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"El Pregó" abre las fiestas en la capital

"El Pregó" abre las fiestas en la capital
  • Masiva participación popular de los castellonenses en el acto

  • Alrrededor de 5.000 personas de toda la provincia participaron en el desfile

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El tiempo se comportó también en la tarde de ayer, y permitió a los castellonenses vivir una de los momentos más esperadas del año: la de la 'vespra de la festa', en la que el centro de la ciudad se convirtió en un escenario de la historia, la mitología y la tradición de Castellón. Los protagonistas fueron todos los castellonenses, tanto los 4.500 que desfilaron en la cabalgata al ritmo del tabal y la dolçaina como los miles de vecinos que abarrotaron las calles para participar de un acto que recrea el pasado y el presente de la provincia.

La cabalgata partía a las 16.00 horas de la calle de San Roc. En la primera parte desfilaron las entidades que rememoran el pasado de Castellón, entre ellos la Colla del Rei Barbut, que, como cada año, saca a la luz a los personajes del libro 'Tombatossals', de José Pascual Tirado. «Mira, hijo, ese es el Rei Barbut, y allí está el gigante Tombatossals», explicaba una mujer de unos 65 años a su nieto, que pese a tener sólo cuatro años prestaba gran atención a cuanto sucedía a su alrededor y que incluso bailaba al ritmo de la música.

Justo al lado de la señora un grupo de jóvenes de unos 25 años, que portaban cada uno un vaso de cerveza en la mano, charlaban animadamente mientras pasaba el pregó. «En nuestra cuadrilla es una tradición salir a la calle cada sábado de Magdalena para ver el pregón. No prestamos atención a todo, está claro, pero es emocionante ver a tanta gente en la calle y participar en uno de los actos más animados de las fiestas», explica Cristina.

Mientras charlamos pasan Els Cavallers de la Conquesta, con la figura central del Rey Jaume I, representado este año por Fernando Ulldemolins, encargado de leer el privilegio de traslado de la ciudad de Castellón al plano a su paso por el palco presidencial en la puerta del Sol de la ciudad. Y detrás, la carroza de la segunda mujer de Jaume I, Na Violant d'Hongria, y sus damas de compañía, ataviadas con lujosos vestidos medievales. También la Asociación Cultural l'Aljama, por una parte, y els Moros d'Alqueria, con varias 'filaes', recordaron a las tropas de los ejércitos moros que conquistaron las tierras valencianas.

El Centro Aragonés, que este año celebra su 75 aniversario, participó en esta primera parte de la cabalgata para poner de manifiesto un pasado común: el de la Corona Catalano-Aragonesa. Las jotas inundaron las calles, y unas ocho personas lucieron los trajes típicos de Aragón desde una carroza que salió a la calle por primera vez en la edición del pregón de ayer.

A medida que avanzaba el desfile el ambiente se animaba más y más. De las casas, con las puertas abiertas de par en par, empezaron a asomar bandejas con comida. Justamente eso sucedió en la vivienda de la familia Balado, al final de la calle de San Roque, donde Elena, una mujer de alrededor de 50 años, comenzó a sacar platos con coca, almendras, y la tradicional 'llonganissa' y 'botifarra' seca compradas para la ocasión en una de las carnicerías tradicionales de Castellón. «No he faltado a un pregón desde que era niña, y tener la casa de los abuelos dentro del recorrido es un privilegio. Hoy, como cada sábado de Magdalena, nos hemos reunido casi todos los sobrinos y los primos, y en total somos más de 70», relata Elena. La esencia del Pregó, dice, se mantiene, aunque la cabalgata ha cambiado mucho con los años. «Es el día en que baja a la capital gente de toda la provincia, pero cada vez vienen más, y eso también hace que el desfile sea más largo», explica. Y se dirige al familiar sentado a su lado para recordar «aquellos años en que el Pregón pasaba por la calle Enmedio». «Era más bonito», rememora. «Pero yo, mientras pueda, no me pienso perder un pregón ni una Romería», sentencia emocionada.

En ese momento pasan por delante de su casa representantes de Peñíscola. El tiempo avanza y llega el turno de la segunda parte de la cabalgata, la protagonizada por los diferentes pueblos de Castellón, cuyos habitantes acuden a la capital para mostrar su folclore, su artesanía y sus tradiciones. Los municipios de Els Ports, El Baix y Alt Maestrat y La Plana Alta desfilan primero. Después toca el turno de la carroza comarcal de l'Alcalatén, el Alt Millars y la Plana Baixa, en la que este año se ha sumado por primera vez una representación de Torás. No faltan las danzas y la muestra de productos típicos de la zona: naranjas, dulces, verduras... Y también están la mayoría de las reinas de los municipios castellonenses.

El ambiente festivo es tal, que incluso los policías locales que controlan la zona lucen la típica cinta verde 'castellonera' y charlan animosamente con algunos vecinos que preguntan esto o aquello.

Junto a la carroza de Costur, que luce las máquinas que antiguamente se usaban para elaborar los embutidos así como rastros de los tradicionales chorizos y longanizas. «Pásame el vino», se escucha en la carroza cuando todavía espera a que llegue el turno de comenzar a recorrer las calles de Castellón. Y un hombre de unos 50 años le pasa la bota a un compañero. También los más jóvenes se imbuyen del ambiente festivo. A los pies del carro esperan Rosa, Jeniffer y Ester, tres adolescentes de 12, 13 y 15 años que se preparan para participar en el pregón por tercer año consecutivo. Pertenecen al grupo de danzas y el sábado de Magdalena es el único día que se acercan a las fiestas de la capital de La Plana. «Nos encanta esta fiesta. Es muy emocionante porque viene gente de todos los rincones de Castellón», explica una de ellas.

No en vano el sábado de Magdalena se conoce como el día de la Provincia. «En la cabalgata se convoca al pueblo de Castellón a participar en la semana festiva, pero también se hace un llamamiento a los vecinos de la provincia y se les pide que disfruten de las fiestas de la capital», relata Rafa Bayo, miembro de la Junta de Fiestas y organizador del Pregó.

Y de hecho, las calles de la capital están el sábado repletas de vecinos de diferentes pueblos. Pepi, Amparo y Joaquina son tres mujeres de La Jana que observan con atención el desfile. «Nos gusta mucho. Es el único día que venimos a Castellón. No se hace pesado porque en realidad cada grupo que pasa es diferente», dicen.

Después de los pueblos, el protagonismo recae en Castellón de La Plana. Las diferentes asociaciones culturales, las collas, y el grupo de Dolçainers y Tabaleters se abren paso. No faltan los bailes de la tradicional «dansà» valenciana al ritmo del «tabal y la dolçaina».

Y tras ellos, toman las calles los representantes de las diecinueve comisiones de Gaiatas, ataviados con el traje típico de «castellonero» y «castellonera», seguidos por caballos montados por hombres y mujeres con indumentaria tradicional. Muchos de ellos han esperado pacientemente durante más de tres horas al inicio del recorrido hasta que les ha llegado el turno de presentarse por primera vez en el 2010 al pueblo de Castellón.

Estas «grupas» dan paso a los clarines que anuncian la llegada del «pregoner», que, durante el recorrido, va desgranando los versos de Bernat Artola que anuncian la llegada de las fiestas. 'Ja el dia és arribat', recita por las calles Ignacio Fernando, el pregoner de este año, que vive con especial emoción el momento de pedirle a Alberto Fabra, alcalde de la ciudad, que le otorgue el permiso para anunciar las fiestas en su nombre.

Poco antes de emprender el recorrido, Ignacio, de tan sólo 30 años, ensaya los versos junto a Fernando y Pablo, dos amigos de 67 años que entonan los cánticos con una facilidad asombrosa. «Son muchos años de Magdalena y de Castellón», explica Fernando. Su compañero luce en la solapa decenas de chapas conmemorativas de pregones de años anteriores, y, con el cubata en la mano que demuestra que ya casi es 'festa plena', presume de haber salido en casi todas las ediciones. «Los que me faltan me los han quitado los nietos», bromea. Ambos dejan aflorar el pasado y recuerdan los «tiempos» en que sentían Castellón como un «pueblo».

«No te puedes imaginar el poco dinero que había entonces y cómo las fiestas se hacían igual, y las vivíamos con mucha, mucha intensidad», relata Pablo, que sale cada año en la carroza de los 'Agrameors', que recuerdan a aquellos que trabajaban el cáñamo y a partir de él elaboraban el esparto. Fernando resume en pocas palabras el sentido de la cabalgata. «Si vienes al pregón, ves en unas horas toda la provincia», explica.

La tarde va pasando animosamente y llega el momento de que la reina y las damas abandonen el palco desde el que observan el desfile para subir encima de la carroza. «He visto el pregón muchos años, y ahora la que voy a estar en la carroza como reina voy a ser yo», señala Mari Paz Lázaro, la máxima autoridad magdalenera de 2010. Está contenta, además, porque la lluvia ha dado una tregua «en uno de los días más bonitos para todo el pueblo». «Esperemos que el tiempo aguante mañana --por hoy-- y que toda la gente de Castellón disfrute en la Romería», desea.

A medida que la cabalgata avanza y Mari Paz siente el calor de los castellonenses, el pañuelo con el que saluda a quienes la aplauden le sirve también para secarse las lágrimas. Flanqueada por las damas de la ciudad, el paso de la reina de las fiestas y de la banda municipal que le acompaña a ritmo de pasodoble pone fin a más de cuatro horas de desfile que anuncia que hoy, domingo, es, por fin, Magdalena. Festa Plena.

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