Juan María Calles propone la candidatura de Castellón como emplazamiento idóneo de Ikea en la Comunitat Valenciana
"El único obstáculo que podía representar Castellón era la anulación judicial del Plan de Ordenación Urbana, que ya ha sido solventado tras la aprobación de la revisión del documento por parte de la Comisión Territorial de Urbanismo, y en unos días o en semanas la normalidad urbanística de Castellón será absoluta", apuntó Calles.
El grupo municipal socialista considera que Castellón "tiene que poner en valor su potencial económico, territorial y de comunicaciones, y la implantación de Ikea puede suscitar sinergias con sectores vinculados al ámbito inmobiliario, como la construcción y la cerámica, mientras que el impacto positivo de la implantación del centro comercial supera al eventual efecto negativo".
El dirigente socialistas señaló que "la ciudad de Castellón carece de un sector del mueble representativo, en el ámbito industrial no hay presencia notoria de fábricas y el comercio está dominado por la presencia mayoritaria de franquicias del mueble que han sido las verdaderas responsables de la liquidación del pequeño comercio, hoy en día residual".
Además, apuntó que "son miles los castellonenses que ya son clientes de Ikea en Cataluña, Murcia o Aragón, por lo que lo único que conseguiremos es que millones de euros que ahora se marchan hacia otras comunidades autónomas se queden en Castellón".
En su opinión "el Ayuntamiento de Castellón tiene capacidad y legitimidad para ofrecer soluciones urbanísticas que hagan posible la llegada de Ikea, pues la Gestora Urbana Municipal SA, empresa pública del Ayuntamiento de Castellón, tiene entre sus competencias la de ayudar al desarrollo de iniciativas de promoción industrial y comercial, como está sucediendo en el caso de Parc Castelló".
Calles subrayó que Parc Castelló "es una de las posibles ubicaciones que debería considerarse y, aunque en principio el uso principal del parque no es el comercial, éste está contemplado en el Plan Parcial de Parc Castelló como complementario al uso industrial, que es el dominante". En todo caso, aclaró, "sería cuestión de una modificación puntual del título cuarto de este plan, que regula las condiciones de los usos y de la edificación en el suelo industrial".
El portavoz socialista solicitó al alcalde de Castellón, Alberto Fabra, que "considere la propuesta que lanzamos desde el grupo socialista y que la asuma como propia, pues no toleraremos que anteponga los intereses de partido a los de la ciudad y queremos claridad y transparencia". "Lo primero que debería hacer el alcalde, y así se lo encomendamos desde el grupo socialista, es encargar un estudio a la Cámara de Comercio de Castellón sobre la viabilidad económica y la conveniencia del proyecto", apuntó.
Al respecto, aseguró que "la inversión de Ikea en la construcción de una nueva planta comercial supondría una inyección económica de hasta 250 millones de euros, y el impacto en la economía local sería incalculable en los sectores vinculados al ámbito inmobiliario".
Asimismo, afirmó que la instalación de Ikea en Castellón "generará 2.000 puestos de trabajo durante la construcción del centro comercial y otros 2.000 entre empleos directos e indirectos, un estímulo de enorme interés en un momento en el que el empleo aún marca una tendencia a la baja como consecuencia de la crisis económica".
Finalmente, resaltó que la candidatura de Castellón "es idónea por el emplazamiento, por la accesibilidad, por el impacto sobre la generación de empleo, por la repercusión sobre la hacienda local, por la dinamización de la oferta de suelo industrial ahora paralizada, por el mínimo impacto sobre el comercio tradicional y por la mejora de los equipamientos urbanos que acarreará su instalación".
