el consiguiente recorrido de futuras subidas de tipos de interés por parte del BCE y su repercusión sobre las decisiones de los agentes económicos privados y públicos; la falta de mano de obra cualificada en la mayoría de sectores, destacando la construcción, varias ramas manufactureras, la hostelería y la agricultura; la situación económica, financiera y patrimonial de un gran número de empresas, cuyas cuentas anuales todavía no han recuperado las ratios previas a la pandemia, y que en su condición de precio aceptantes se enfrentan a unos costes muy elevados; el todavía bajo e insuficiente nivel de ejecución de los Fondos Next Generation EU y su escasa traslación al tejido productivo regional; las trabas que la “Ley Crea y Crece” está generando a miles de empresas a la hora de acceder a los programas de ayudas; tanto los asociados a los Fondos Next Generation EU como a los del Estado y la Generalitat; el lastre que supone la crónica infrafinanciación de la Comunitat, así como los altos niveles de deuda pública que, en un contexto de subida de tipos de interés, drenarán margen de maniobra para implementar medidas de apoyo al tejido productivo, y los menores niveles de renta per cápita de la población en la Comunitat, que acentúan la repercusión de la inflación y las subidas de tipos de interés sobre las decisiones de consumo e inversión de las familias.

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