El Hospital La Pedrera incorpora Terapia Ocupacional y Logopedia a su cartera de servicios

Con el objeto de continuar ofreciendo una atención de calidad en la asistencia, el Hospital La Pedrera ha incorporado dos nuevas disciplinas a su cartera de servicios. En concreto, se trata de las especialidades de Terapia Ocupacional y de Logopedia, que se integran al equipo multidisciplinar de profesionales que trabaja de forma conjunta en la atención a los pacientes.

De este modo, ambos servicios reciben a pacientes que son remitidos sobre todo por las especialidades de Rehabilitación, Neurología o Psicología del centro sanitario. Se trata fundamentalmente de ayudar a personas que han sufrido un Accidente Cerebrovascular (ACV) o un Traumatismo Craneoencefálico (TCE), que presentan déficit en las actividades de la vida diaria y no son totalmente independientes.

Detección de déficits
Cuando un paciente necesita atención de Terapia Ocupacional, Áurea Álvarez, la titular de este nuevo servicio del Hospital La Pedrera, realiza una valoración de las actividades de la vida diaria, para detectar así los déficits que presenta, que pueden ser de carácter motor o cognitivo.

Ello permite que la terapeuta ocupacional pueda saber qué actividades de la vida diaria deben entrenarse para que el paciente consiga ser lo más autónomo posible.

En el caso de los déficits motores, la actuación de Áurea Álvarez se centra en la estructuración de la actividad (el paciente con un ACV debe tener un cubierto adaptado, un buen ajuste a la mesa, etc.), en la simplificación de la actividad (el paciente con ACV debe apoyarse al levantarse para evitar caídas, no debe tener ningún objeto por en medio y debe tenerlo todo a mano para poder coger sin dificultad) o modificación de la actividad (en pacientes con ACV que son diestros, deben manejarse con la mano izquierda para ser totalmente independientes con una mano solo).

Por lo que respecta a los déficits cognitivos, la terapeuta ocupacional realiza una valoración para trabajar con ellos mediante actividades ya conocidas por el paciente o que le gusten, para conseguir que preste más atención. Entre estas actividades se encuentran los juegos de cartas (potencian la atención, la memoria y las funciones ejecutivas), coser (mediante la utilización de patrones, etc.) o cocinar (explicar los pasos de una receta, sus ingredientes…).

Habilidades comunicativas y problemas de deglución
A su vez, la labor de Logopedia, que lleva a cabo Conchi Carrasco Díaz, tiene como función principal ayudar a los pacientes a restaurar las habilidades comunicativas y eliminar o reducir los problemas de deglución.

Para ello, Conchi Carrasco Díaz se centra en unos objetivos específicos como: 1) Evaluación de los problemas del lenguaje: afasias (trastornos adquiridos del lenguaje oral y escrito); 2) Problemas del habla: disartrias (trastornos de la articulación, de la respiración, de la prosodia); 3) Trastornos de la voz: disfonías (se valora la intensidad, el tono y el timbre); 4) Valoración de la agilidad y tonicidad de los músculos orofaciales que intervienen en los procesos de deglución); 5) Sistemas alternativos de comunicación (en caso de no restaurarse la comunicación oral, estos sistemas la sustituyen totalmente, incluyendo pictogramas, gestos, símbolos SPC, símbolos Blis e incluso escritura en soportes individualizados) o sistemas aumentativos (si se tiene un lenguaje mínimo, éste se puede complementar con pictogramas o cualquier otra ayuda grafica hasta que restaure por completo).

De este modo, la logopeda trabaja –tras una valoración previa del paciente mediante test estandarizados- aquellas áreas más perjudicadas, con actividades que van de lo más sencillo a lo más difícil, buscando siempre que el paciente esté motivado para trabajarlas.

La finalidad última del trabajo tanto de la logopeda como de la terapeuta ocupacional es que los pacientes utilicen los aprendizajes en sus actividades de la vida diaria, es decir, que sepan hacerlo y exista funcionalidad de lo que han aprendido cuando reciban el alta.