Valoración de la peatonalización de la avenida Lledó

El Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón ha vuelto a reunirse con las asociaciones y federaciones vecinales, molestas por la decisión de gobierno municipal de eliminar el vial de acceso al centro -entre la rotonda de Tombatossals y la Plaza María Agustina-, además de la desaparición de 249 plazas de aparcamiento y los consecuentes problemas de movilidad para los comercios y empresas de la zona. Durante la reunión, celebrada ayer lunes, se volvieron a poner sobre la mesa las consecuencias desfavorables para este distrito de la ciudad, cuyos afectados ya han manifestado que, en estos momentos,  no es necesario un proyecto de peatonalización como el que quiere imponer tripartito, y del que ni siquiera se ha consultado a los vecinos antes de impulsarlo, ya que hay que tener en cuenta que la iniciativa ya está en el despacho del Ministerio con el fin de optar a ayudas europeas.

El concejal Popular del distrito Norte y vecino del mismo, Juan Carlos Redondo, plantea que ante esta situación, “esperamos que esta tarde, en la reunión que tiene prevista el gobierno municipal con los vecinos, se acepte la voluntad de los residentes de la avenida Lledó y adyacentes, así como los de otras zonas. Su petición es clara: la única solución que contemplan es la paralización del proyecto”.

Al encuentro celebrado ayer asistieron representantes de la Asociación de Vecinos de Rafalafena; integrantes de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Castellón (COASVECA) y miembros de la Asociación de Vecinos de la Marjaleria. Por parte del Grupo Municipal Popular, estuvo presente la portavoz Begoña Carrasco y el concejal popular del distrito Norte y vecino de dicho distrito, Juan Carlos Redondo.

“Los vecinos se han mostrado muy sensibilizados con los residentes y comercios afectados de lleno por la disminución de la afluencia de personas que la medida generará. Algo que acabará repercutiendo a toda la ciudad si se siguen cerrando carriles de acceso al centro, como el del Paseo Ribalta, donde los comerciantes de esa zona también han mostrado su malestar y rechazo por las trabas, cada vez mayores, que hacen peligrar la continuidad del pequeño comercio, muy afectado ya por la disminución de sus ventas”, añade Juan Carlos Redondo.

“Es indecente que el equipo de gobierno quiera tapar el conflicto que innecesariamente ha generado acusando al Partido Popular de movilizar a los vecinos contra el proyecto de Amparo Marco. Aquí, lo único que hay, una vez más, son las consecuencias de gestionar mediante el rodillo, el no escuchar a los vecinos e imponer proyectos que los castellonenses no han demandado y en los que ni siquiera han participado. El Partido Popular está actuando como altavoz de ese malestar, y lo vamos a seguir ejerciendo, porque para eso nos han pedido nuestra ayuda los afectados y las organizaciones y entidades vecinales, impotentes a una proyecto que va a costar más de 3,5 millones de euros y que consideran inútil, puesto que va a suponer el bloqueo absoluto a la ciudad, generando más problemas de movilidad, y sin que sirva para reducir las emisiones de dióxido de carbono, porque lo único que se va a hacer es desplazar el tráfico de unos ejes a otros”, ha concluido.