La cámara hiperbárica del General de Castelló atiende a 20 personas por intoxicaciones por monóxido
Se administran una o dos sesiones en las primeras 48 horas
Es fundamental que las calderas de gas estén ubicadas en lugares con ventilación
La terapia hiperbárica se utiliza para evitar el desarrollo del síndrome neurológico tardío
Es muy importante que se tome conciencia sobre el riesgo que comporta tener un aparato calefactor –exceptuando los eléctricos- en un área mal ventilada.
Todas las sustancias combustibles –gas, fuel, carbón, madera, etc- producen monóxido de carbono cuando arden en un área mal ventilada y pobre en oxígeno, por lo que hay que tomar una serie de medidas preventivas dirigidas a evitar la formación y la acumulación de este gas que todos los inviernos causa intoxicaciones mortales.
Este gas difunde muy bien, y tiene la además la particularidad de ser tóxico a muy pequeñas concentraciones, pudiendo producir intoxicaciones crónicas que cursan con cefalea, malestar general, opresión en el pecho, sensación de debilidad, etc. que fácilmente son atribuidas a otras causas.
En muchas ocasiones los síntomas de una intoxicación leve por este gas se confunden con otras enfermedades o simplemente se achacan a cansancio, puesto que la persona se siente agotada.
Los síntomas que presentan al llegar al hospital las personas afectadas por intoxicación aguda por monóxido de carbono son cefaleas, nauseas, vómitos, sensación de mareo, perdida de fuerza y perdida de equilibrio y somnolencia en los leves y moderados, y de pérdida de conciencia en los graves
Los pacientes afectados por una intoxicación moderada o grave por monóxido de carbono pueden desarrollar posteriormente lo que se conoce como el síndrome neurológico tardío. Este síndrome provoca cambios de humor, afectividad, pérdida de memoria e inteligencia que se semejan a la enfermedad de alzheimer.
Tratamiento para evitar el síndrome neurológico tardío
El tratamiento que se les aplica en la cámara hiperbárica para prevenir el desarrollo de este síndrome es la realización de una a dos sesiones de terapéutica hiperbárica durante las primeras 48 horas. Tras esto, se les hace un seguimiento a los pacientes para detectar posibles cambios psicológicos.
Estos casos de intoxicaciones por monóxido de carbono son muy habituales durante el invierno, cuando es necesario utilizar calefacción para hacer frente al frío. En la cámara hiperbárica del Hospital General de Castelló se han tratado desde mediados de diciembre del año pasado hasta el mes de febrero 11 casos graves de intoxicaciones por monóxido de carbono, debido a mala utilización o mantenimiento de los sistemas de calefacción.
La mayoría de casos que se han visto en la Unidad de Terapéutica Hiperbárica procedían de la zona norte de la provincia de Castellón.
Además, la mayoría de las intoxicaciones que han pasado por esta unidad han sido producidas por el uso de braseros y chimeneas de leña, en lugares poco ventilados produciéndose una concentración de este gas poco perceptible y perjudicial para la salud.
También se han visto casos producidos por calderas, que por no tener un buen mantenimiento dieron como resultado accidentes domésticos. Como el caso de tres mujeres que resultaron intoxicadas por una caldera averiada que en lugar de expulsar los humos al exterior, los eliminaba dentro de casa.
Por esta razón, es conveniente que se hagan revisiones continuas de las calderas y que se ubiquen en lugares con buena ventilación. Por lo que respecta a los braseros y chimeneas hay que tener mucho cuidado con su utilización.
Otro de los aspectos que se ha observado es que gran parte de los afectados por estas intoxicaciones son personas que proceden de países calidos, y no acostumbrados al frío. Por ello, estas personas no conocen a la perfección la utilización de braseros y chimeneas, y son en mayor número de casos victimas de las intoxicaciones.