Los socialistas solicitan una inspección especial de las esculturas monumentales para garantizar la seguridad de los castellonenses

Los socialistas de Castellón solicitan al equipo de gobierno que realice una inspección extraordinaria de las esculturas monumentales emplazadas en el espacio urbano. El objetivo de la iniciativa es garantizar la seguridad de los viandantes y vehículos que se desplazan por las inmediaciones de las obras de arte, que se ha puesto en entredicho tras la polémica caída de la escultura de Ripollés. Algunas obras están ubicadas en lugares de gran concurrencia de viandantes, como es el caso de colegios.

“Los castellonenses deben tener la absoluta certeza de que los monumentos instalados en la vía pública cuentan con todas las medidas de protección necesarias para evitar un siniestro como el ocurrido en la rotonda entre la ronda sur y la ronda este”, indica el portavoz adjunto del grupo socialista y responsable de Cultura, Pep Grau, quien insta al PP a actuar de forma inmediata en este asunto.

Los socialistas de Castellón han preguntado al equipo de gobierno por la actuación que piensa emprender para recuperar la escultura, tumbada ante las fuertes rachas de viento. Las cuestiones han estado referidas a la existencia de un seguro, y las coberturas contratadas, a fin de asumir la reconstrucción del monumento. También se preguntó por la existencia de un plan de seguridad de la escultura. En septiembre de 2010 ya se alertó de los posibles problemas de seguridad de la estructura.

Así mismo, se preguntó si en su día se realizó algún tipo de prueba de resistencia de la escultura ante eventuales situaciones de emergencia, como riesgo sísmico o temporales de viento, y si realiza el Ayuntamiento algún tipo de control periódico sobre el estado de esta escultura en concreto y del resto de las instaladas en la ciudad. Los responsables del equipo de gobierno no han contestado y están a la espera del resultado de unos informes técnicos encargados para conocer las causas del siniestro.

Grau remarca que “la opinión mayoritaria de la ciudadanía es que el Ayuntamiento no debe gastar ni un céntimo de euro a la escultura de Ripollés cuando se están recortando o eliminando servicios públicos esenciales”. El portavoz adjunto socialista recuerda que el Ayuntamiento ya pagó 55.000 euros por la instalación de la obra, otros 125.000 fueron aportados por la adjudicataria de la reforma de la avenida de Valencia.