Mar Cabra asegura que el periodismo de datos es una disciplina en auge con mucha demanda
“El periodismo de datos no es una moda, es una disciplina en auge y una forma de hacerse un hueco en los medios de comunicación” ha explicado Mar Cabra, reportera del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) a los alumnos y profesores del grado de Periodismo de la Universitat Jaume I que participan en el curso de verano “Periodismo 2.0. Nuevos territorios para la información”. Para la reportera, el futuro del periodismo pasa invariablemente por el periodismo de datos, una disciplina que está en auge y que se está convirtiendo en una oportunidad para los jóvenes periodistas pues cada vez hay más demanda.
Cabra, una joven periodista con una amplia experiencia en investigaciones periodísticas trasnacionales que ha trabajado en diferentes fundaciones y medios de comunicación, ha centrado su conferencia en el nuevo periodismo de datos, “una forma de trabajar que consiste en recabar y analizar grandes cantidades de información y datos para después hacerlos comprensibles a la audiencia”. La ponente ha explicado que este tipo de periodismo no sería posible sin la colaboración entre periodistas, programadores y diseñadores, “porque una visualización atractiva de la información es fundamental, nos debe entrar por los ojos”.
En su intervención, Mar Cabra ha hecho un repaso a algunas de las principales investigaciones realizadas con periodismo de datos que se han publicado en países como Estados Unidos e Inglaterra en los últimos dos años. También ha analizado la situación de este tipo de periodismo en España, aunque ha explicado que los grandes medios de comunicación españoles no están implantando este tipo de investigaciones “porque no suelen innovar mucho y no tienen profesionales que lo sepan hacer”.
Por último ha analizado la situación de España en cuanto a transparencia y acceso a la información y ha lamentado que “es un país muy opaco en este sentido”. Sobre la nueva Ley de Transparencia ha indicado que el anteproyecto inicial no era muy ambicioso porque no reconocía el derecho de acceso a la información como un derecho fundamental y dejaba fuera a instituciones como los partidos políticos y la Casa Real. A pesar de ello, ha asegurado que “es mejor tener una ley, por descafeinada que sea, que no tenerla”.
