Los socialistas denuncian por “inconstitucional” la convocatoria de una plaza de celador municipal para “ayudar en la liturgia” en la basílica de Lledó

La secretaria del grupo socialista de Castellón y responsable de Personal, Patricia Puerta, denuncia por “inconstitucional” la convocatoria de una bolsa de empleo de celador en la basílica de Lledó. En las bases, publicadas hoy en el Boletín Oficial de la Provincia, se estipula que quienes opten al puesto de trabajo público deberán “ayudar en las celebraciones litúrgicas y atender las indicaciones del prior”, tareas que, a su juicio, resultan “impropias” para una Administración pública.

“La convocatoria es irregular, porque la Constitución remarca que España es un Estado laico, con una clarísima separación de la Iglesia, aunque parece que el Partido Popular de Castellón no lo tiene tan claro”, indica Puerta, quien señala que “estas formas de gobernar son propias de otros momentos de la Historia felizmente olvidados”.

Entre las funciones asignadas al celador están las de abrir y cerrar la basílica cuando se celebren actos religiosos, atender y cuidar la sacristía y el ajuar litúrgico, ayudar en las celebraciones religiosas, bajar y subir la imagen de la patrona desde la hornacina al camarín y atender a los visitantes de la basílica, “especialmente a los peregrinos”. Los requisitos son “excluyentes” y “discriminatorios” para agnósticos, ateos y no católicos.

Además, Puerta señala que la convocatoria se ha realizado con “estivalidad”, con el ánimo de que pase desapercibida, “lo que revela hasta qué punto es irregular”. El plazo para la presentación de las solicitudes se inicia el 21 de agosto y acaba el 31, poco más de una semana. Una circunstancia que alienta las sospechas sobre las “irregularidades”.

El grupo socialista ya denunció en su día la existencia de otras dos plazas de sacerdote en la plantilla del Ayuntamiento y planteó su eliminación de la relación de puestos de trabajo. Entonces, Puerta ya adujo que “resulta absolutamente improcedente que la Administración municipal asuma el coste de una actividad que compete por entero a la Iglesia católica”.

Una de las plazas está ocupada por el sacerdote del ermitorio de Lledó, un edificio de propiedad municipal, aunque la labor que desarrolla es religiosa. La otra plaza es la del sacerdote que presta servicio en el cementerio. En estos momentos, está vacante, aunque no ha desaparecido de la plantilla laboral fija del Ayuntamiento. Cada una de estas plazas está dotada con un sueldo de unos 20.000 euros anuales.