Los comedores escolares que vienen
Justicia Alimentaria finaliza el curso valorando los cambios en la alimentación escolar
Tras casi dos años de trabajo, la labor de la plataforma Escoles que Alimenten está dando sus frutos. El decreto que asegurará una alimentación saludable y sostenible en comedores escolares, residencias de personas mayores y hospitales de la Comunidad Valenciana, continua su andadura para convertirse en una realidad en los próximos meses. Escoles que Alimenten ha participado activamente en el diseño de su contenido y la consecución de su próxima aprobación. La nueva legislación establecerá los criterios para garantizar un menú equilibrado y sostenible, basado principalmente en alimentos de proximidad, frescos y ecológicos en todos los servicios de restauración colectiva valencianos.
“Estamos muy satisfechas por el paso adelante que está promoviendo la Conselleria de Sanitat y que es el resultado del trabajo coordinado que hemos establecido desde la mesa intersectorial, donde se han reunido entidades de la sociedad y representantes de las Consellerias de Sanidad, Educación y Agricultura” nos cuentan desde Justicia Alimentaria, organización que ha formado parte de este proceso y que es una de las integrantes de Escoles que Alimenten.
Justicia Alimentaria lleva años promoviendo la necesidad de crear un modelo de alimentación escolar más sostenible y saludable en las escuelas de nuestro territorio: “Desde el programa “Alimentar es educar” hemos trabajado estrechamente con las AFAS y las comunidades educativas para lograr nuestro objetivo de conseguir unos comedores escolares más sostenibles. Para ello hemos programado escuelas de formación para las familias, talleres de cocina de temporada y revisiones de los menús escolares para elaborar propuestas de mejora, entre otras muchas acciones”.
“Este año, en algunos centros educativos, hemos puesto el foco de atención en reflexionar sobre el exceso de consumo de azúcar en la alimentación diaria. El CEIP Cervantes de València y el CEIP Manuel González Martí de Benifaraig, por ejemplo, han creado con la ayuda de toda la comunidad escolar, un amplio y delicioso recetario de postres y dulces saludables, sin azúcares añadidos”, nos dicen desde Justicia Alimentaria. “La implicación de todos los agentes educativos es fundamental para lograr desarrollar hábitos alimenticios saludables y de futuro”, añaden las responsables del programa. Fueron los mismos equipos de los comedores escolares de cada centro, cocina, monitoras y las propias comisiones de comedor los que lanzaron la invitación a participar que fue recibida por los centros escolares con mucho entusiasmo. “Es una excelente manera de poner en valor su trabajo y aumentar su visibilidad entre la comunidad educativa”, apuntan desde la organización.
El programa “Alimentar es educar” se ha complementado este curso con diferentes visitas a iniciativas de producción agroecológica de la provincia de València, como el Mas del Fondo, un antiguo riu-rau situado en Massarojos, o el Hort de Pastanaga en Otos. En estas visitas las familias han podido conocer proyectos reales de abastecimiento de alimentos ecológicos, de proximidad y de temporada a los comedores escolares de los centros.
València está en un momento óptimo para fomentar políticas alimentarias sostenibles. Hasta la fecha ha sido capital mundial de la alimentación de la FAO en 2017. Existe una Estrategia Agroalimentaria municipal aprobada hasta 2025, y además, cuenta con un Centro de Investigación Mundial para la Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS), lo que unido a la huerta periurbana de Valencia, la convierten en el espacio perfecto para promover un sistema de alimentación de proximidad que transite hacia unos comedores escolares más sostenibles, saludables, justos y educativos.