El PSPV lamenta que Urbanismo no impulse un plan de rehabilitación de viviendas para activar la construcción
El portavoz adjunto socialista de Castellón, Mario Edo, considera que las medidas propuestas por el equipo de gobierno del PP son “insuficientes” para salir de la crisis
“Resulta patético ver que quien ha sido el principal responsable de la crisis de la construcción, como el vicealcalde, tenga el desparpajo de salir en la foto anunciando medidas para ayudar al sector”, dice Edo. “La mejor ayuda de Javier Moliner hubiera sido la de diseñar una política urbanística menos conflictiva y más dialogante con los ciudadanos, que se han visto obligados a acudir a los tribunales hasta que la Justicia les ha dado la razón”, advierte.
“La construcción de Castellón precisa de un esfuerzo más serio y más contundente del que está ofreciendo el equipo de gobierno municipal. El fraccionamiento del impuesto de obras puede ser un alivio temporal para las empresas, pero no es un verdadero estímulo económico”, añade.
Edo reprocha al PP su “dejación de responsabilidades políticas” ante la crisis. “Las inversiones municipales están bajo mínimos. El PP ha sido incapaz de promover obra pública para generar empleo y permitir que miles de trabajadores recuperen el trabajo”, señala. Además, reitera que “la licitación de obra pública de la Generalitat Valenciana también roza el cero absoluto”.
“El alcalde está pasando de puntillas sobre la crisis. Castellón ha perdido un año esperando que Alberto Fabra pusiera en marcha un ambicioso plan económico municipal para generar confianza y, sobre todo, para ayudar a los sectores estratégicos de Castellón que han sufrido en más medida los efectos de la crisis económica internacional”, afirma.
Mario Edo considera que la iniciativa del PP de permitir que los promotores fraccionen el pago del ICIO no será suficiente, por sí sola, para reactivar un sector tan perjudicado como el de la construcción. “El equipo de gobierno ha generado una doble crisis a los constructores y a los trabajadores del sector. Si no se hubiera opuesto durante medio año a aprobar el PGOU tras su anulación por el Tribunal Supremo, la construcción no se hubiera resentido tanto”.
