“Dios te salve, María es una historia creada y realizada desde el corazón, desde la emoción más pura”

Noelia Fluxá y Julie-Estel Soard han presentado su primer cortometraje, Dios te salve, María, en el Festival Internacional de Cine de Alicante. Para ambas supone su primera producción cinematográfica como directoras y destacan que "ha sido el mejor regalo y mayor aprendizaje que nos ha propuesto la vida". 

¿Cómo ha sido poder participar y presentar vuestro corto en el Festival Internacional de Cine de Alicante?

Ha sido un privilegio el estrenar nuestro cortometraje en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Alicante, compartiendo cartel con los más grandes de la industria. Edición tras edición, el Festival de Alicante va ganando prestigio y la calidad de los trabajos seleccionados es impresionante. Ha sido un honor iniciar nuestra distribución ahí. Pero más allá de nuestra tierra alicantina, Dios te salve, María es una historia que necesita visibilidad y voz, por todo el mundo.

¿Qué os ha transmitido el público de Dios te salve, María?

Después de cada proyección, tanto en su preestreno como en el propio estreno, el publico ha salido muy emocionado y removido. Muchos nos han abrazado a todo el equipo dándonos las gracias, y la mayoría con un kleenex en la mano. La frase que más hemos escuchado ha sido “se me han puesto los pelos de punta, no tengo palabras”. Dios te salve, María es una historia creada y realizada desde el corazón, desde la emoción más pura. Cuando rodamos, o cuando editamos, necesitamos llegar al mismo lugar en el cual queremos llevar nuestro público. Necesitamos emocionarnos, necesitamos cuestionarnos. Y antes de cualquier premio, nuestra mayor recompensa es ver a cualquier persona del publico emocionada y removida, y esto ha ocurrido.

Aparte de este feedback emocional, el publico nos ha transmitido la frustración de no ver más, de que “ya se haya acabado”. Muchos nos han preguntado: ¿para cuándo la película?, ¿Seguiremos conociendo a los personajes?, ¡Queremos más!

¿Qué nos vamos a encontrar los espectadores en este corto?

Como espectadores debéis saber que hablamos de amor, pero no vais a poder recrearos en él, hablamos de guerra, pero no vais a ver bombas caer. Lo que cuenta Dios te salve, María va más allá, y lo importante son las emociones de cada personaje. Los espectadores os vais a encontrar frente a la impotencia de no poder ser libres. Y no solo en un contexto de guerra civil. Os vais a encontrar con diferentes maneras de luchar por amor, y con el valor del sacrificio que esa lucha conlleva. Os vais a sumergir en la historia, sin daros cuenta poquito a poco, desde el primer fotograma. Y hasta el último momento, la historia os llevará donde no os esperéis.

¿Cuál es el mensaje principal que queréis transmitir con Dios te salve, María?

No hay un solo mensaje, son muchos. Y cada uno de los espectadores se llevará su propia experiencia y su propio aprendizaje a casa. No queremos influenciar al espectador con nuestra visión, pero desde nuestro punto de vista, queremos transmitir que, siempre y cuando siga habiendo una sola persona que sienta miedo y dolor por ser quien es, por las represarías, por ser perseguida por sus preferencias, y no hablamos solo de amor, tendremos que seguir luchando.

¿Cómo ha sido la experiencia de dirigir vuestro primer corto y cómo surge la idea?

Dirigir juntas nuestro primer cortometraje y nuestra primera producción cinematográfica ha sido el mejor regalo y mayor aprendizaje que nos ha propuesto la vida. La carga emocional que conlleva el trabajo de dirección, en cualquier momento del proceso creativo, es inexplicable. Existe una mezcla constante de felicidad, orgullo, agradecimiento, reto y crecimiento. Teníamos muy claro que tarde o temprano, queríamos dar el paso, y vivir de pleno esta experiencia de vida. Las circunstancias y la determinación nos han permitido cumplir este sueño y darnos más alas para seguir volando cada vez más alto y sobre todo más lejos.

¿De dónde os viene la pasión o el interés por el mundo artístico?

Sin duda, podemos hablar de pasión más bien que de interés. Para ambas, el arte ha estado presente desde siempre.

Noelia viene de una familia de músicos y artistas, se ha criado en los escenarios y siempre rodeada de música. Con los años, la interpretación ha ido formando cada vez más parte de su vida. Empezó con el teatro, en musicales y luego como cantante. A los 18 decidió marcharse a Madrid y luchar por ser actriz. Pero la experiencia le llevó a darse cuenta que lo que más le gustaba, no era actuar, sino ver cómo le dirigían. El cuaderno de notas estaba lleno de ejercicios para el actor y cuando más escribía era cuando estaba como oyente visualizando a sus compañeros. De ahí surgió la necesidad de dirigirles ella misma, y empezó a crear sus propios musicales como directora, se lanzó en la fotografía y de ahí llego al mundo audiovisual, donde por fin, encontró su lugar.

Julie-Estel ha hecho teatro de los 6 a los 28 años. Siempre lo ha vivido como un momento de conexión y desconexión, como una invitación a expresarse de la forma más pura y más orgánica que se pueda. Como un lugar en el cual no existe la posibilidad de ser juzgado. En paralelo a sus estudios universitarios de management, ha formado parte durante 3 años de una asociación profesional de audiovisual nº1 en Francia en su momento, en la cual se ha formado como operadora de cámara y editora. Esto ha marcado el principio de su trayectoria en el mundo audiovisual porque desde entonces, no ha dejado de interactuar detrás de la cámara.

¿Cómo fue el rodaje? ¿Con qué momento os quedaríais?

El rodaje fue intenso, en todos sus aspectos. Pero nos quedamos con una sensación maravillosa. En cada momento, estábamos superando retos y cumpliendo sueños, en equipo. Ha sido un trabajo colectivo de principio a fin, y hemos tenido un apoyo incondicional por parte de cada pieza del equipo en todo momento. Y más que elegir un momento en concreto, nos quedamos con la suerte de haber podido trabajar con un reparto de 10, que nos ha facilitado cada escena, cada una de ellas compleja emocionalmente. Con la suerte también de haber descubierto este guion de Sergio Checa en el cual hay tanto mimo y dedicación. Y con el habernos sentido respaldadas en cada segundo por todos y cada uno del equipo técnico. Así que, sería imposible quedarnos con un solo momento, sin hablar de todos ellos, ya que todos han hecho que cada proceso desde la pre producción hasta la posproducción e incluso en este inicio de la distribución, sea un sueño para nosotras.

¿Cuáles son vuestros proyectos de futuro en el mundo cinematográfico?

Ahora estamos en proceso de dos cortometrajes más. Abiertas a recibir nuevos guiones e incluso a atrevernos con ideas propias. No queremos parar, tenemos mucho que contar todavía. Esto solo es el principio de “ojalá” un largo camino como directoras.

¿Hasta dónde esperáis llegar con este corto?

Con Dios te salve, María no tenemos límites. Es nuestro bebé, queremos disfrutárnoslo un poco. Así que, por el momento a disfrutar de la distribución y del recorrido internacional que nos den la oportunidad de hacer, y ya en mente la posibilidad de poder alimentar y hacer que se haga mayor, contando más sobre “María y Carmen”.