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Radiografía de la juventud de Castelló: Más de la mitad viven con sus padres

Radiografía de la juventud de Castelló: Más de la mitad viven con sus padres
  • Los jóvenes se drogan menos, trabajan más y se consideran de izquierdas

El Ayuntamiento de Castelló ha presentado este martes el nuevo estudio sobre la juventud de Castelló, encargado por la Concejalía de Juventud al grupo de investigación de sociología DESiRES de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universitat Jaume I (UJI).

El concejal de Juventud, Jorge Ribes, y los profesores de Sociología de la UJI coordinadores del trabajo, Mercedes Alcañiz y Vicente Querol, han detallado el informe-diagnóstico sobre la juventud de Castelló, elaborado a través de 707 encuestas a jóvenes de entre 16 y 34 años realizadas entre noviembre y diciembre del 2021. Esta radiografía, que compara y actualiza la que surgió del estudio de 2017, servirá para la elaboración del II Plan de Juventud de Castelló.

“Uno de los principales objetivos que teníamos en materia de juventud durante esta legislatura era actualizar el diagnóstico de los y las jóvenes. Un estudio que nos ayuda a conocer la realidad y a elaborar políticas públicas adecuadas a las necesidades de la gente joven de Castelló”, ha explicado Ribes.

Cada vez hay menos jóvenes

Las principales conclusiones que arroja el estudio son que cada vez hay menos jóvenes (en el estudio de 2006, la juventud entre 16-34 años representaba el 32% de la población de Castelló, en 2017 bajó al 21,3% y en 2021 fue del 21,1%) más diversos en sus modelos de convivencia y emancipación.

La edad con la que se tiene el primer hijo es de 31,07 años, ligeranente inferior a la media estatal. Además, del estudio se desprende que el 73,9% de los hombres y el 71,2% de las mujeres quieren tener descendencia. Eso sí, la proporción de los que no lo desean se ha incrementado desde 2006 (11%), 17,4% (2017) y 27,8% en 2021.

En cuanto a los emancipados, el 54% de los encuestados todavía viven con sus progenitores. De los que sí se han independizado, un un 5’4% viven solos, un 15’6% con su pareja, un 9’9% con su pareja e hijos. 

 
La opción menos encontrada es la de parejas jóvenes que viven en un piso compartido con otras personas, ya que solo suponen un 8’9% de los encuestados. Además, cabe destacar que un 10% de los que se había emancipado han vuelto a casa de sus padres.

Asimismo, se ha detectado que cada vez hay menos jóvenes solo trabajando (pasan de un 33’4 a casi un 30’2%) y más estudiando y trabajando al mismo tiempo (suben de un 16'6% a casi un 22%); y que hay una mayor cualificación de la población joven.

Por su parte, los jóvenes que ni estudian ni trabajan han disminuido del 0’7% a un 0’1%, dejando el fenómeno ‘nini’ como algo testimonial en la ciudad.

La precariedad en el mercado laboral se centra sobre todo entre las jóvenes, quienes son, además, las que más realizan trabajos de cuidado y domésticos.

Suben los lectores

En cuanto a las violencias en la ciudad, se da un incremento de las situaciones detectadas; siendo la física la más habitual entre los chicos y la sexual para las chicas. El 65’5% de las chicas afirman haber vivido situaciones de violencia, frente al 34’5% de los hombres.

Destacan, por otra parte, que los ámbitos donde más violencia se produce son los centros educativos, las calles y con las exparejas. Sin embargo, solo un 15% ha presentado una denuncia.

Y respecto al conocimiento y valoración de los servicios municipales de juventud, el 25% de las personas encuestadas afirman conocerlos; y las actividades más valoradas son el cine al aire libre, las concursos, las actividades culturales y musicales y la Escuela de Segunda Oportunidad.

En referencia a los consumos culturales, se mantienen, con un incremento de la lectura (que aumenta del 64’8% al 71’4%) y un descenso en la asistencia a las salas de cine (queda en un 79%). También crecen los jóvenes que visitan museos y exposiciones, que ya suman un 44’8%.


Además, la dinámica en uso de internet y redes es creciente, destacando la subida en compras online, noticias y series. Por otro lado, solo un 15% participan en apuestas online.


Y en ocio relacional, dos de cada tres jóvenes salen por la ciudad al menos varios días a la semana, y la práctica del botellón en casa aumenta desde 2017, mientras disminuye fuera de casa. Así, un 42’3% asegura hacer botellón en casas frente al 32’7% que aún lo hace en la calle pese a la presión policial. En las dos prácticas disminuye la edad de quienes las practican.

La movilidad de los jóvenes también ha aumentado en los últimos años y 9 de cada 10 jóvenes hacen excursiones y viajes en algún momento del año. En cuanto a las compras, casi un 95% se desplaza para comprar en centros comerciales un 84’2% lo hace en barrios (10 puntos menos que en 2017). Respeto al consumo de sustancias estupefacientes, sube la edad de inicio en todas (excepto alcohol y tabaco); y bajan los consumos en la mayoría de drogas.

Por ejemplo, un 16% admitía consumir cocaína en 2017, mientras que en 2022 solo lo hacen un 11’9%. Un 74% consumen tabaco, un 92% alcohol, un 56% cannabis, un 8’3% anfetaminas, un 7’7% alucinógenos y un 9’3% éxtasis. Así, el MDMA es una de las pocas drogas cuyo consumo aumenta. Además, hay un 1’13% que aseguran consumir heroína.


Otra de las conclusiones es que aumentan las prácticas deportivas; y destaca la mayor incorporación de las mujeres al deporte, con una concentración en las modalidades centradas en el gimnasio y la carrera.

Las chicas, de izquierdas, y los chicos, más de derechas

En la autopercepción ideológica encontramos, desde 2017, un desplazamiento hacia la izquierda de las chicas jóvenes y un aumento de la derechización de los jóvenes varones. Aun así, en general los jóvenes siguen escorados hacia la izquierda.

Asimismo, los centristas van disminuyendo. En 2017 el 35% de los jóvenes se situaban en el centro del tablero ideológico, mientras que ahora han bajado a un 23%.


Además, en general, las mujeres están más movilizadas. La adhesión al feminismo, la igualdad de género y la lucha contra la crisis medioambiental y el cambio climático es muy alta según los resultados de la encuesta.

Además, y a pesar de las dificultades materiales percibidas y la visión de un futuro peor que el de sus padres y madres, las expectativas de futuro se puntúan favorablemente (7,08).

 

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