Cullera vive la mayor reactivación de la obra pública tras años de crisis
El Ayuntamiento de Cullera ha iniciado 2018 con la reactivación de la inversión tras años en los que la crisis y la mala gestión económica en el consistorio, que desembocó en el actual plan de ajuste, habían limitado las obras que llevaba a cabo con recursos propios a la mera construcción de los nichos del cementerio.
En el departamento de Urbanismo no recuerdan desde hacía años una actividad tan frenética como la actual. Diversos son los proyectos de envergadura en los que trabaja en estos momentos la concejalía dirigida por Juan Vicente Armengot. La finalización de la piscina municipal es la obra estrella, seguida por la ejecución de la tercera fase de la reforma de la Residencia Municipal de la Tercera Edad, la construcción de la nueva central de la Policía Local, la conclusión de la Casa de la Enseñanza, el anillo ciclista y el plan de mejora de zonas urbanas degradadas, mediante el cual se prevé intervenir en áreas en las que hace años se requieren intervenciones para mejorar la calidad de vida de los vecinos.
En estos momentos, Cullera está a la espera de firmar un convenio con la Generalitat para recibir dos millones de euros con los que poder iniciar las obras de la segunda fase de la piscina municipal. El consistorio será, por tanto, el encargado de ejecutar estos trabajos. Los de conclusión de la primera fase están en su tramo final y el proyecto que regirá la finalización de la segunda se halla prácticamente a punto de caramelo. La previsión del ejecutivo municipal (PSPV-PSOE / Compromís) es que en este 2018 se pueda abrir la instalación; eso sí, en pruebas.
Por otra parte, está abierto el proceso de licitación de las obras de la tercera fase de la Residencia Municipal de la Tercera Edad después de que se llevaran a cabo en 2015 y 2016 los trabajos que han evitado el cierre del centro geriátrico, amenazado de clausura porque sus instalaciones no cumplían la normativa vigente.
También la nueva Central de la Policía Local está ya dotada parcialmente con recursos en los presupuestos municipales y se contará con el apoyo de la Diputación de València para poner en marcha esta infraestructura que debe llevar al Cuerpo Policial a un nuevo emplazamiento adaptado a sus necesidades; las dependencias de la plaza de España han quedado obsoletas.
Mejoras urbanas
Estos días se ha reactivado el plan de rehabilitación de zonas urbanas degradadas con dos obras que afectan a las calles La Marina y Doctor Peset Aleixandre. En la primera de ellas, se ha procedido a la retirada de los antiguos adoquines, que se encontraban en muy mal estado y suponían un peligro tanto para los transeúntes como para la circulación de vehículos. Se contempla, asimismo, un cambio de todo el sistema de alcantarillado debido a las malas condiciones en las que se halla la red. Esta parte se realiza por la empresa mixta Aigües de Cullera. Por otro lado, la concejalía de Servicios Exteriores, dirigida por Salva Tortajada, está procediendo al reasfaltado de Doctor Peset Aleixandre, ubicada en la zona turística, el firme de la cual estaba lleno de baches.
Esta última concejalía prosigue con el plan de eliminación de barreras arquitectónicas cuyo objetivo al final de la legislatura es suprimir el 40 % de las existentes en todo el casco urbano.
Urbanismo también está elaborando el proyecto de tapado de la famosa acequia del Marenyet, una reivindicación vecinal histórica que será atendida por el ejecutivo presidido por Jordi Mayor.
Dentro de la vorágine de proyectos, se ultima la primera fase de la rehabilitación del puente de piedra, que hace años necesita una reforma porque se encuentra en proceso de degradación que hace necesaria una intervención. En ciernes, la conclusión de la Casa de la Enseñanza, que cuenta con dotación presupuestaria municipal y resta a la espera de una subvención por parte del Gobierno de España.
Vía Verde
El anillo ciclista de la Vía Verde del Primer Collado está también en proceso de licitación. El consistorio ultima los trabajos de eliminación del punto negro para la circulación que supone este camino, muy transitado, y el siguiente paso será la construcción del carril bici que unirá el existente en la carretera del Faro con la entrada a la ciudad por la CV-502.
Posteriormente, se dará continuidad al carril bici hasta la zona marítima, de forma que se seguirá avanzando en el anillo ciclista que, se quiere, permita circular con seguridad a los usuarios de las dos ruedas por toda la ciudad. Es el proyecto estrella del concejal de Medio Ambiente y Movilidad Sostenible, Hugo Font.
Armengot ha destacado que todas estas inversiones «suponen la mayor reactivación de la obra pública impulsada por el Ayuntamiento de Cullera en años» y son, añade, «prueba de que cuando se gestionan bien los recursos de todos, se puede destinar dinero a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos».
En estos dos años y medio de gobierno, Cullera ya ha llevado a cabo otras actuaciones importantes siempre con la ayuda de la Diputación de València y el Consell presidido por Ximo Puig. Ambas instituciones salieron al 'rescate' de un consistorio que estaba «de manos atadas», en palabras de Armengot, para poder seguir mejorando sus infraestructuras. La reforma del Salón de Actos de la Casa de la Cultura o la Residencia Municipal de Ancianos son solo dos ejemplos.
