Cullera amplía la apertura del Mercado a los viernes por la tarde
El Mercado Municipal de Cullera amplía su horario a lo largo diciembre y hasta Reyes abriendo sus puertas los viernes por la tarde. La iniciativa de la concejalía de Mercados, que dirige Javier Cantos, en colaboración con l'Associació de Comerciants del Mercat pretende dinamizar las compras y la hostelería en el centro de la ciudad en una época en la que el consumo se incrementa notablemente.
El consistorio considera que la ampliación supondrá un impulso a la economía de los pequeños negocios de la zona y abre la puerta a un cambio en los hábitos de consumo de los vecinos de la localidad, que todavía optan mayoritariamente por adquirir la alimentación y otro tipo de productos en las grandes superficies.
Cantos ha explicado que el consistorio quiere aprovechar las Navidades ya que se trata de unas fechas idóneas para llevar a cabo este tipo de campañas con las que se da visibilidad a una oferta basada en los productos de proximidad, calidad y frescos.
«Es una ocasión para mejorar la atención al cliente ampliando el servicio y también para que otro perfil de comprador, sobre todo público joven con un nivel de exigencia medio-alto, conozca lo que se le ofrece en el corazón de la ciudad a un buen precio y con una calidad inmejorable», relata el edil.
Si la iniciativa funciona, algunos comercios del mercado sedentario se han mostrado abiertos a estudiar la posibilidad de ampliar el horario a los viernes por la tarde de manera indefinida.
La dinamización se acompaña con la realización de actividades paralelas dirigidas al público infantil de la mano de ACECU y del ayuntamiento para que la experiencia de compra en familia sea completa.
Atractivo turístico
Otro de los motivos de esta ampliación horaria ha sido acercar el Mercado Municipal al turismo. Cullera, que se posiciona como un destino turístico ideal para todo el año, trabaja para aprovechar todos los atractivos de la ciudad más allá de sus playas.
El mercado sirve del gran atractivo del centro histórico y representa una de las delicias arquitectónicas de la ciudad. El edificio, cuya construcción data del año 1903, goza de dos pabellones aislados destinados exclusivamente a la actividad comercial. Forman un conjunto pintoresco que a su vez sirve de puerta de acceso al barri del Pou. Sus jardines se erigen en la gran plaza mayor de la ciudad.
Dentro, se encuentran todo tipo de alimentos desde frutas y verduras, pescados, carnes, repostería, artesanía, un punto de KM 0 con información turística y diversos locales de hostelería. En las inmediaciones también se pueden visitar los jueves y sábados por la mañana los refugios de la Guerra Civil. La oferta comercial se complementa con la enorme variedad de pequeños comercios que se ubican en el entorno de la Vila.
