Un grupo de alumnos de Ingeniería Informática de la UJI queda finalista en la edición española de la competición internacional Imagine Cup
Un equipo de estudiantes de Ingeniería Informática de la Universitat Jaume I formado por Ignacio Claros Barrachina, David Marco Simal, Carlos Rubert Escuder, Vicente Javier Trilles Zumaquero y Xavier Valls Pla, ha llegado a la final española de la competición internacional Imagine Cup. El próximo 27 de abril de 2012 será elegida una de las cinco propuestas finalistas, atendiendo a su viabilidad, originalidad y valía, para representar a España en la final que tendrá lugar del 6 al 10 de julio en Sidney, Australia.
Imagine Cup es un concurso dirigido a estudiantes donde los participantes pretenden lograr un impacto positivo en la sociedad con soluciones tecnológicas que ayuden a luchar contra la enfermedad, reducir la mortalidad infantil, mejorar la educación, y garantizar la sostenibilidad medioambiental, entre otros desafíos. La décima edición española, que se celebra bajo el lema “Imagina un mundo donde la tecnología ayude a resolver los problemas más difíciles a los que nos enfrentamos”, culminará con la elección del mejor proyecto en el que han participado 190 estudiantes de 40 universidades españolas y 21 centros de formación profesional y colegios. La iniciativa, organizada en España por Microsoft Ibérica, cuenta con el respaldo de Banco Santander, a través de su División Global Santander Universidades.
Los estudiantes de la UJI se fijaron en el hecho de que en 2030 la demanda de alimentos crecerá un 50% y los recursos seguirán estando mal distribuidos para desarrollar su proyecto “Seeds of Revolutions –Siembra la Revolución, cosecha el cambio”. El objetivo del proyecto es mejorar el uso de los campos de cultivo para maximizar todo lo posible sus beneficios, buscando soluciones a problemas concretos. Los estudiantes se basan en datos previamente obtenidos de los terrenos, gracias a los servicios de información geográfica (Web Map Services), para calcular los cultivos más idóneos para ese tipo de terrenos teniendo en cuenta las distintas características de los cultivos, las necesidades de agua, el tiempo de cultivo, el tipo de alimento producido, la cantidad producida por superficie, así como los costes de producción y los beneficios generados.
