Cullera adjudica las obras para eliminar los dos puntos negros de los Collaos
El Ayuntamiento de Cullera ha adjudicado las obras que eliminarán los dos puntos negros de los Collaos en la confluencia de estas transitadas vías rurales con el antiguo tramo de la CV-502, la popularmente conocida como doble curva del Club de Tenis.
El proyecto contempla la construcción de dos rotondas en el primer y el segundo Collao que evitarán la situación actual en la que, fruto del despiste, muchos conductores circulan en sentido contrario por el viejo trozo de la CV-502 que antiguamente era de doble sentido y desde la construcción del tramo alternativo pasó a ser de uno solo.
El concejal de Urbanismo, Juan Vicente Armengot, ha indicado que aunque en la zona no se han producido accidentes de mucha gravedad sí que suelen darse constantes situaciones de riesgo por lo que el gobierno municipal considera prioritaria esta actuación.
Las obras contemplan además la creación de un nuevo tramo de carril bici que se iniciará en la Font del Gegant hasta el primer Collao y se prolongará por este camino hasta enlazarlo con el ya existente en la carretera del Faro, completando así un anillo verde en la zona norte del municipio.
Los trabajos tienen un coste previsto de 150.000 euros y están financiados por la Diputación de Valencia, que ha cedido el viejo tramo al consistorio para que sea éste el que a partir de ahora lo mantenga. El proyecto se fraguó el pasado mes de octubre con la visita al municipio del diputado provincial de Carreteras, Pablo Seguí, quien analizó sobre el terreno la situación de la mano del alcalde, Jordi Mayor.
Asimismo, la Policía Local de Cullera estudia en estos momentos modificar el sentido de la circulación en el primer Collao, que podría pasar a ser de un solo sentido desde la vieja CV-502 en dirección a la carretera del Faro, mientras que el segundo Collao seguiría siendo de dos sentidos.
Con esta medida se reducirá la actual peligrosidad de la zona ya que la estrechez y falta de visibilidad del Primer Collao así como el enorme uso que hacen los vecinos de Cullera del mismo generan conflictos en la circulación.
Las obras podrían iniciarse en el mes de octubre, ha apuntado Armengot, quien calcula que si no hay ningún imprevisto podrían estar concluidas durante los primeros meses de 2018.
