El Alcalde demanda al vicepresidente Cotino que medie para salvar a los pescadores de Castellón ante la afección de la desaladora de Oropesa que puede acabar con los caladeros castellonenses

El Alcalde de Castellón, Alberto Fabra se ha reunido esta tarde con el Vicepresidente de la Generalitat, Juan Cotino y los representantes de la Cofradía de pescadores de Castellón, Ramón Salvador, patrón mayor y el presidente de la Federación de Cofradías de Castellón, Salvador Orero. El motivo de la reunión ha sido trasladarle al vicepresidente y conseller de territorio y medio ambiente su preocupación por los efectos que la puesta en marcha de la desaladora de Oropesa puede tener en los caladeros castellonenses y de qué manera, esto afectaría a la desaparición del sector. El Alcalde se ha mostrado muy preocupado puesto que, como ha señalado, “en los últimos tiempos, están atacando de manera constante a la pesca. Primero con las continuas subidas del precio del gasoil que hace insostenible mantener la barca en funcionamiento. Después con los permisos para las prospecciones petrolíferas, que perjudicarán gravemente el entorno donde pescan y la posibilidad de utilizar sobre todo las barcas de amarre. Y ahora, el golpe de gracia, el definitivo perjuicio que van a sufrir los pescadores cuando sus caladeros desaparezcan a consecuencia de la salmuera que se vierte por desalinizar el agua”.

Los pescadores le han recordado al alcalde que llevan desde 2005 enviando escritos al ministerio de medio ambiente y mostrando su disconformidad con el proyecto de la desaladora de Oropesa que puede perjudicar los caladeros desde Vinaròs a Valencia. Pero, el propio Ramón Salvador ha reconocido que nunca han recibido ninguna respuesta del gobierno.

Los pescadores han informado al alcalde de que la decisión de instalar la desaladora en ningún momento ha contado con una consulta al sector pesquero que será el más perjudicado. Además, según los informes científicos que disponen procedentes del Centro de Estudios y Experimentación del Ministerio de Medio Ambiente, advierten de la grave afección sobre la flora y fauna de las zonas circundantes a la desaladora a causa de los vertidos de salmuera que genera una elevada mortandad de las especies y por tanto la desaparición de la pesca y de la riqueza de Posidonia que protege nuestros fondos marinos.

Unas circunstancias que ya se han dado en otras zonas donde hay desaladoras, como el Campello o Formentera, con quien los pescadores de Castellón han establecido contacto para equiparar las posibilidades de daños.

El Alcalde ha querido pedirle al vicepresidente que intervenga en esta situación y actúe para que no se consienta un agravio tan importante contra los pescadores.

En el Levante español, el plan de desaladoras del Gobierno, con el que ya lleva gastados 1500 millones de euros, apunta a unos vertidos anuales de 350 Hm3 de salmuera, lo que supondría abrasar las praderas de posidonia según el Centro de Estudios del Ministerios de Medio Ambiente y marino CEDEX.