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Murciélagos para controlar la población de mosquitos en Cullera

Murciélagos para controlar la población de mosquitos en Cullera
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    Murciélagos para controlar la población de mosquitos en Cullera - (foto 3)
    Murciélagos para controlar la población de mosquitos en Cullera - (foto 4)

    Cullera encuentra en los murciélagos un refuerzo en su lucha para controlar la población de mosquitos. El proyecto consiste en la instalación de cajas-nido o refugios para la protección y potenciación de las colonias de los quirópteros.

    El proyecto ideado por la Concejalía de Medio Ambiente, ha sido encargado a la Granja de Bitxos, con experiencia en el control de plagas mediante la potenciación de fauna auxiliar.

    La presencia de depredadores naturales es clave en la eliminación biológica de mosquitos y una manera respetuosa con el medio ambiente de combatir la población de mosquitos.

    Los murciélagos ayudan también a controlar algunas plagas agrícolas como por ejemplo el 'cucat' del arroz, insecto que ataca la caña del arroz llegando a producir grandes pérdidas de producción.

    El responsable del área, Hugo Font, considera necesario destacar los beneficios de la biodiversidad en el medioambiente fomentando el control de mosquitos con depredadores naturales que complementan el resto de tratamientos que se realizan.

    'Es un método respetuoso con el entorno, que no afecta a insectos beneficiosos y no deja residuos. A tener en cuenta que cada murciélago puede llegar a alimentarse con entre 600 y 3.000 mosquitos en una sola noche. Además, con las cajas-nido ayudamos a proteger esta especie que se encuentra en declive por actuaciones humanas como el uso de plaguicidas'.

    Cajas-nido

    Previo estudio, los refugios se ha distribuido a lo largo del término municipal, con preferencia en áreas próximas a las zonas de caza de los murciélagos tales como barrancos, marjales, huertas, depuradoras y polígonos iluminados en el extrarradio.

    Los soportes se han colocado a una altura mínima de cuatro metros, orientados hacia el este y el oeste para minimizar el impacto de la sobreexposición solar, factor que podría resultar mortal para estos animales.

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