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Mireia Mollà: "El recorte de gastos adoptado por el Consell es una tirita en la herida que desangra la Generalitat por la mala gestión del PP"

    La portavoz adjunta de Compromís, Mireia Mollà, ha valorado el acuerdo del Consell aprobado en el que se establecen recortes de gasto. Mollà considera que este acuerdo del Consell es similar al aprobado en otros años con reducciones en este caso del 30% sobre las obligaciones, a lo que se añade el acuerdo de que todas las consellerias pongan a disposición de Gerardo Camps el 10% de los créditos del capítulo IV, VI y VII. Esto supone una reducción superior al 40% del total de estos capítulos.

    Para Mollà ha criticado que el Consell quiera presentar esta reducción como una medida de austeridad "cuando en realidad es una medida desesperada de enmendar una situación que no tiene arreglo salvo que haya un cambio de gobierno que ponga orden en el caos contable. Es como poner una tirita en una herida abierta que desangra los presupuestos de la administración autonómica".

    Compromís ha criticado que además de hacerse de tapadillo como hacen siempre con todas las modificaciones presupuestarias (es un acuerdo del Consell del 11 de marzo que no hicieron público y hemos conocido ahora), no se especifica el objeto de esta reducción ni para qué han servido las limitaciones anteriores pues el año pasado se llegó a la cifra record de deuda relativa, superando en 10 puntos la media de endeudamiento de todas las comunidades autónomas.

    Según Mollà "del balance de otros acuerdos similares adoptados por el Consell se desprende que la gestión del PP no sirve para mejorar las inversiones y la contabilidad pública, ni sirve para reducir la deuda ni para hacer frente a los pagos urgentes. Entonces nos preguntamos para qué va a servir esta medida de limitación de gastos".

    "Y la respuesta -ha añadido la diputada de Compromís- es que detrás de este acuerdo está el hecho de que Gerardo Camps no se fía de la gestión de sus compañeros consellers y quiere controlar los gastos para tratar de manejar la contabilidad. Pero ya sabemos que es un intento fallido porque se siguen sin atender a las verdaderas causas y razones de este caos que está en esos gastos superfluos y ornamentales que tanto cuestan a las cuentas públicas como el recién inaugurado Aeropuerto de Castellón, los avales a empresas que son subvenciones encubiertas, el no poner en vereda a los altos cargos y asesores en fundaciones, empresas públicas y las propias consellerias".

    "En lugar de adoptar estos acuerdos lo que tendría que hacer este gobierno es aceptar medidas de recorte reales como las que propusimos desde Compromís. Un año antes de que el PP se planteara establecer medidas de austeridad desde nuestro grupo parlamentario propusimos reducciones drásticas de consellerias, altos cargos, fundaciones, empresas públicas, el control estricto del gasto corriente y de los gastos superfluos y los gastos en propaganda que hubiera permitido conseguir una reducción de más de 1.000 millones de euros en un solo presupuesto. Ahora quiere controlar la contabilidad pero no el presupuesto ni el gasto inútil real a la que nos ha llevado su gestión".

    Desde Compromís también se considera que como las consellerias ya saben que por estas fechas se publica este acuerdo, lo que hacen es comprometer gasto antes de marzo acelerando los expedientes y ocultando su contabilidad en gastos menores de los capítulos IV, VI y VII. De esta forma cuando llega el acuerdo del Consell de reducción de gasto lo que queda por limitar es mínimo, de ahí que se haya añadido un 10% sobre el total de los créditos que supone una cifra que alcanza la cantidad de 526 millones de euros (329 millones del capítulo IV, 66 millones del capítulo VI y 127 millones del capítulo VII) a añadir a la limitación del gasto que alcanza más de tres veces más, esto es, 1.600 millones de euros lo que suma que van del presupuesto una gran cantidad de fondos no se sabe dónde ni para qué. Aunque que deducimos que estos fondo se destinan a subvenciones estratosféricas como la recientemente recibida por la Fundación Agua y Progreso o para sortear las limitaciones de la campaña electoral haciendo a toda prisa inauguraciones varias.

    Según Mollà "este año 2011 al endeudamiento ordinario al que nos tiene acostumbrado el PP hay que añadir que habrá que pagar los intereses de la deuda patriótica que, ni más ni menos, suponen casi 80 millones de un dinero que ha servido para pagar gastos atrasados, ni para realizar inversiones, ni para reducir la deuda".

     

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